Durante los últimos tres años los jugadores hemos sido las víctimas de la especulación que ha arrasado el mercado del hardware gráfico. Con la minería de criptomonedas fuera de combate podríamos prever que los precios caerían y todo volvería a la normalidad. Y no ha sido así. Al menos, no del todo.
La recesión económica, la inflación y el encarecimiento de la energía, los productos químicos y los equipos involucrados en la producción de semiconductores están tensionando el mercado al unísono y contribuyendo a incrementar el precio de los dispositivos que incorporan chips de alta integración.
Las tarjetas gráficas no han esquivado esta coyuntura. Durante las últimas semanas NVIDIA y AMD han presentado sus nuevas propuestas, y sus precios las colocan fuera del alcance de la mayor parte de los usuarios. No podemos pasar por alto que todas ellas son soluciones de gama alta, pero, aun así, aunque contemplemos la inflación una de estas tarjetas cuesta en 2022 más que una solución equiparable hace cuatro o cinco años.
Muchos entusiastas están dispuestos a pagar los precios que nos piden las marcas
Los usuarios tenemos derecho a manifestar nuestra disconformidad con el precio que tienen los productos en los que estamos interesados, sobre todo cuando hemos presenciado que se ha incrementado perceptiblemente en un plazo de tiempo relativamente breve. Aun así, el comportamiento del mercado de las tarjetas gráficas no está alineado actualmente con la incomodidad que expresan muchos jugadores.
Estas declaraciones de Colette Kress, la directora financiera de NVIDIA, ilustran qué tenemos entre manos:
Nuestra nueva arquitectura de GPU Ada Lovelace ha tenido un lanzamiento excepcional. La primera tarjeta gráfica que hemos lanzado con esta microarquitectura, la GeForce RTX 4090, llegó a las tiendas a mediados de octubre, y la demanda ha sido tremenda. Además, la opinión de la comunidad de jugadores ha sido positiva. Lo hemos vendido todo con mucha rapidez en muchas ubicaciones y estamos trabajando duro para dar una respuesta a esta demanda.
No sabemos exactamente cuántas GeForce RTX 4090 y 4080 han colocado en las tiendas NVIDIA y los integradores como ASUS o Gigabyte, entre otros, pero podemos estar seguros de que no han sido pocas. TSMC no asigna uno de sus nodos litográficos más avanzados a un cliente si previamente no existe el compromiso de producir una cantidad mínima de chips de alta integración. No obstante, tenemos un dato muy revelador: NVIDIA hasta ahora ha vendido más de 100.000 GeForce RTX 4090.
Una conclusión razonable a la que podemos llegar es que hay muchos entusiastas de los juegos dispuestos a pagar los precios que nos piden los fabricantes. De lo contrario no existiría este apetito por hacerse con las nuevas, ambiciosas y poco asequibles GeForce RTX 40 que ya están en las tiendas.
Crucemos los dedos para que las propuestas de gama media tengan unos precios mucho más comedidos
No tenemos una bola de cristal que nos permita anticipar cuánto nos costarán las próximas generaciones de tarjetas gráficas de gama alta, pero parece poco probable que la tendencia actual se vaya a revertir. Posiblemente los precios de lanzamiento no bajarán, pero aún hay esperanza.
Crucemos los dedos para que las propuestas de gama media tanto de NVIDIA como de AMD que llegarán durante los próximos meses tengan unos precios mucho más comedidos y su rendimiento esté a la altura. De hecho, debería estarlo. Las microarquitecturas Ada Lovelace y RDNA 3 incorporan innovaciones muy interesantes, y quizá estas tarjetas sí estén al alcance de muchos más entusiastas de los juegos.
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