Mucho se está hablando sobre AMD estas últimas semanas: a las declaraciones sobre una posible reestructuración de su negocio le siguieron los rumores sobre una potencial adquisición de Microsoft. La empresa no se pronuncia al respecto, pero sí ha avisado de que sus resultados fiscales para el segundo trimestre del año serán decepcionantes.
Según este fabricante de semiconductores sus ingresos podrían caer un 8% con respecto al mismo periodo del año pasado -ya habían hablado de una caída del 3% previamente-, debido a las bajas ventas de PCs y portátiles equipados con sus APUs, sus soluciones en las que se combina tanto la CPU como la GPU.
Los responsables de AMD -en la imagen, Lisa T. Su, CEO de la firma- indican que los márgenes brutos de beneficio también caerán un 28% frente al 32% que se había esperado originalmente. La baja demanda en sus APUs ha hecho que sus ventas se tengan que centrar estos meses en chips embebidos con menor margen de beneficio. El coste de la transición a tecnologías de fabricación FinFET de 20 nm ha ascendido a 33 millones de dólares, lo que también afecta a las cuentas generales.
Este segundo trimestre será duro tanto para AMD como para el resto de los actores del mercado de los PCs y portátiles: las empresas lo pasan mal en este periodo para luego recuperarse en la segunda mitad del año con las campañas de vuelta al cole y la navidad, que permiten reimpulsar esas ventas de equipos. El lanzamiento de Windows 10 probablemente contribuya a un segundo semestre especialmente interesante. Veremos si lanzamientos como el de las nuevas tarjetas gráficas Fury les ayudan a recuperar el buen tono en su negocio.
Vía | PCWorld
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