La sangría de despidos continúa en Google. La empresa, que como muchas otras sobrecontrató durante la pandemia, tomó la decisión a principios de 2023 de apretarse el cinturón —no el de todo el mundo— y buscar formas de recortar costes. Y la que han aplicado de forma masiva es la de los despidos, que ahora vuelven a afectar a un colectivo, esta vez algo más especial: se trata supuestamente del equipo de Python en EEUU.
Despidos. La noticia la confirmaba Thomas Wouters, uno de los miembros del Python Steering Council y que además es el responsable de las versiones Python 3.12 y 3.13. Este desarrollador se lamentaba de cómo "es un día duro cuando todos los que trabajan contigo directamente, incluyendo tu jefe, son despedidos —disculpas, "sus puestos se han visto reducidos"— y te piden que prepares a los que te van a reemplazar, gente a la que se le ha dicho que ocupe esos mismos puestos, solo que en un país distinto".
La confirmación. Matt Hu, ingeniero en Google, confirmaba los despidos en una publicación en LinkedIn en la que explicaba como de buenas a primeras, cuando trabajaba en la oficina a las 21.00 de la noche, recibió un correo extraño. Tras indagar sobre el contenido, se dio cuenta de que la empresa le estaba despidiendo y cortando el acceso a sus recursos dentro de la infraestructura de Google. Contaba además cómo sus compañeros y su jefe, al que consideraba "uno de los jefes más profesionales con los que jamás he trabajado", también habían sido despedidos.
Hay vida después de Google. Ali Manning, que antes trabajó en Google, acabó dejando la empresa para fundar Chalice, una empresa que desarrolla soluciones de IA para anunciantes. En una interesante carta publicada en LinkedIn dirigida especialmente a los afectados trataba de darles ánimos y les dejaba un mensaje muy claro: "Un futuro fantástico os espera. Y si estáis trabajando aún en Google y leéis esto, espero que no se os erice la piel. Es un lugar especial. Pero no es el único. Puede que ni siquiera sea el mejor".
La reducción de costes como máxima. En Google llevan tiempo realizando despidos en números importantes. En enero se anunciaron que unos 1.000 empleados podrían perder su empleo y muchos otros serán reasignados a otros equipos. La tendencia lleva a así desde enero de 2023, cuando comenzó una campaña que llevó a 12.000 personas a perder sus trabajos en el gigante de las búsquedas. La sangría no ha cesado desde entonces, y busca un objetivo claro: reducir costes y lorar que los resultados económicos mejoren.
Reemplazados. En el debate sobre la medida, disponible en Hacker News, un miembro de ese equipo despedido apodado "zem" explicaba todo lo que hacían y se parecía confirmar lo que otros medios han apuntado: el equipo resposable de Python de Google en su sede de Mountain View ha sido despedido, y esa labor recaerá en un equipo que supuestamente está en sus oficinas de Munich, en Alemania.
La razón aparente: la mano de obra en ese país es más barata. Ya a mediados de abril responsables de Google indicaron que iban a realizar un número no especificado de despidos para recortar costes, y quizás se referían a los que acaban de realizar en su equipo de Python en Estados Unidos. Según los portavoces de la compañía, un pequeño porcentaje de los puestos afectados serían relocalizados para pasar a localizaciones como India, Chicago, Atlanta y Dublín. Ruth Porat, CFO de Google, explicó en un correo a la plantilla que la reestructuración de la empresa incluye expandir sus sedes de Bangalore, Ciudad de México y Dublín.
Python sigue siendo crucial, especialmente en IA. Como señalaban algunos en el debate en Hacker News, la noticia es ciertamente chocante teniendo en cuenta que Python es un lenguaje muy popular en Google y que además es aún más popular a la hora de trabajar con proyectos de inteligencia artificial. No está claro que este equipo en particular estuviera relacionado con este tipo de tareas, y los indicios apuntan a que lo que ellos hacían intentarán continuarlo sus "sucesores" en otras sedes de la empresa.
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