Un asteroide extinguió a los dinosaurios hace 66 millones de años. A cambio sembró algo más importante: el vino

La vida está llena de sorpresas. La apasionante relación entre la uva y el fin de los dinosaurios es una de ellas

vino
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

A priori, lo último que piensas degustando una copa de vino es que ese momento se debe, en parte, a una roca que llegó del espacio exterior. Sin embargo, la vida está llena de momentos y consecuencias inesperadas. Aquella pieza cósmica terminó con una de las criaturas más fascinantes que jamás hayan vagado por el planeta. Pero a cambio nos dieron el germen de lo que luego se convirtió en toda una industria del placer y los sentidos: la vinícola.

El asteroide y la uva. Un grupo de investigadores se adentró en las selvas de Colombia, Panamá y Perú en busca de semillas de uva fosilizadas. Encontraron unas que tienen entre 60 y 19 millones de años. Dicho de otra forma, es el ejemplo de uva más antigua jamás encontrada en el hemisferio occidental, y creen que la proliferación de la fruta se debe a la extinción del Cretácico-Paleógeno.

Las semillas fosilizadas más antiguas conocidas de la familia de las uva, encontradas en India, tienen 66 millones de años y coinciden con la época del impacto de Chicxulub, que acabó con los dinosaurios no aviares y el 76% de todas las especies vivas del planeta. El nuevo trabajo viene a decirnos que también podría haber hecho maravillas con los antepasados ​​de las uvas.

Unfiltered Oldest Grapeseed Fossil Archaeology 070224 1600 Jpg El fósil de semilla encontrado

La primera semilla. En 2022, la científica del Museo de Chicago e investigadora principal del nuevo estudio, Fabiany Herrera, y su equipo, encontraron un registro fósil clave dentro de una roca de 60 millones de años en los Andes colombianos. Tras identificarlo, utilizaron tomografías computarizadas para mirar el interior, confirmando una semilla de uva y nombrando a la especie Lithouva susmanii.

La uva, junto con los demás fósiles que estudiaron, pertenece a la familia Vitaceae, que incluye la especie Vitis vinifera utilizada en la mayor parte de la elaboración de vino en el mundo en la actualidad. Muchos antes, en 2013, se descubrió el fósil de semilla de uva más antiguo conocido en la India. Sin embargo, Herrera encontró que éste último era sólo 6 millones de años más antigua que la semilla de Lithouva. La clave: el meteorito.

La extinción como prueba final. Como explica en el nuevo estudio, no puede ser una coincidencia que hace unos 66 millones de años, un asteroide masivo se estrelló contra la Tierra, provocando el Cretácico. El evento de extinción paleógena que aniquiló a todas las especies de dinosaurios no aviares del planeta.

Herrera Herrera con el fósil

Un reseteo. Como explica Herrera, aunque el impacto del meteorito fue tremendo, “el evento de extinción tuvo un gran impacto también en las plantas. El bosque se reinició, de una manera que cambió la composición de las plantas. Estas son las uvas más antiguas jamás encontradas en esta parte del mundo, y son unos millones de años más jóvenes que las más antiguas jamás encontradas en el otro lado del planeta”.

¿Qué significa eso? Según la investigadora, el descubrimiento es importante porque muestra que después de la extinción de los dinosaurios, las uvas realmente comenzaron a extenderse por todo el mundo. De hecho, el equipo cree que la ausencia de animales masivos tras la extinción podría haber sido clave. Los bosques cambiaron y las uvas (entre otras especies) encontraron la oportunidad adecuada para proliferar y extenderse por todo el mundo.

En este sentido, el trabajo sugiere que con los dinosaurios todo era más complicado, ya que alteraban los ecosistemas que los rodean, “derribando bosques y manteniéndolos más abiertos de lo que están hoy”.

La uva sin los dinos. Así dieron con algo: en el registro fósil comenzaron a ver más plantas que usaban enredaderas para trepar a los árboles, “como las uvas, en esta época", dice Herrera. Los investigadores sugieren que sin los dinosaurios derribando árboles, los bosques se volvieron más densos, y eso significa más troncos y ramas para que esas enredaderas trepen y prosperen. Además, un número cada vez mayor de aves y mamíferos hambrientos de uvas puede haber ayudado a esparcir las semillas de las vides.

Por último, el trabajo también arroja luz sobre las crisis de biodiversidad, “son un grupo que ha sufrido mucha extinción en América Central y del Sur, aunque también lograron adaptarse y sobrevivir en otras partes del mundo”, zanjan.

Imagen | Matthew Rogers, PICRYL, Fabiany Herrera

En Xataka | Museos con dinosaurios hay muchos, pero con una pareja de Tiranosaurios teniendo sexo solo uno (y está en Asturias)

En Xataka | Los reptiles dominaron los mares antes de la llegada de los dinosaurios. Y solo ahora estamos descubriendo en qué medida

Inicio