La fiebre de las criptodivisas sigue contagiando a más y más usuarios, sobre todo tras esos nuevos récords que ayer llegaron a marcar un bitcoin que superaba los 11.000 dólares y un ether que supera los 500 dólares. Esas cifras se han tambaleado, y en el momento de redactar la noticia bitcoin vuelve a jugar con los 10.000 dólares mientras un ether está situado en los 440 dólares.
Hay todo un mundo de inversores que están logrando rendimientos asombrosos al comprar y vender criptodivisas, pero hay quien se está forrando sin haber invertido directamente en este mercado. Puede que al fin y al cabo se repita la historia de la fiebre del oro: los que más dinero ganaron entonces no fueron los que buscaban el oro.
Exchanges: Yo compro, tú vendes, otro se forra
Los servicios de compraventa y cambio de criptodivisas (popularmente conocidos como 'exchanges' sin más) son probablemente los verdaderos triunfadores de este fenómeno global. A principios de noviembre de 2017 se revelaba que Coinbase había crecido en 100.000 usuarios en un solo día tras el anuncio del gigante financiero CME, que preparaba la salida de mercado de futuros basado en bitcoins antes de que terminase el año.
Eso desató un interés renovado por comprar bitcoin, la criptodivisa estrella del segmento, y la que precisamente es la base del negocio de Coinbase. La firma cuenta ya con 13,3 millones de usuarios, algo increíble si tenemos en cuenta que Charles Schwab, la mayor firma de brokers del mundo, tiene 10,6 millones de usuarios.
De hecho solo la semana pasada en Coinbase crecieron otros 300.000 usuarios, todos ellos contagiados por el crecimiento casi irreal del valor del bitcoin. La empresa, que comenzó a operar en 2012, ha contado con diversas rondas de inversión en las que ha "levantado" un total de 217 millones de dólares.
El caso de Coinbase es probablemente el más conocido en los últimos días, pero desde luego no es el único. Otros muchos 'exchanges' han ido surgiendo en los últimos años y meses para llevarse su trozo de pastel. Tenemos decenas de mercados de este tipo, y entre ellos están Bitfinex, Bitstamp, BTC-e, Kraken, o Cryptsy.
Hay también productos bursátiles derivados de este fenómeno que ciertas empresas como Bitcoin Group SE han sabido aprovechar muy bien. De llos hablamos en profundidad en septiembre de 2017.
Cada uno de esos 'exchanges' de los que hablábamos ofrece servicios y garantías distintos que pueden ir desde ciertas garantías en seguridad hasta la gestión de todo tipo de criptodivisas ('altcoins') más allá de las más tradicionales, como bitcoin, ether o litecoin.
Esas garantías de seguridad, no obstante, no parecen servir de mucho, y tenemos el ejemplo perfecto en Bitfinex, cuyos responsables almacenan el 99,5% de sus recursos en los llamados "cold storage", sistemas de almacenamiento aislados que permiten minimizar riesgos en potenciales ataques a sus sistemas. Eso, no obstante, no fue suficiente para evitar el robo en agosto de 2016 de casi 120.000 bitcoins.
Todas ellas, además, varían en temas clave para los usuarios como tipos de divisa (dinero fiat) aceptan (euros, dólares, etc) y por supuesto en las comisiones que aplican en las operaciones de compraventa tanto entre divisas de curso legal y criptodivisas como entre criptodivisas.
Es de esas comisiones de donde obtienen ingentes beneficios, y la falta de regulación al respecto y de la aparición de todo tipo de mercados y propuestas hace difícil tener claro qué 'exchange' ofrece más garantías o mejores comisiones. Dichas comisiones dependen de las tasas por operaciones de cambio, de compraventa, o de depósito y retirada de dinero, y las comparaciones entre los distintos servicios son difíciles, aunque recursos como el de bitcoinwiki pueden ayudar a que los usuarios tengan una opinión algo más sólida sobre estas opciones.
Mineros: un negocio de volumen
Hacerse rico minando bitcoin u otras criptomonedas era factible hace unos años, cuando tanto la dificultad como el coste de esas operaciones eran mucho más rentables. Hoy en día la minería de bitcoin se ha convertido en un ámbito absolutamente especializado y en el que hay verdaderos gigantes con centros de datos dedicados a esta tarea.
