La tensión entre Estados Unidos y China va en aumento. El pasado 7 de octubre de 2022 el Gobierno estadounidense incrementó la presión sobre la Administración de Xi Jinping al incluir toda la industria china de los semiconductores en la lista que refleja el alcance de sus sanciones. Su propósito es frenar su desarrollo tecnológico, y la manera más eficaz de lograrlo pasa por impedir que China acceda a los equipos de litografía más avanzados. Como cabía esperar, este gigantesco país asiático no ha permanecido impasible.
El pasado 31 de marzo la Administración del Ciberespacio de China (CAC por su sigla en inglés), que es el regulador chino de internet, puso en marcha una investigación que tenía como propósito auditar al mayor fabricante estadounidense de chips de memoria. Este organismo sospechaba que los chips de memoria DRAM que fabrica Micron Technology tienen la capacidad de comprometer la seguridad de su nación. Sus conclusiones definitivas acaban de ver la luz y dejan a esta empresa estadounidense en una posición comprometida.
China no se fía de los circuitos integrados que fabrica Micron Technology
La resolución de la Administración del Ciberespacio de China es tajante: "Nuestro análisis ha desvelado que los productos de Micron conllevan unos riesgos serios en el ámbito de la seguridad de las redes, lo que compromete de una manera significativa la seguridad de la información crítica vinculada a la cadena de suministro de China, y, por consiguiente, también la seguridad nacional". Son palabras mayores que igualan el tono utilizado por Estados Unidos en sus sanciones destinadas a los fabricantes de circuitos integrados chinos.
Para Micron esta sanción es un problema muy serio. Actualmente el 10% de sus ingresos procede del mercado chino
Lo que la resolución de CAC no especifica es qué riesgos ha identificado en los chips de Micron, y tampoco qué productos concretos están afectados. Aun así, en la práctica sus conclusiones impedirán a esta empresa estadounidense vender sus soluciones en China, aunque todavía no está del todo claro cuál será su alcance y cuándo entrará en vigor la prohibición. En cualquier caso, para Micron esta sanción representa un problema muy serio. Y es que actualmente el 10% de sus ingresos procede del mercado chino.
Este fabricante de memorias estadounidense ha confirmado que está cooperando con la Administración china. Aunque no han trascendido los detalles de su negociación con toda probabilidad está intentando evitar que la sanción de CAC entre en vigor. No obstante, Micron no está solo. Cuenta con la complicidad del Gobierno de EEUU. De hecho, a finales del pasado mes de abril la Administración de Joe Biden tomó cartas en el asunto para proteger los intereses de Micron. Y para lograrlo no dudó en involucrar en este conflicto a los dos grandes fabricantes de memorias surcoreanos.
El Ejecutivo estadounidense ha pedido a su homólogo surcoreano que Samsung Electronics y SK Hynix, que son los mayores fabricantes de chips de memoria de Corea del Sur, dejen de suministrar estos semiconductores a China si finalmente Micron se ve excluida de este mercado. Todavía es pronto para saber si esta petición de EEUU fructificará, pero es evidente que si lo hace la tensión entre China y la alianza de países que persigue zancadillear su desarrollo tecnológico alcanzará un nuevo estatus. Ahora mismo es muy improbable que a corto plazo se produzca un desenlace amistoso.
Imagen de portada: Xataka con Midjourney
Más información: SCMP
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