En 2020, impulsado por la necesidad de una pandemia, se puso en marcha uno de los mayores experimentos en el ámbito laboral: el teletrabajo. Una modalidad minoritaria hasta aquel momento pero que, según los últimos datos del INE de 2023, actualmente utiliza el 13,8% de las personas ocupadas en España.
La tercera edición del informe Teletrabajo: una realidad tras la pandemia 2024 elaborado por Eada Business School hace una radiografía de la evolución del teletrabajo en España entre 2020 y 2024. El estudio se basa en una encuesta a 638 personas de todo el espectro empresarial y muestra las fortalezas y debilidades de este modelo de jornada laboral.
Hemos aprendido a teletrabajar. Según los datos del informe, el 72% de los encuestados piensa que cumple con los objetivos semanales, frente al 63% que lo hacía en 2021, y el 57% declara no tener problemas para separa el tiempo personal del profesional, frente al 36% de 2020. Además, el 51% cree que es más productivo cuando trabaja desde casa, cuando en 2021 solo un 41% lo pensaba. Solo el 18% piensa que es más productivo trabajando en la oficina, mientras que el 31% cree que es igual de productivo en casa que en la oficina.
“Hemos aprendido de la experiencia, en este caso inicialmente forzada por las circunstancias. Tanto las empresas como los profesionales hemos ido adquiriendo habilidades que nos permiten aprovechar la modalidad del teletrabajo”, declara Aline Masuda, directora del estudio.
Los jefes mantienen sus dudas. Si algo no ha cambiado en los cuatro años en los que el teletrabajo se ha impuesto como un modelo de trabajo válido, es el recelo de los jefes. El 13,8% de los directivos sigue creyendo que el teletrabajo empeora la productividad, mientras que el 47,1% piensa que no importa desde donde se trabaje.
Los responsables de los empleados en remoto se muestran muchomás confiados en sus capacidades que en las de sus empleados. El 90% considera que está capacitado para liderar un equipo en remoto, mientras que solo un 4,6% reconoce no estarlo.
El punto de equilibrio entre teletrabajo y trabajo híbrido. Uno de los puntos más destacados que muestra el informe de Eada Business School es el declive de la oferta de trabajo remoto. Según este informe, en 27% de los encuestados afirma que su empresa ha reducido significativamente el teletrabajo, y un 7% afirma que la empresa ha eliminado totalmente esa opción. En 2024 estamos viendo un importante retroceso en la capacidad de elección de la jornada laboral, donde un 39% de los empleados no puede elegir su modalidad de trabajo frente al 30% de 2021, y sí puede elegirla el 61% frente al 70% que podía hacerlo hace tres años.
En contrapartida, se ha extendido el modelo de trabajo híbrido, donde el 81% de las empresas ofrecen la posibilidad de trabajar algún día a la semana. Un 29% apuesta por teletrabajar dos días por semana con tres días de presencial en la oficina, seguido por el 23% que teletrabaja un día a la semana. Solo el 18% de los encuestados tiene la opción de hacerlo todos los días.
Si no hay teletrabajo me voy. Le encuesta también muestra un incremento en la valoración del teletrabajo. El 64% de los encuestados ve al teletrabajo como un beneficio y solo el 34% lo aprecia como un derecho. De hecho, el 57% de los empleados buscaría otro empleo si su empresa no le permitiese teletrabajar, frente al 43% que no contempla esa opción.
La directora del estudio destaca que: “No todo el mundo quiera teletrabajar, pero si quieren tener la posibilidad de hacerlo llegado el momento”. El 91% de los encuestados afirma que el teletrabajo ha llegado para quedarse, mientras que el 9% opina que terminará por ser una opción residual a determinados puestos específicos.
Mujeres y jóvenes los más comprometidos. Los datos revelan sin lugar a dudas qué sectores de la población son los más comprometidos con el modelo de trabajo en remoto. El 64% de las mujeres afirma que buscaría otro empleo si su empresa no le ofreciera opción de teletrabajo. Este dato se refuerza con los datos del INE sobre la jornada partida y el impacto de los cuidados familiares en la carrera laboral de las mujeres y los beneficios de la conciliación familiar del teletrabajo.
Por su parte, los jóvenes de la generación Z (hasta 25 años) son los que más valoran el teletrabajo. El 75% de ellos afirman que cambiarían de empleo si no pueden teletrabajar, seguido por los millennials con un 72%. Los hombres de más de 40 años conforman el perfil más conservador.
El coste de teletrabajo. La Ley del Teletrabajo reguló las obligaciones de empresas y empleados con respecto al teletrabajo. En ella se especificaba qué partidas y gastos debían cubrir las empresas y cuales corrían a cargo de los empleados a partir del 30% de la jornada en remoto. Por ese motivo, algunas empresas están limitando el teletrabajo. Según los datos del informe, el 71% de las empresas no asume costes por el teletrabajo en forma de electricidad, mobiliario ergonómico o equipamiento.
Imagen | Rubén Andrés
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