Vivimos tiempos tan desquiciadamente interesantes que va a bastar con sentarse delante de un termómetro para vivir un evento realmente histórico. Y es que del miércoles al sábado, las temperaturas de la península no van a dejar de subir y subir en lo que, según el criterio de la AEMET, parece que va a ser la ola de calor más temprana desde que tenemos registros.
Calor, calor y más calor. Hoy miércoles arranca este “importante episodio cálido” que afecta a toda Europa y va a situar los termómetros del país (con la excepción de Canarias y el norte peninsular) entre 10 y 15 grados por encima de lo normal. Hasta ahora, las olas de calor "oficiales" más tempranas en los registros tuvieron lugar el 11 de junio de 1981 y el 13 de junio de 2017. Si finalmente se cumplen todos los requisitos para denominarse como 'ola de calor' (que son muchos y muy estrictos), estaremos hablando de un adelanto de prácticamente un mes.
Y lo peor es que lo veíamos venir. Como lleva explicando años la propia AEMET, “el número de días con ola de calor aumenta a razón de 2,2 días cada 10 años”. Así hemos pasado de 2,8 días (con 0,8 episodios) en el periodo de 1975-79 a 16,6 días (con 3,2 episodios cada año) en el periodo 2016 a 2020. Las
¿Por qué pasa esto ahora? No será una sorpresa, pero es legítimo preguntarse qué está pasando para que nos estemos dando de bruces con esto ahora. Las causas son viejas conocidas: estamos en una situación de gran estabilidad meteorológica, fuerte insolación y, por si fuera poco, se espera una masa de aire cálido de origen africano que redondeará el episodio cálido justo en su pico: viernes y sábado. De hecho, vinculado a esto se espera también un episodio moderado de calima.
¿Qué podemos esperar? Calor, mucho calor. Además, en un momento en el que estamos mucho peor preparados de lo habitual para hacer frente a él. No está más recordar que cosas como usar la ropa adecuada (demasiada ropa puede dificultad la sudoración y hay que recordar que el sudor es nuestro principal sistema biológico de refrigeración), no hacer ejercicio a las horas más calurosas o estar bien hidratados (el agua puede ser un gran aliado según como la utilicemos) pueden ayudarnos a prevenir los principales problemas sanitarios de la ola de calor.
Una tormenta (de calor) perfecta. Al fin y al cabo, si las predicciones se cumplen, no solo estaremos ante la ola de calor más precoz de la historia, sino ante la más importante de los últimos veinte años en la península y en Baleares. Y esto es, sobre todo, un aviso a navegantes. Porque va a ir a más. Como señalaba Roberto Granda hace unos días, si nos fijamos en el primer día del año que supera los 30 grados, veremos que desde en las últimas décadas ese día no hace sino adelantarse. Si en los 60, lo normal era que los 30 grados se alcanzasen en junio, en las últimas décadas ese límite suele alcanzarse en mayo. En 2022 los superamos el día 10 de mayo y, a la luz de lo que viene, no sería raro que superáramos los 40 en los próximos días.
No obstante, esto es solo una parte de un problema que va mucho más allá: basta recordar que más del 20% del país ya está desertificado y que, por muy poco, la sequía de 2017 no fue la más salvaje en 320 años. Esto es solo un síntoma, la enfermedad subyacente sigue ahí fuera.
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