Si un antiguo trabajador de North Antelope Rochelle, la gigantesca mina de carbón situada en el condado de Campbell, Wyoming, volviese hoy al yacimiento tras 20 años sin pisar la zona lo más probable es que no la reconozca. O le lleve su tiempo, al menos. La razón, muy simple: desde que se puso en marcha, en la década de 1980 —en un inicio como dos yacimientos separados: North Antelope y Rochelle—, ha crecido y transformado el paisaje, ensanchando su huella.
Desde los 80 ha cambiado el yacimiento.
Y ha cambiado, y mucho, su entorno.
Google Earth Engine nos permite apreciar la evolución de la explotación y sus alrededores desde prácticamente sus inicios, a mediados de los 80. Y a vista de satélite. Gracias a la secuencia de imágenes captadas entre 1984 y 2020, la herramienta ayuda a apreciar cómo la explotación ha cambiado de forma radical su entorno. La influencia en la cuenca del Powder es evidente.
No es la única transformación generada por una explotación minera que Google Earth Engine se ha encargado de retratar año a año y a golpe de imagen satelital. Otra huella considerable es la que ha dejado con el paso de las décadas la extracción petrolera de arenas bituminosas de Alberta, en Canadá. Su impacto es claro además tanto en su entorno como a nivel global.
En 2013 Scientific American publicó un análisis en el que calculaba que, con la tecnología que entonces se manejaba, la arenas bituminosas almacenaban el equivalente a 170.000 millones de barriles de petróleo recuperables. El dato es bastante mayor si se tiene en cuenta todos los recursos ocultos bajo tierra. A modo de ejemplo, John Abraham, de la Saint Thomas University, calculaba que si se quemase todo el petróleo del yacimiento el impacto sobre el medio sería más que notable.
Otro punto que no se ha escapado al análisis de Google Earth es el yacimiento de Shenhua Haerwusu, al este de Xujiawan y la mayor mina de carbón de China. La transformación del entorno a lo largo de las últimas décadas ha sido notable. Se calcula que sus reservas de carbón recuperable superan las 1.700 millones de toneladas y se distribuye, en total, en un área de 67 km2.
A pesar de lo acelerada que ha sido la transformación y de que su influencia resulta ya más que visible en el entorno, la explotación de Haerwusu es bastante joven. Su producción se inició en 2008 y desde entonces se ha convertido en una de las grandes minas a cielo abierto del Gigante Asiático. El yacimiento se sitúa en medio de la cuenca minera de Zhungeer y en el momento de su apertura los expertos estiman que disponía de 1.730 millones de toneladas en reservas de carbón.
Imágenes | Google Earth Engine
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