¿Un smartwatch que parezca un reloj tradicional o que se distinga? ¿Estilo clásico o deportivo? Parece que Samsung apuesta por la neutralidad en estos aspectos y lo vemos en el análisis del Samsung Galaxy Watch, su último reloj inteligente.
La compañía actualizaba y renombraba su línea de relojes inteligentes (de Gear a Watch) con dos nuevos modelos distintos en tamaño y batería, y compartiendo todo lo demás. Nosotros hemos analizado el de la esfera de 42 milímetros, tanto en iOS como en Android, os contamos la experiencia.
Ficha técnica del Samsung Galaxy Watch
Galaxy Watch 46 mm plata | Galaxy Watch 42 mm negro Galaxy Watch 42 mm oro rosa | |
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Pantalla | 1.3” (33mm), Circular Super AMOLED (360 x 360) Full Color Always On Display Corning® Gorilla® DX+ | 1.2” (30mm), Circular Super AMOLED (360 x 360) Full Color Always On Display Corning Gorilla DX+ |
Tamaño y peso | 46 x 49 x 13 63 g (sin correa) | 41.9 x 45.7 x 12.7 49g (sin correa) |
Correa | 22mm (Intercambiable) Colores: Negro Ónix, Azul Marino Profundo, Gris Basalto | 20mm (Intercambiable) Colores: Negro Ónix, Gris Lunar, Rojo Terracota, Amarillo Lima, Violeta Cosmo, Rosa, Beige, Gris Nube, Marrón |
Batería | 472 mAh | 270 mAh |
Procesador | Exynos 9110 Dual core 1.15GHz | |
Sistema operativo | Tizen basado en wearable OS 4.0 | |
Memoria | LTE: 1,5 GB RAM + 4 GB Memoria interna Bluetooth: 768 MB RAM + 4 GB Memoria interna | |
Conectividad | 3G/LTE, Bluetooth 4.2, Wi-Fi b/g/n, NFC, A-GPS/Glonass | |
Sensores | Acelerómetro, giroscopio, barómetro, HRM, luz ambiental | |
Carga | Carga inalámbrica basada en WPC | |
Durabilidad | 5 ATM + IP68 / MIL-STD-810G | |
Compatibilidad | Android 5.0 o posterior iPhone 5 o superior, iOS 9.0 o superior | |
Precio | Desde 309 euros |
Un smartwatch más para todos los públicos en estilo y uso
Hasta ahora los smartwatches de Samsung han optado por esferas circulares y esto sigue sin cambiar en el Samsung Galaxy Watch, dejando el cuadrado para el Apple Watch y más al estilo de un reloj convencional. Hay tres colores disponibles de caja, pero las líneas de diseño son las mismas: un acabado plano, mate y sencillo, coronado por una corona (valga la redundancia) que servirá para interactuar con él.
Hablando al menos del modelo de 42 milímetros tiene un tamaño aceptable hablando de un smartwatch. No gana en compactación porque ese oro de momento se lo lleva Apple entre los principales fabricantes, pero sí es una caja menos voluminosa en el caso de la de 42 milímetros en comparación al Huawei Watch 2 o el LG Watch W7.
Alto (milímetros) | Ancho (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Volumen (cc) | ||||||
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Samsung Galaxy Watch | 41,9 | 46 | 45,7 | 49 | 12,7 | 13 | 49 | 63 | 24,32 | 29,3 |
Apple Watch Series 4 | 40 | 44 | 34 | 38 | 10,7 | 10,7 | 30,1 | 36,7 | 14,55 | 17,89 |
Huawei Watch 2 | 48,9 | 48,9 | 45 | 45 | 12,6 | 12,6 | 40 | 47 | 27,72 | 27,72 |
LG Watch W7 | 44,5 | 45,4 | 12,9 | 79,5 | 26,06187 |
No es tampoco el más ligero, pero no resulta pesado a lo largo del día. Sí se nota un poco al correr con él si lo comparamos con otros relojes y pulseras deportivas, que suelen pesar algo menos (aunque ocupen más), pero en todo caso no es molesto y salvo esta circunstancia no se nota más que un reloj de pulsera de un tamaño similar.
Los materiales transmiten sensación de calidad y resistencia, y sin que haya sufrido ninguna caída sí podemos decir que no se araña con facilidad. Al menos no con los pequeños golpes que en alguna ocasión se lleva un reloj o pulsera por accidente, y también aguanta bien bajo el agua (después hablaremos algo más de esto).
