Amazon, Microsoft, IBM, Oracle y Google luchaban por hacerse con este gran contrato desde hacía un año. Google fue el primero en retirarse de la batalla, argumentando que el vital contrato JEDI ('Joint Enterprise Defense Infrastructure') entraba en conflicto con su filosofía de empresa. Se trata del contrato más importante en la estrategia de defensa de los Estados Unidos, pues a través de él se busca el gigante tecnológico que pueda proveer y dar soporte a la infraestructura de datos, servidores e información en la nube del país durante los próximos 10 años.
El contrato JEDI ha sido valorado en unos 10.000 millones de dólares y el elegido es finalmente Microsoft, tal y como anunció Dana Deasy, directora de información del Departamento de Defensa. "Este contrato es un paso importante en la ejecución de la Estrategia de Modernización Digital", explicaba. Y es que para facilitar el despliegue de su nueva "nube", el Pentágono decidió asignar un solo contrato, en lugar de dividirlo en varias licitaciones.
Microsoft gana a Amazon para el gran contrato de defensa de los próximos 10 años
La decisión ha sido una sorpresa, pues los analistas esperaban que este fuera para Amazon. La relación de Amazon con el gobierno de EE.UU estaba más avanzada que con Microsoft. La empresa de Jeff Bezos disponía de un contrato de 600 millones de dólares con la CIA y más de 5.000 agencias estadounidenses ya usan el programa AWS de Amazon.
En los últimos meses, la elección se barajó entre Microsoft y Amazon. El resto de candidatos fue descartado alegando motivos técnicos, aunque en el caso de Oracle se debe a que ha decidido colaborar precisamente con Microsoft. Se trata de una gran pérdida para Amazon Web Services, quienes han declarado que están "sorprendidos con esta decisión". Ahora la compañía liderada por Jeff Bezos tendrá que decidir cómo reacciona y si presenta algún tipo de solicitud para que el Departamento de Defensa reconsidere su elección.
Según el diario The Washington Post, medio en posesión de Jeff Bezos, CEO de Amazon, "el contrato es tan grande que podría inclinar el lucrativo negocio de la computación en la nube a favor de Microsoft". Una balanza que todavía se encuentra en favor del gigante del ecommerce, pues el 48% de la cuota del mercado en la nube es para AWS, mientras que Microsoft Azure dispone del 15,5%, según los datos de IaaS. Otros analistas como IDC colocan a Microsoft y Amazon más cerca, con un 17% y un 33% respectivamente.
La validación del contrato ha sido polémica por la intervención de Donald Trump. El presidente de los EE.UU se ha mostrado interesado en este contrato y durante el pasado mes de julio llegó a decir que tenía "tremendas quejas sobre el contrato del Pentágono con Amazon" y que "dicen que no es una propuesta competitiva".
Unas declaraciones que provocaron que el proceso del concurso se retrasara unas semanas, tal como anunció Mark Esper, el nuevo ministro de Defensa, a finales de agosto. "Vamos a echarle un vistazo. Lo veremos con mucha atención", explicaba el nuevo mandatario. Unas declaraciones que han preocupado a los observadores del proceso por una posible intervención inapropiada.
In this June 19, 2017, file photo President Donald Trump, left, and Satya Nadella, Chief Executive Officer of Microsoft, center, listen as Jeff Bezos, Chief Executive Officer of Amazon, 1/2... pic.twitter.com/uMiYQmdh71
— Annette Nicholson ☕️🛩💍 (@annettesn011) July 10, 2019
Se trata de uno de los contratos más grandes de la historia. Un contrato con suficiente alcance como para cambiar la dinámica del mercado y representar un importante porcentaje en los ingresos de la compañía. Por parte de Amazon, los AWS reportaron unos 9.000 millones de dólares en el primer trimestre. En el caso de Microsoft, la empresa anunció esta semana que sus ingresos con Azure y los productos en la nube han aumentado un 30% respecto al año pasado. Un departamento cada vez más relevante para la empresa de Satya Nadella como se deriva de la inversión de 1.000 millones de dólares en inteligencia artificial para mejorar Azure.
Un contrato que ha enfrentado a los grandes gigantes tecnológicos
El contrato JEDI ha enfrentado a los gigantes tecnológicos por su importancia económica, pero también ha puesto de manifiesto la dificultad de actuar como una marca comercial y a su vez participar en proyectos de ámbito militar. Una combinación que no ha sido bien recibida por parte de algunos empleados, como refleja la carta abierta de los empleados de Microsoft publicada en Medium a finales del año pasado donde se emplazaba a la compañía a no participar en el proyecto a raíz de la polémica con el Servicio de Inmigración de EEUU. Una postura que ha continuado con pequeñas protestas en plataformas como Github, también en posesión de Microsoft.
El Pentágono anunció el pasado viernes que planea adjudicar nuevos contratos en la nube a múltiples proveedores, incluyendo algunos rivales de Microsoft, principal ganador de uno de los contratos de información militar más importantes de la historia y que previsiblemente ayude a Microsoft a fortalecer su posición en la nube durante los próximos diez años.
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