Tras un infierno de dos años, el sector olivarero ve por fin la luz al final del túnel: los olivos de la mayor parte de España han superado con éxito uno de los momentos más críticos del año, la floración. Y eso significa que estamos en el camino indicado para conseguir "una buena cosecha de aceite".
Pero la noticia es aún mejor porque no es solo algo español. Según las primeras estimaciones de la Sociedad Científica de Enciclopedistas del Olivo (E4), la producción mundial del aceite de oliva volverá a su media histórica este 2024/2025.
La crisis del aceite está a pocos meses de convertirse en cosa del pasado.
Un campo lleno de flores. En general, la floración del olivo en España (y en el resto de la cuenca mediterránea) suele ocurrir entre mayo y junio. Empieza cuando las temperaturas medias diarias se quedan en torno a los 18 grados.
La clave aquí es que, mientras dura esa floración, no puede haber grandes heladas ni grandes periodos de calor intenso porque la flor se quema. Es uno de los problemas que hemos sufrido estos años. Es la bala que acabamos de esquivar.
"Necesitaremos también que el nivel de precipitaciones siga acompañando, que sigamos teniendo lluvias en todas las fases que tenemos que seguir avanzando en el camino a la recolección", explicaba Cristóbal Cano, el secretario general de UPA en Andalucía y Jaén, en la Cadena Ser. Es decir, no podemos "lanzar las campanas al vuelo", pero "las perspectivas son buenas".
¿Y en el resto del mundo? También lo son. Según el estudio coordinado por Dimitra Aliefs, doctora en economía, experta en comercio internacional de aceite de oliva y miembro de E4, durante la próxima campaña se producirán en torno a 3,2 millones de toneladas de aceite de oliva.
En general, excepto Italia que sigue en su particular pérdida de peso olivarero y los países del norte de África que aún no se han repuesto de la sequía, los grandes productores mundiales mejoran (y mucho) sus previsiones de producción. Son, evidentemente, muy buenas noticias.
Y eso tirará de los precios hacia abajo. Como explican en Olimerca, "las actividades iniciales del mercado de futuros sugieren una tendencia hacia precios más bajos, con precios mayoristas posiblemente acercándose a los 5 euros o ligeramente más bajos por kilo en enero de 2025".
Evidentemente, hablamos de estimaciones. Pero como señalan los analistas, las estimaciones son claves en un sector que lleva arrastrando pérdidas millonarias varios años. De esta forma, todo parece indicar que el precio bajará significativamente, pero en los próximos meses se juega mucho más: se va a definir el futuro el olivar mediterráneo. Y hay mucho actores en juego.
Imagen | Boxley
En Xataka | Hace tanto calor que la flor de la aceituna ya se está quemando. Es un desastre para el aceite de oliva
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