Después de la "escasez de chips" que ha hecho todo tipo de estragos, China aspira a convertirse en líder mundial de la industria de los semiconductores, pero Estados Unidos está dispuesto a utilizar su poder e influencia para impedirlo. El plan de Washington consiste en asestar un golpe bajo a los asiáticos al impedir que ASML, el mayor fabricante de equipos fotolitográficos del mundo, pueda venderle algunos de sus productos.
De acuerdo a Bloomberg, Estados Unidos está intentando persuadir a Países Bajos, que es donde se encuentra esta empresa encargada de diseñar y fabricar los equipos fotolitográficos que utilizan la mayor parte de los fabricantes de semiconductores en sus instalaciones, para que amplíe las restricciones existentes sobre la venta de sistemas avanzados a China, lo que implicaría ampliar el número de productos prohibidos.
Si Washington consigue su objetivo podría dañar el plan "Made in China 2025", anunciado en 2015, con el que el gigante asiático pretende "dejar de ser la fábrica del mundo" para convertirse en un productor de servicios y productos de mayor valor. Precisamente, uno de los pilares de este plan es conseguir mayor protagonismo en la industria de los semiconductores, pero tiene un talón de Aquiles, la dependencia de los socios externos.
ASML es un actor mundial clave
Pero, ¿cómo limitar las ventas de una compañía podría impactar en los objetivos de toda una nación? Para entenderlo debemos comprender lo importante que es la industria de los semiconductores para China y el rol protagónico que ocupa ASML a nivel global.
China, que ha incrementado su producción de chips en más de un 40%, es actualmente el hogar de fabricantes como Semiconductor Manufacturing International, que prepara una factoría de 2.350 millones de dólares, y Hua Hong Semiconductor. Sus chips se utilizan en una amplia variedad de productos, que van desde los coches hasta los teléfonos inteligentes y televisores.
Ahora bien, de todos los procesos que intervienen en la fabricación de chips, la fotolitografía es tan importante como esencial. Como lo define el experto en esta área, Ignacio Mártil, esta acapara el 50% del tiempo de producción de un circuito integrado y el 30% de su coste. Y para conseguirlo hacen falta unos equipos de alta tecnología que son fabricados por unas pocas empresas en el el mundo, y una de ellas es ASML.
ASML no es el único fabricante de estos equipos, pero es quien controla más de 67% de este mercado. La competencia está conformada por otros actores como Ultratech, Canon y Nikon, pero en un escenario en el que Países Bajos decida ampliar las restricciones contra China, es poco probable que estas otras compañías puedan ocupar su lugar en el corto plazo. ¿La razón? El propio panorama mundial de la industria.
A principios de este año, ASML reconocía que los problemas en la cadena de suministro les estaban impidiendo cumplir con la demanda de equipos. Si bien esperaban enviar más sistemas fotolitográficos que en 2021, el mercado exigía un aumento en la capacidad de producción de un 50%, algo que les llevaría unos dos años alcanzar.
Por último, cabe señalar que dejar a China sin la posibilidad de acceder a los equipos necesarios para fabricar chips puede ser una victoria para algunos pero un problema para otros. La producción de una enorme cantidad de productos tecnológicos se concentra dentro de las fronteras del país asiático, entre ellos las memorias DRAM y 3D NAND, por lo que el golpe podría causar una onda expansiva en la cadena de suministro global.
Imágenes | ASML
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