Que cerrar las puertas al teletrabajo tiene un coste en talento y oportunidades es algo que las compañías intuyen desde hace ya bastante tiempo. Al fin y al cabo el número de candidatos baja de forma considerable cuando, además de competencias, un perfil concreto y experiencia, la empresa les exige un requisito fundamental: que residan en la misma ciudad en la que está el puesto vacante o, en caso que vivan lejos, estén dispuestos a hacer las maletas y mudarse.
De un mundo de posibilidades se pasa a una ciudad de posibilidades.
El reto hasta ahora estaba en ir más allá de la simple intuición. Pasar de lo que indica el sentido común a las cifras: ¿A cuánto asciende exactamente el coste de renunciar al teletrabajo?
Cuando la distancia no importa
El informe salarial de Hired nos permite hacernos una idea, al menos entre personal técnico y el ruedo tecnológico. La firma, que analiza las tendencias en el sector, sobre todo para desarrolladores, ha sondeado a los solicitantes de empleo activos en su plataforma sobre un tema clave: cómo ven la posibilidad de ocupar puesto en remoto. Las opciones que planteo fueron tres: si rechazaban la idea, estaban abiertos a ella o, por el contrario, era el único escenario que les resultaba aceptable.
Los resultados los ha plasmado en un gráfico que deja conclusiones interesantes.
La principal, como recoge David Bonilla, es que una empresa que cierre las puertas al teletrabajo reduce de forma considerable sus posibilidades de encontrar talento. Alrededor de un 25%. ¿Qué dicen los datos exactamente? Que el 61% de los encuestados están abiertos al trabajo en remoto, el 32% lo consideran su única opción y apenas el 7% asegura no contemplar esa posibilidad laboral.
Hasta ahora sabíamos que una empresa reduce la posibilidad de encontrar talento técnico si no ofrece trabajo remoto. Gracias al Informe Salarial de Hired en 2022, ya sabemos cuanto: un 25% pic.twitter.com/Uh0tq0C14d
— David Bonilla (@david_bonilla) September 22, 2022
Según los datos de Hired, las compañías que ofrecen teletrabajo pueden optar así al 93% de sus encuestados —la suma de quienes solo quieren realizar sus funciones desde casa y os que no se cierran en banda a esa posibilidad—, mientras que las que exigen a sus empleados que trabajen en sus instalaciones aspiran al 68% de los candidatos, la suma, en ese caso, de los indiferentes y el 7% que rechaza ya de entrada cualquier posibilidad de desempeñar sus tareas en su hogar.
El informe de Hired no deja solo una foto fija. Su estudio permite ver cómo ha evolucionado la disponibilidad de los candidatos de su plataforma, al menos a lo largo de los últimos meses. Y la tendencia es clara: cada vez son más quienes rechazan de entrada ir todos los días a la oficina.
Si en junio del año pasado solo el 13% aseguraba contemplar el trabajo en remoto como su única opción, el pasado junio representaban ya el 32%. Su porcentaje aumenta a costa de los indiferentes, que durante el mismo período pasaron de representar el 81% al 61%. Se mantiene más o menos estable la porción de quienes prefieren el trabajo presencial, que a lo largo del último año se han movido en una horquilla relativamente pequeña acotada entre el cuatro y ocho por ciento.
Otra perspectiva interesante que deja el dosier es que el teletrabajo está abriendo la reserva de talento a las empresas, brindándoles la posibilidad de "pescar" en mercados alejados de sus oficinas o las instalaciones en las que concentran su equipo. Para una vacante, señala, los entrevistadores hablaron con candidatos de un promedio de 4,4 mercados y 2,1 zonas horarias distintas.
Imágenes | Arlington Research (Unsplash)
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