A mediados del pasado mes de enero os contamos que durante 2024 la industria de los semiconductores de China ha producido un 12,5% más que en 2023. No está nada mal, sobre todo si tenemos presente que las sanciones de EEUU y sus aliados impiden a los fabricantes chinos de circuitos integrados acceder a los equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) que produce la compañía neerlandesa ASML. Y desde principios de 2024 tampoco pueden comprar más máquinas de litografía de ultravioleta profundo (UVP).
En la coyuntura actual es razonable que nos preguntemos de qué tipo son los circuitos integrados que están produciendo de forma masiva los fabricantes chinos. Y la respuesta es muy reveladora: se trata de chips derivados de tecnologías de integración maduras, habitualmente de 28 nm o menos avanzadas. Al fin y al cabo los semiconductores que encontramos mayoritariamente en los dispositivos electrónicos, los electrodomésticos o los coches, entre otros productos, han sido producidos utilizándolas.
Las sanciones dificultan la producción de chips de vanguardia a SMIC
Buena parte de los fabricantes chinos de chips, como Hua Hong Semiconductor, China Resources Microelectronics o Guangzhou ZenSemi, está fabricando circuitos integrados de 28 nm o con tecnologías aún más maduras. Y la empresa Beijing Yandong Microelectronics (YDME) va a construir una planta de 4.600 millones de dólares expresamente para producir semiconductores de 28 nm en obleas de 300 mm. Es evidente que estas compañías no se volcarían de esta forma en la fabricación de chips maduros si no fuese una estrategia rentable, y, sobre todo, necesaria para sostener la industria china de los circuitos integrados en un momento tan crítico como el actual.
SMIC tiene la capacidad de fabricar circuitos integrados de 7 nm. Y probablemente también de 5 nm
Sin embargo, el negocio de SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corp), que es el mayor fabricante chino de semiconductores con una cuota en el mercado mundial de alrededor del 5%, va por otros derroteros. Esta compañía tiene actualmente la capacidad de fabricar circuitos integrados de 7 nm. Y probablemente también de 5 nm. Lo sabemos con total certeza porque esta empresa fabrica, por ejemplo, el SoC Kirin 9000S integrado en el smartphone Mate 60 Pro de Huawei, que ha sido escrupulosamente analizado por varios laboratorios alineados con EEUU, como el canadiense TechInsights.
A diferencia de la mayor parte de los fabricantes chinos de circuitos integrados, SMIC no vive de los chips maduros. Su negocio gira alrededor de los semiconductores de vanguardia. Para fabricar los circuitos de 7 nm que está entregando a Huawei y otros clientes utilizando los equipos de litografía UVP que tiene en su poder se ha visto obligada a recurrir a una técnica conocida como multiple patterning. Y esta estrategia tiene dos problemas: tiene un impacto al alza en el coste de los chips y a la baja en la capacidad de producción.
Además, es importante que no pasemos por alto que las sanciones desplegadas por EEUU y Países Bajos impiden a SMIC comprar más equipos UVP a ASML. Y tampoco tiene acceso a algunos servicios de mantenimiento y soporte. Estas circunstancias han provocado que su rendimiento y su competitividad durante 2024 se hayan deteriorado, y como consecuencia sus beneficios han caído un 45%: de los 902,5 millones de dólares que alcanzó en 2023 a 492,7 millones en 2024. No cabe duda de que es un golpe duro para una empresa con la envergadura que tiene SMIC, por lo que será interesante comprobar cómo reacciona durante 2025 para mejorar su competitividad.
Más información | SCMP
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5 comentarios
pedrosalguera
Hace meses que vengo diciéndolo y aquí la gente sin entenderlo y discutiéndomelo: sin los equipos UVE, SIMC pierde dinero a paladas
fomlimalma
Pero no decían lynx y el resto de oligofrénicos que las sanciones no sirven para nada y que china ya domina el mundo 🤣😂