Así, para gustos, colores (y en este caso hay tres), pero sobre todo en los tonos más discretos es bastante "para todos los públicos", con una estética que queda más o menos intermedia entre lo sport y lo convencional. Aquí también influirá la correa y la esfera que pongamos, si bien el rosa sí tiene un aire más chic y no tan de deporte, sobre todo con la esfera que viene de serie.
La pantalla es de 1,2 pulgadas en el de 42 milímetros (1,3 pulgadas en el modelo de 46 milímetros), tamaños que hemos visto en anteriores Galaxy Gear, de tipo super AMOLED y con una resolución de 360 x 360 píxeles. En cuanto a visualización y sensibilidad táctil bien, tanto cuando más directamente incide la luz como de noche, y pese a no ser la resolución más alta que encontramos en un smartwatch (el Huawei Watch 2 tiene algo más, por ejemplo) el nivel de detalle es más que suficiente (y el aprovechamiento dependerá de cada interfaz).
Un manejo sencillo cuando le pillamos el truco
Hablando del manejo del reloj, el Galaxy Wear ofrece varias alternativas y combinaciones para la navegación entremezclando botones, corona y taps. Se parte de los botones físicos, con el inferior para encender, apagar e inicio/menú (y capturar pantalla junto con un swipe) y el superior para “atrás” o activar pantalla, aunque podemos activar el encendido de pantalla al levantar que al final es lo más cómodo para ver la hora en cualquier momento.
La navegación por el sistema parte de la pantalla de inicio (la esfera que tengamos) y va a izquierda o derecha según queramos consultar notificaciones o widgets, o bien ir al cajón de apps pulsando el botón inferior. Podemos desplazarnos con swipes a un lado y a otro o bien girar la corona, lo cual es lo más cómodo y eficaz al no depender de la sensibilidad táctil y ser mecánico.
Vale la pena ir quedándose con los consejos que da tras el pre-load en los que indica justamente esto, así como algunos añadidos como el hacer capturas de pantalla (aunque luego no van a poder salir del reloj), porque no es una navegación muy intuitiva. Una vez ya hemos almacenado estas nociones ya se tiene una navegación ágil, la curva de aprendizaje de este Tizen sobre Wearable OS no es pronunciada ni mucho menos.
Una vez familiarizados con el software lo interesante (y pertinente) es conectar el Watch con el smartphone. Como hemos comentado al inicio, es compatible tanto con Android como con iOS, y en ambos casos el requisito para conectarlos es habilitar el Bluetooth y descargar la app Galaxy Wear.
La conexión va bien en ambos casos, sin problemas ni incompatibilidades, y además de hacer del reloj el espejo notificador del smartphone lo interesante de la app es poder tener un panel de control centralizado de lo que acontece en el reloj, pudiendo editar menús, apps y parte del contenido, además de poder hacer una copia de seguridad (habrá que registrarse en Samsung para poder tener el pedacito propio de la nube surcoreana).
La principal diferencia entre plataformas no es tanto la app sino las posibilidades de respuesta desde el Watch, ya que en el caso de sincronizar con Android podremos hacerlo con una respuesta rápida preestablecida, un Emoji o escribiendo. En iOS sólo podremos borrar la notificación, sin posibilidad de responder desde el reloj.
Así, en cuanto al software propio tendremos bastantes apps preinstaladas, tanto las propias de Samsung como algunas de terceros como Flipboard, siendo posible desinstalar sólo éstas últimas. Algo que choca con una de las primeras realidades no deseadas con la que nos encontramos al poco de intentar personalizar y sacar partido al Galaxy Watch: hay muy pocas apps conocidas o habituales disponibles para esta plataforma.
Encontramos Spotify y alguna relativamente familiar como Endomondo, pero el uso de ésta última y otras se verá limitado casi obligatoriamente a estar conectados al terminal al ser más o menos apps espejos, no tanto apps propias. De este modo, no hay apps de redes sociales como Instagram o Twitter, y las que hemos encontrado suelen verse limitadas en el Watch en modo autónomo (no conectados al teléfono).
Las apps propias son pues nuestras amigas: a la hora de realizar un entrenamiento, de medir nuestro ritmo cardíaco o para ver el tiempo, entre otras cosas. Las hay que sí tienen que ver con el teléfono, como la lectura del informe diario de Samsung Health (lo cual no tiene mucho sentido porque podría leerse en el propio reloj), pero podemos por ejemplo registrar una sesión de natación o carrera sin disponer de conectividad a la red.
Las apps y watchfaces pueden instalarse desde el reloj o desde la app del smartphone. Lo más cómodo es hacerlo desde la app del teléfono porque se ve todo mejor, más grande y más cómodamente, pero instalarlas desde el reloj es sencillo y fácil, tardando bastante poco.
