Cuando Apple anunció el chip M1 para los nuevos Mac a muchos se nos encendió una bombillita. Resulta que los chips ARM que durante tanto tiempo se habían usado en nuestros móviles también podían tener mucho sentido en portátiles e incluso PCs de sobremesa.
Algunos esperábamos que Microsoft, Qualcomm, Intel y AMD movieran ficha e hiciesen anuncios que quizás implicaran la adopción de chips ARM para portátiles, pero de momento las cosas están totalmente paradas. El último miniPC de desarrollo de Qualcomm es una prueba más que el interés de esos fabricantes de semiconductores y de la propia Microsoft por un Windows 11 en ARM es por ahora inexistente.
¿Esto es todo, Qualcomm?
De los grandes fabricantes de semiconductores, Qualcomm ha sido desde aquel anuncio de Apple la gran esperanza para plantear un rival a los M1 y sus sucesores.
Esas expectativas están aún muy lejos de cumplirse. Qualcomm presentaba estos días el Snapdragon Developer Kit, un miniPC basado en un Snapdragon 7c —ni siquiera su segunda generación, algo más decente— dirigido a desarrolladores que quieran trabajar en aplicaciones para Windows 10 en ARM o también Windows 11 en ARM.
El equipo ni siquiera está destinado a competir con, por ejemplo, el Mac mini M1: mientras que este último tiene un precio oficial de 799 euros, el kit de Qualcomm cuesta 219 dólares y tiene una configuración modesta basada en el citado procesador Snapdragon 7c acompañado de 4 GB de RAM y 64 GB de capacidad de almacenamiento.
Este miniPC ni siquiera está pensado para que los desarrolladores creen sus aplicaciones para Windows 10/11 ARM en él: es más bien una forma sencilla de probarlas, y que este sea uno de los lanzamientos "notables" (con muchas comillas) en el ámbito de Windows 10/11 para ARM dejan clara una cosa: a Microsoft (al menos por ahora) le importa bien poco esta plataforma.
Seguimos teniendo muchas expectativas con Qualcomm, no obstante. La adquisición de Nuvia a principios de año es prometedora, y de hecho en Qualcomm ya dijeron que preparan chips que dejarán atrás a Intel y a AMD en portátiles. Queda por ver si cumplen esa promesa, por supuesto.
Intel tiene Alder Lake, AMD es una incógnita
Lo cierto es que la aparición de los nuevos M1 Pro y M1 Max pone aún más distancia entre lo que Apple plantea para nuestros PCs y portátiles y lo que plantean los Intel y AMD de toda la vida.
La situación actual es curiosa: Intel y AMD parecen estar totalmente confiadas en que la arquitectura x86-64 sigue siendo el futuro de nuestros ordenadores, y sus hojas de producto así lo demuestran. Ninguna de ellas parece estar preocupada en absoluto por los chips de Apple, que han logrado igualar o superar a las propuestas de estos dos gigantes en potencia, pero que lo han hecho con una eficiencia energética asombrosa.
En Intel, eso sí, han dado un giro singular con Alder Lake, una familia de procesadores que adopta la filosofía big.LITTLE y combina núcleos de alto rendimiento con otros de alta eficiencia.
El resultado es de momento muy distinto al logrado por los chips M1 de ARM, y aunque hay ciertos parecidos razonables en la propuesta de Intel, su rendimiento y consumo son una evolución del que teníamos en anteriores familias de Intel: a pesar de que el enfoque ha cambiado, seguimos teniendo chips como el Core i9-12900K que son muy potentes, pero que también consumen mucho.
Con AMD todo es una incógnita, y no parece que en principio la empresa vaya a hacer grandes cambios en su estrategia. El foco seguirá estando en procesadores con arquitectura x86-64 (también llamada AMD64).
La aparición de chips ARM de AMD es, ojo, una posibilidad. Hace pocas semanas aparecieron rumores de que Microsoft y AMD están trabajando en un procesador ARM para portátiles que sería mucho más potente que los que hemos visto en anteriores dispositivos Windows on ARM.
Parece que Samsung podría estar implicada en ese esfuerzo, pero de momento casi todo son promesas en una iniciativa que desde luego pinta tan interesante como el proyecto de NVIDIA, pero que lo tiene todo por demostrar.
Microsoft no dice ni mu (o quizás sí)
Desde luego en Microsoft no parecen estar dispuestos a descubrir sus cartas, si es que tienen alguna escondida en este sentido. No ha habido apenas menciones a Windows 11 en ARM aunque la versión existe y trae cambios aparentemente sensibles para desarrolladores.
De hecho las noticias que llegan sobre el potencial de Windows 11 en ARM lo hacen irónicamente de su rival. Hay quien ha usado los nuevos MacBook Pro con los chips M1 Max para jugar a videojuegos de Windows y comprobar su rendimiento, y esos juegos se ejecutaban sobre una máquina virtual con una imagen de Windows 11 en ARM.
El rendimiento a pesar de lo complejo de ese escenario era bastante decente según esas pruebas —pero cuidado, no todos funcionan y cuando lo hacen puede que no lo hagan de forma fluida en otras pruebas—, y demuestra que Windows 11 en ARM podría comportarse muy bien con un chip nativo adecuado.
Eso incluso teniendo en cuenta que la propia Microsoft volvía a destacar recientemente que lo de usar Windows en los Mac con chips ARM de Apple no era un escenario soportado oficialmente por la compañía.
Hay no obstante pistas que desde luego favorecen un futuro impulso de equipos con chips ARM basados en Windows 11 para ARM. Por ejemplo, la de cómo un antiguo Lumia 950 sigue siendo una herramienta sorprendente para hacer versionesARM64 de estupendas aplicaciones como Files.
El indicio más importante no obstante vino del propio lanzamiento de Windows 11, que soporta la instalación y ejecución de aplicaciones Android. Esa interesante opción se permite en Windows 11 a través del Windows Subsystem for Android, y hace uso de la tecnología Intel Bridge, que como explicaban en Android Central hace uso de un compilador en tiempo de ejecución que se encarga de ofrecer esa posibilidad.
Ese componente es necesario porque hay que "traducir" las aplicaciones Android, diseñadas para procesadores ARM, y que se ejecuten en procesadores x86-64. ¿Qué pasa con los equipos Windows basados en chips ARM? Que esa traducción es innecesaria, y el soporte de Android sería nativo.
Que Microsoft haya ofrecido esa opción en Windows 11 podría ser una señal de que esos equipos acabarán apareciendo y (quizás) que lo harán con muchas más prestaciones que las actuales. De momento parece que ese futuro está lejos y que el mundo de los PCs y portátiles basados en Windows seguirá siendo el que tenemos ahora, pero habrá que estar atentos, porque hay señales de que las cosas podrían cambiar.
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