La incorporación de la generación Z al mercado laboral no está siguiendo los mismos patrones que se vieron en otras generaciones. El parón provocado por la pandemia y el cambio de modelos de jornada ha hecho que esta incorporación se esté llevando a cabo bajo unos términos muy particulares.
El auge del teletrabajo y los modelos híbridos trajeron los escritorios compartidos y las zonas comunes abiertas. El creciente interés por volver a la oficina está impulsando que las empresas asignen mesas fijas a sus empleados como incentivo para reforzar el sentimiento de pertenencia al lugar. Con ello, una nueva tendencia en redes sociales para la generación Z: la personalización de la mesa de trabajo.
Tener una mesa para trabajar es ahora un privilegio. Business Insider recogía el testimonio de Maïa Maury, una joven francesa de 25 años que trabaja en Estados Unidos, a la que han asignado un escritorio fijo en la empresa para la que ha comenzado a trabajar.
Tener una mesa asignada a la que llegar cada mañana, que para muchos boomers o millennials puede parecer algo carente de toda importancia, no lo es tanto en un escenario laboral en el que el trabajo híbrido ha cambiado las dimensiones y el uso del espacio de oficina. Ni los empleados de Google se libran ya de compartir mesa con sus compañeros.
Sentirse en casa trabajando en la oficina. Influenciada por videos en TikTok sobre decoración de espacios de trabajo en casa, Maïa decidió aplicar esa personalización a su cubículo para hacerlo más acogedor. Invirtió más de 200 dólares en accesorios para hacerlo más personal y subió su proyecto a TikTok.
Hoy, su vídeo ya cuenta con más de 11,6 millones de visitas. "Es un poco deprimente estar encerrado más de ocho horas al día mirando la pantalla del ordenador. Y creo que aún más deprimente es tener un escritorio desnudo. Es prepararse para el fracaso", explica Maury al portal de noticias norteamericano.
Un espacio personalizado. El éxito del vídeo de Maury demuestra el creciente interés de la Generación Z por personalizar sus espacios de trabajo. Los Gen Z son la primera generación en experimentar el trabajo en oficina tras la pandemia y el auge del trabajo híbrido, y están transformando sus escritorios en extensiones del puesto en remoto que tenían en casa.
TikTok, como red social estandarte de esta generación, se ha llenado de contenidos bajo etiquetas como #cubicles y #worklife donde jóvenes recién incorporados a sus nuevos empleos comparten consejos y accesorios para hacer que sus espacios de trabajo sean menos impersonales.
Las oficinas ya no son las mismas. El mercado inmobiliario de oficinas ha sido el mayor damnificado de la llegada del teletrabajo y posterior jornada híbrida. Los espacios de oficina no han dejado de vaciarse desde 2020, pese a los esfuerzos de sus promotores por adaptar la superficie y distribución a las nuevas necesidades de las empresas.
Primero optaron por espacios abiertos y flexibles basados en escritorios compartidos, para que las plantillas con jornadas híbridas se agrupasen de forma dinámica en función de la afluencia. Luego, con la imposición de las políticas de retorno a las oficinas, han ido apareciendo nuevos problemas derivados del ruido y los problemas para concentrarse. Para los genzers, el escritorio asignado es ahora una novedad que valoran significativamente.
Una herramienta de retención de talento. En declaracionesa Bloomberg, Caitlin Turner, directora de interiores del estudio de arquitectura HOK, se mostraba convencida de que la asignación de escritorios y su personalización son una medida eficaz para conseguir que los empleados se sientan más cómodos en la oficina.
"La gente tiene que hacer grandes desplazamientos y, cuando llega, quiere saber dónde se va a sentar", explicaba la arquitecta en el artículo de Business Insider. “La mayoría de las empresas se esfuerzan por atraer y retener a sus empleados, y gran parte de ello consiste en conseguir que la gente vaya a la oficina y que los veteranos enseñen a los jóvenes”.
La experta en espacios de oficina señala que la Generación Z “Han sido muy nómadas. Han compartido piso desde la universidad. Es la generación de la economía colaborativa: comparten bicicletas y Uber y todo ese tipo de cosas Por eso, cuando se les asigna un escritorio propio, lo ven como una ventaja”.
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Imagen | Unsplash (Vitaly Gariev)
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