Si no buscamos determinadas apps, sino utilidades, hay bastante para elegir tanto de pago como gratuito. Y también está el que para notificar e interactuar con dichas notificaciones no es necesario tener las apps en algunos casos, como ocurre con Telegram o Slack, aunque hacerlo es algo incómodo por el poco espacio en la interfaz y el tipo de teclado (T9), que da lugar a envíos por error.
Más allá de las utilidades está el funcionamiento y la fluidez del sistema, y aquí sí que cabe puntualizar algunos aspectos. En general no va mal, no hemos tenido reinicios, bloqueos o comportamientos anómalos, pero si hay algo de lag ocasionalmente sobre todo si navegamos por swipes y no con la corona, o algún enganchón cuando la tarea es algo más exigente o “se lo ha de pensar” más.
Las notificaciones aparecen sin problemas, casi al mismo tiempo que en el teléfono, y pueden gestionarse por separado o borrarse en conjunto. La multitarea es accesible desde el cajón de apps y también carga sin problemas, y los widgets sí pueden experimentar algo de lag (aunque dado que ocurre sólo con algunos de terceros quizás se deba al propio desarrollo más que al sistema).
Nuestra agenda a golpe de muñeca
La parte que también se ve ampliada es la organizativa, que el smartwatch de Samsung sea lo suficientemente "smart" para no depender de otro dispositivo para conocer nuestra agenda del días. Lo más destacado es la esfera propia para el diario, que muestra sobre un minimalista reloj los eventos que hemos registrado previamente.
Para hacerlo podemos usar el teléfono, que siempre será más cómodo, y aparecerá en el momento sobre la esfera si se trata del día actual. También podemos introducirlo con la app propia de calendario del reloj, de ahí que en esencia esto sea posible sin depender de otros dispositivos.
El evento aparece cubriendo las horas que indiquemos (por ejemplo, una reunión de 9:00 a 11:00 aparecerá iluminando el arco que va del 9 al 11 en la esfera, indicando el título que hayamos puesto). Nos avisará antes con una notificación y podemos consultar la información del evento con un tap sobre éste.
Esto resulta bastante útil si por nuestra rutina solemos intercalar distintos eventos ya que así los consultamos de un vistazo y nos ayuda a saber cómo tendremos el día, sobre todo viendo de manera clara también el tiempo real disponible entre cada uno. Quizás la única pega es que el minimalismo del reloj puede hacer que nos confundamos un poco con las horas en un primer vistazo, pero quizás más adelante haya más esferas propias que dispongan esta interfaz de agenda a tiempo real.
El Galaxy Watch como vigilante de salud y forma física
En esta última edición de relojes inteligentes de Samsung no hay varios modelo encarados a ciertos perfiles de usuario. No hay una versión sport dirigida a quien busca algo más orientado al tracking y a la monitorización de constantes, pero algo de esto sí queda bien cubierto igualmente.
La resistencia al agua del reloj permite nadar con él como ya ocurría con alguno de sus predecesores, pero lo que se agradece realmente es que haya respaldo de software para registrar unos cuantos tipos de actividad. Hay alguna app de terceros orientada a registrar algunos deportes concretos como la natación o las carreras, pero está bien que ya de buenas a primeras tengamos de serie servicio a nivel de app y widgets.
Podemos establecer un widget para registrar cierto tipo de entrenamiento, como una sesión de sentadillas o bicicleta, o también poner cuatro actividades en un mismo widget (bastante útil si lo que hacemos es fitness, combinando los distintos ejercicios que ofrece registrar). Ambas acciones partiendo del software preinstalado, sin recurrir a apps de terceros.
Una vez iniciamos la actividad podremos ver algunos datos a tiempo real, como la distancia o las pulsaciones, aunque podría mejorarse la navegación en este panel (no queda claro si hemos pausado actividad o no). El registro empieza automáticamente si lo que hacemos es andar, aunque también tiene margen de mejora a nivel de sensibilidad, al menos en cuanto a contabilizar sentadillas y otros ejercicios estáticos o el número de piscinas (al menos nos regaló unas pocas en vez de omitirlas).
Ningún problema al mojar el reloj ni sumergirlo dentro de lo que indica que soporta. De serie hay configurado un modo de bloqueo por agua, el cual se desactiva con el botón físico y funciona muy bien, aunque es inevitable que al desactivarlo el agua dificulte la sensibilidad táctil y será mejor secar la pantalla para evitar taps accidentales.
También hay soporte para la monitorización del sueño y los típicos avisos configurables para que quienes tenemos rutinas más sedentarias y estáticas no olvidemos movernos de vez en cuando. Podemos elegir el ejercicio (estiramientos o sentadillas), aunque la sensibilidad tampoco es la mejor aquí y en ocasiones nos toca hacer más sentadillas o estiramientos de los que pide para que las contabilice.
