Con el auge del delivery durante la pandemia, las cocinas fantasma se han convertido en un negocio cada vez más popular. Restaurantes virtuales sin mesas ni camareros; completamente orientados a la venta online. Desde hace años las empresas de reparto a domicilio han probado con estos locales, así como con las dark stores, tiendas que se destinan sólo a la operativa online. En algunos casos abiertas para recogidas y devoluciones, pero principalmente orientadas a ser almacenes cercanos a los domicilios de destino.
La industria alimentaria, con empresas como Pescanova o Campofrío, está lanzando sus propios restaurantes virtuales. Por el momento son pruebas pilotos y locales puntuales, pero a nivel global está habiendo un movimiento mucho más serio que va más allá únicamente de la restauración.
Ahora, compañías españolas como Glovo quieren intentar convertirse en uno de los referentes de la entrega domicilio y anuncian que van a expandir notablemente su número de dark stores.
El boom del 'delivery' aumenta el interés en este tipo de locales
Oscar Pierre, CEO de Glovo, explica a Financial Times que planean abrir hasta 100 nuevas 'dark store' durante este 2021, en Europa, Oriente Media y África. Un aumento que viene precipitado por los 450 millones de euros obtenidos durante la última ronda de financiación.
Actualmente Glovo dispone de estos locales en Barcelona, Madrid, Lisboa y Milán, pero ya ha anunciado aperturas en otras ciudades españolas como Valencia, ciudades europeas como Roma u Oporto y, según apunta ahora la compañía, también se abrirán en otros continentes. En total, el objetivo de la empresa española es alcanzar las 200 'dark stores' a finales de 2021.
"Creo que va a pasar lo mismo que con los Groupons del mundo y hace unos años con los patinetes", opina Pierre, refiriéndose al boom que actualmente está experimentando el envío de comida a domicilio pero donde los próximos años podría alcanzar la madurez y únicamente un par de empresas por ciudad logren retener suficiente mercado para ser viables.
No parece ser todavía el caso actual, tenido en cuenta el alto volumen de inversiones en este tipo de empresas. Solo en lo que llevamos de año se han invertido más de 8.000 millones de euros en startups de delivery, superando en solo cuatro meses de 2021 todo el volumen de inversiones que se hizo en 2020.
Además de startups consolidadas como Deliveroo o DooDash, empresas como Getir (Estambul), goPuff (Philadelphia), Gorillas (Berlín) o la propia Glovo (Barcelona) han recibido cientos de millones de euros en nuevas rondas de financiación para expandir su modelo de negocio. Uno que según defienden estas propias compañías, pasa por el auge de las cocinas fantasma para la entrega de comida o las dark stores para la entrega de productos de supermercado.
El lema de Gorillas ("Más rápido que tú"), resume bien las promesas de este modelo de negocio. El objetivo es agilizar los tiempos de entrega y que los mensajeros lleguen en menos tiempo del que incluso llevaría al usuario a ir a la tienda.
Para conseguirlo hace falta acercar el origen de la comida o los productos a los domicilios e inevitablemente para continuar mejorando este punto hace falta expandir el número de cocinas fantasma o almacenes virtuales. Habrá que esperar para ver cómo evoluciona el sector del delivery, si estas dark store terminan estableciéndose y qué tipo de regulación se les aplica.
En el lado del envío de comida, las cocinas fantasma son un fenómeno mundial que, según datos de Euromonitor, está liderado por China con más de 7.500 dark kitchens. Muy por encima de las 1.500 de los EE.UU o las 750 de Reino Unido. Este año, mediante el impulso de compañías como Glovo, España también quiere tener relevancia en este modelo vía la creación de decenas de nuevas dark store para impulsar su entrega de productos.
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