'Under the Skin': una impresionante experiencia sensorial de ciencia-ficción y terror que llega a nuestras pantallas siete años tarde

'Under the Skin': una impresionante experiencia sensorial de ciencia-ficción y terror que llega a nuestras pantallas siete años tarde
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Debido al retraso de casi siete años en llegar a nuestras pantallas (esta semana en treinta cines, bastante más de los previstos inicialmente, y en octubre en Filmin), 'Under the Skin' se ha ido ganando cierta fama de película oscura, abstracta e incomprensible. Algo de eso hay en la hipnótica sucesión de crímenes a manos de un depredador alienígena encarnado en Scarlett Johansson, pero la realidad es mucho más prosaica.

El retraso en la llegada de la película a España, como Enrique Costa de Avalon no ha tenido problema en repetir siempre que se le ha preguntado, se ha debido a una cuestión económica. En 2013 y 2014, el film pasó por una buena cantidad de festivales (entre ellos, los españoles de Sitges, Nocturna de Madrid y Gijón) y acabó estrenándose de forma muy limitada en su país de origen, Reino Unido, y apareciendo en formato doméstico en unos cuantos territorios más. Pero su productora, con el fin de recuperar los ocho millones de libras que costó después de que la taquilla no respondiera como esperaba, exigía demasiado dinero a cambio de ceder los derechos de distribución.

Costa esperó el tiempo que fue necesario para poder permitirse la compra y acabó consiguiendo los derechos casi siete años después, en una maniobra de colaboración con Filmin que permitirá que la película se estrene en cines y tarde menos de lo habitual en llegar a streaming. Y además, que tenga también una espectacular edición en DVD y Blu-Ray que incluirá 'The Fall', un escalofriante cortometraje del director de la película, Jonathan Glazer, que como la propia 'Under the Skin', llevaba en letargo desde hace casi siete años. Por desgracia, el estreno de la película, previsto para primavera, tuvo que retrasarse algo más a causa de la pandemia.

Como decimos, este retraso inusual ha otorgado a la película una aureola casi mística y cierta fama de inexpugnable. Su lentísimo ritmo, su persistente e hipnótica banda sonora de Mica Levi y lo abstracto de imágenes como las que abren el film sin duda han hecho mucho por incrementar esa fama. El rosario de opiniones que adornan su trayectoria van de la decepción y la indignación a la catalogación como gran obra maestra del género en esta década, y no solo en lo que atañe al público: también entre la crítica hay una gran diversidad de opiniones.

Historias de una depredadora

'Under the Skin' está basada en una novela del holandés Michel Faber (publicada en España por Anagrama con el título 'Bajo la piel') de la que solo toma el punto de partida: una alienígena bajo la forma de una atractiva mujer viaja en automóvil por Escocia, seduciendo a hombres solitarios y aniquilándolos. Sin embargo, el libro tiene un trasfondo satírico: conoceremos el destino de esos infelices, que son enviados al moribundo planeta de la extraterrestre, convertidos en alimento. Y siendo considerados, de hecho, una delicatessen.

Nada de eso aparece en la película de Jonathan Glazer, director de culto con solo tres películas en su haber, más una buena cantidad de anuncios y videoclips, algunos tan notables como 'Virtual Insanity' de Jamiroquai, 'The Universal' de Blur o 'Karma Police' de Radiohead. Cada una de esas otras películas exhiben estéticas y temas completamente diversos: son la negra comedia criminal 'Sexy Beast' y la desconcertante fantasía oscura 'Reencarnación'. De nuevo alejándose de lo esperable y de la mórbida y ruidosa aproximación a la idea de lo ajeno del texto de Faber, Glazer propone una fantasía mucho más siniestra.

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El espectador nunca llega a saber qué es de los hombres devorados por la alienígena, solo que se sumergen en un asfixiante océano infinito, negro y espeso, donde su humanidad va siendo lentamente extirpada. Se entiende que la voluntad de la mujer no es del todo libre, ya que es observada y vigilada, pero tampoco se advierte disgusto en sus horribles actos, solo la inconsciencia animal de quien se sabe depredador. Su mundo no entiende de compasión ni empatía, y por eso Glazer cuenta una y otra vez el mismo proceso de seducción y aniquilación. Como en un slasher, en la repetición está el mensaje, aunque aquí la meta no es la explosión gore, sino el vacío existencial.

Glazer construye su universo de ficción con Scarlett Johansson como centro absoluto: de la timidez fingida durante la seducción a su fragilidad en el tramo final, pasando por la mirada de extrañeza cuando se observa en el espejo, dando credibilidad al momento clave y bisagra del argumento. Es ella la que, con matices de demoledora exquisitez en su encarnación, sirve de base para una película perpetuamente obsesionada con su cuerpo y sus gestos. La belleza clásica, pero a la vez terrenal y con un punto vulgar de la actriz es perfecta para dar vida a este alien: recuerda en ese sentido a la galáctica apostura de David Bowie, también de físico y belleza idóneos para protagonizar una película de la que 'Under the Skin' es heredera espiritual, 'El hombre que cayó a la Tierra' de Nicolas Roeg.

'Under the Skin': La opinión de Xataka

La película de Glazer alcanza un equilibrio muy complicado entre el enigma visual y las metáforas arriesgadas pero perfectamente comprensibles, como el tramo inicial donde obviamente asistimos al nacimiento de una criatura, incluyendo su descubrimiento del lenguaje. En ese sentido, Glazer ha sido comparado con Stanley Kubrick, y aunque el puente que se tiende entre ambos suena a boutade (y más teniendo Glazer solo tres películas en su haber) es fácil ver las conexiones: la inquietante música minimalista, los especios luminosos y vacíos, el riesgo narrativo, la composición clásica de los planos...

'Under the Skin', con sus silencios, sus actores semiprofesionales, su mensaje deprimente y comprensible de forma intuitiva, sus repulsivos (pero perfectos) efectos especiales y el hecho de no venir acompañada de un libro de instrucciones, no es ciencia-ficción para todos los gustos. Pero su estreno, siete años tarde, llena un vacío que era necesario cubrir: el mismo vacío que salva el puente que se tiende entre el cine artie y de culto y la serie B rebosante de erotismo y violencia. Glazer ha hecho su parte, ahora nos toca a nosotros hacerle justicia después de tantos años.

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