El registro de sueño sí es bastante fiel en cuanto a la detección de cuándo nos dormimos. Muestra la eficacia y algunas fases como el sueño R.E.M. o el sueño ligero, haciendo la media de la semana y mostrando los datos en el mismo reloj, sin tener que consultar el smartphone como ocurre con el reporte de Samsung Health y otros.
La autonomía relativa del Galaxy Watch
En su lanzamiento, una de las características que se enfatizó en relación a lo que mejoraba con respecto a sus antecesores era la autonomía. La promesa: entre 80 y 168 horas de autonomía para el modelo de 46 milímetros y entre 40 y 120 en el de 42 milímetros (según el uso sea habitual o reducido, en palabras de la compañía).
En nuestra experiencia la media ha cumplido estas expectativas, durando unas 48-50 horas de media en función de si eran jornadas más o menos intensas. El Watch dispone de algunas opciones para prolongar la autonomía como la escala en grises o el modo de ahorro de batería que pueden prolongar algo más este valor, como también bajar un poco el brillo ya que el automático suele quedar por encima de lo suficiente en situaciones de luz media-baja.
La carga se realiza en su base propia, la cual se conecta a la corriente con un adaptador con conexión micro-USB. Tarda unas dos horas y 35 minutos en completar una carga entera desde 0 hasta 100% con el reloj apagado.
Otras funciones que se destacaron fueron el modo autónomo, del que ya hemos hablado un poco, y la posibilidad de reproducir música independientemente o responder a llamadas. El modo autónomo es una solución bastante aceptable a la dependencia que en cierto modo aún tienen todos estos relojes del móvil, si bien se tratará en todo caso de funciones no relacionadas con recibir notificaciones, como registrar un entrenamiento o notificarnos sobre los datos del día, el sueño o animarnos a movernos.
La escucha de música con Spotify funciona bien (con algo de lag, pero sin errores ni cierres), pero la potencia de los altavoces propios del reloj es muy baja y lo mejor será usarlo de simple mando a distancia para escucharlo desde otra fuente de sonido mejor. Las llamadas pueden responderse, pero sólo lo que es descolgar, ya que al hacerlo nos envía al teléfono para atenderla, y el widget de llamada a un contacto no nos ha funcionado bien en iOS (aunque estén ambos dispositivos bien conectados nos da un aviso como si no lo estuviesen).
Samsung Galaxy Watch, la opinión de Xataka
No cargar un reloj cada noche se agradece y parece que los smartwatches cada vez dejan más atrás esos tiempos. Eso, junto con la cada vez mayor independencia que tienen a medida que soportan LTE y el software la permite hace que el producto no caiga en el olvido que algunos apuntaron y que por ahora no se da.
El Samsung Galaxy es un buen producto si buscamos un algo semi-independiente, que nos valga para tener un seguimiento básico y eficaz de nuestra actividad física y con lo que poder responder rápido a las notificaciones sin tener que coger el terminal, aunque en este sentido podría mejorar algo más la interfaz. La autonomía no es rompedora, pero al menos da para pasar algo más de dos jornadas tranquilos sin tener que estar pensando dónde enchufar la base o llevarla detrás.
No es demasiado voluminoso (al menos el de 42 milímetros) ni pesa, y aunque lo notemos algo más al correr o realizar ciertas actividades no es incómodo ni molesta al hacer deporte. Con la ventaja de que el software está bien ideado en este sentido y podemos tener accesos rápidos al registro de nuestras actividades más habituales, además de poder realizarlo con el modo autónomo.
La estética también es quizás más para más tipos de usuarios en los colores más neutros (algo menos en el rosa, más llamativo y con un toque más elegante), y los materiales parecen resistentes. Lo que también podría mejorar el rendimiento y/o el software, ya que hay algo de lag y algunas tareas le cuestan, pero no penaliza de manera determinante el uso.
8.3
A favor
- La estética queda en un plano intermedio entre lo estándar y lo "sport", encajando en más perfiles.
- Las apps propias satisfacen la mayoría de necesidades habituales (notificaciones, registro de actividades y sueño, etc.).
- La autonomía es satisfactoria, suele aguantar dos días.
En contra
- Hay algo de "lag", que no llega a ser molesto pero que probablemente pueda corregirse.
- La sensibilidad al movimiento tiene también margen de mejora en cuanto al despertar al levantar, contabilizar movimientos y algún otro aspecto.
- Hay poco software de terceros disponible y se echan en falta apps bastante habituales, como las de redes sociales.
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