La situación es distinta para la minería de otras criptodivisas, y el mejor ejemplo lo tenemos en ether, la criptomoneda derivada de la plataforma Ethereum. La minería de ethers tuvo su particular momento álgido en la primera mitad de 2017, y esa particular fiebre por la minería de Ether tuvo un efecto singular: el de que el mercado de las tarjetas gráficas se viera colapsado y sin unidades para dar respuesta a tal demanda.
Aquel fenómeno pronto cambiaría de ritmo: la dificultad de minar ether creció de forma notable (a mediados de octubre se relajó, eso sí), y eso hizo que la rentabilidad de estas operaciones fuera discutible para los particulares. De hecho prácticamente nadie se aventura a minar por su cuenta ('solo mining'), y los que montan una máquina dedicada a estas tareas se unen a una especie de "cooperativa de mineros" (lo que suele denominarse 'pool') en la que todos contribuyen a esa tarea de forma distribuida para luego repartirse los beneficios de esas operaciones.
¿A quién beneficia esta actividad? Pues precisamente a quienes gestionan esas 'pools', que suelen cobrar una comisión cada vez que uno de los mineros "afiliados a la cooperativa" quiere enviar sus ingresos a su cartera ether. Esa comisión varía según cada 'pool', y también incluso según la cantidad que se quiere transferir tras minar días y días ether.
Ese mismo funcionamiento es análogo al de la minería en muchas otras criptomonedas, y de nuevo convierte a estos intermediarios que organizan y distribuyen el trabajo en beneficiarios de esa estructura. Una que se nutre del trabajo, el gasto en energía y el montaje de esos 'mining rigs' por parte de unos usuarios que tardan meses en rentabilizar su inversión (si es que la llegan a rentabilizar).
AMD y NVIDIA también se forran, pero no es para tanto
Las que también parecía que habían logrado sacar mucho partido de esta fiebre de la minería de criptodivisas eran AMD y NVIDIA, con cuyas tarjetas gráficas se realizan la "extracción" de Ether y de otras muchas alternativas en las que sus GPUs son cruciales para obtener una buena relación entre potencia y consumo energético.
De hecho hace unos meses se vivió una situación realmente inaudita: no había tarjetas gráficas dedicadas de NVIDIA y AMD porque todas estaban siendo compradas por aquellos que buscaban forrarse minando estas criptodivisas. Los más perjudicados, claro, fueron los aficionados a los videojuegos, que se vieron teniendo que esperar semanas o meses a poder acceder a la tarjeta que buscaban, o que pagaban un sobreprecio importante en el mercado de la reventa para comprar dichos modelos.
Parecía que el impacto de esa fortísima demanda haría incluso despegar un nuevo segmento de negocio en el que placas base especializadas y tarjetas gráficas dedicadas íntegramente a la minería de criptomonedas (sin puertos de conexión al monitor como característica exterior más destacable) serían protagonistas, pero tanto AMD como NVIDIA aclararon la situación.
La CEO de AMD, Lisa Su, lo explicó en la última conferencia con inversores para presentar los resultados financieros del tercer trimestre de 2017. En dicha charla indicó que efectivamente las ventas se habían visto beneficadas por el interés en la minería de criptodivisas, pero preveía que "habrá una relejación de parte de la demanda en criptodivisas", indicando aparentemente que la relevancia de este mercado no es tan importante como podría parecer a la vista de los acontecimientos en los últimos meses.
Es lo mismo que parece haber ocurrido para NVIDIA, cuyos ingresos por tarjetas gráficas dedicadas a la minería de criptodivisas es poco significativo. De hecho según la empresa esos ingresos han caído a la mitad, unos 70 millones de dólares, respecto al anterior trimestre en el que recaudaron 150 millones de dólares gracias al interés en la minería de Ether y otras criptodivisas.
Jensen Huang incluso indicaba en la conferencia con los inversores como "La Cripto [minería de criptodivisas] es pequeña para nosotros, pero no cero, y creo que la cripto estará con nosotros durante algún tiempo". Eso sí, el CEO de NVIDIA sí presumía de que sus GPUs "son la plataforma ideal para nuevas divisas digitales emergentes".
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