Hubo un tiempo en el que trabajar en las oficinas de Google era un sueño hecho realidad para cualquier ingeniero de software. La compañía fundada por Larry Page y Sergey Brin ofrecía todo tipo de beneficios y atenciones a sus empleados para que se sintieran como en casa.
En los últimos años, esa burbuja de privilegios se ha ido desinflando al tiempo que se incrementaba el contador de despidos, los recortes en los privilegios y el cuidado de los empleados para convertirse en un lugar mucho menos apetecible de lo que solía ser
De cuando Google era lo más. La cultura empresarial de Google era una de las más envidiadas del mundo. Gopi Kallayil, responsable de estrategia comercial de Google relataba en una entrevista algunos de los privilegios que Google ofrecía a sus empleados antes de 2020. “En Google desayuno, como y ceno porque la comida gourmet es gratuita. Después está el gimnasio, abierto las 24 horas, en el que hago pesas. Y las clases de yoga”. Kallayil añade que también va al médico, al nutricionista, a la tintorería y utiliza el servicio de masajes. Todo ello ofrecido en el lugar de trabajo. El ejecutivo confesaba que no había usado nunca el entrenador personal, ni la piscina ni el spa, pero cualquier empleado de Google podía usarla. Lo dicho, un sueño.
Los motivos ‘ocultos’ de tanto privilegio. Obviamente, todos esos servicios y prebendas que Google ofrecía a sus empleados en sus oficinas no eran por simple generosidad altruista. Exempleados de Google han contado en sus redes sociales el motivo oculto tras todas estas comodidades. “Su objetivo es mantenerte en las oficinas a toda costa y que trabajes durante todo el día. Además, todos esos privilegios, en realidad los pagan los empleados”, afirma Ken Waks, un exempleado de ventas de Google en un vídeo viral de TikTok con 6,6 millones de visualizaciones.
En una entrevista en Fortune, Waks confirma que Google proporcionaba comida y cuidados a sus empleados para que estos no tuvieran que ausentarse de la oficina para ir a comer, ir al gimnasio o a acudir a las citas médicas. De la misma forma que permitía llevar a las mascotas a las oficinas para que no tuvieran que dejar de trabajar para ir a sacarlas a pasear o cuidarlas.
Cuando Waks le preguntó a su coordinador porqué no ganaba comisiones hasta que alcanzaba los 12.000 dólares mensuales en ventas, su respuesta fue clara:” Esa es la cantidad con la que ya has cubierto los refrigerios de oficina y los beneficios que te brindamos”, respondió su gerente.
Vuelta a la oficina entre amenazas. Las limitaciones durante la pandemia descubrieron a los empleados de Google que hay un lugar mucho mejor que las oficinas de la compañía: su propia casa. Por lo que cuando Google quiso que sus empleados volvieran a las oficinas estos se mostraron reacios, y entonces comenzaron las amenazas de dar peores valoraciones de rendimiento a aquellos empleados que no acudieran a las oficinas.
Paralelamente, la empresa enlazaba una ronda de despido tras otra para, según Sundar Pichai, reestructurar los equipos y poner todo el potencial en desarrollar la inteligencia artificial en sus productos. Desde 2023, Alphabet ha despedido a más de 13.000 empleados y no se descartan nuevos despidos en los próximos meses, eliminado equipos enteros de desarrollo de productos.
Las oficinas ya no son divertidas. A muchos de los empleados de Google no les ha quedado más remedio que volver a las oficinas. A su vuelta, ya no había masajistas, la empresa había cerrado muchas de las cafeterías donde se servían las comidas 24 horas y ahora tenían que compartir mesa y material de oficina.
De nuevo, las redes sociales dejan constancia de la verdadera situación de los empleados en unas oficinas que ya no brillan tanto como antaño y salen a reducir los importantes recortes en los privilegios para los empleados de la compañía. Google argumenta que estos recortes se producen en un contexto de ahorro de costes, al tiempo que anuncia beneficios de 2.800 millones en el pasado ejercicio.
Menos incentivos para los empleados. La nueva situación y la incertidumbre por los despidos ha puesto a los empleados de Google en pie de guerra mostrando su desacuerdo con el liderazgo de Sundar Pichai.
Diane Hirsh, ingeniera de software de Google, deja constancia del desapego en los empleados que está provocando esta nueva política laboral: "Supongo que simplemente haré mi trabajo hasta que me despidan. Mucha gente tiene ‘situaciones de esposas de oro’ y no va a abandonar el salario, pero ya nadie trabaja hasta tarde. Los edificios están medio vacíos a las 4:30. Conozco a mucha gente, incluida yo misma, que trabajaba felizmente por las tardes y los fines de semana para terminar la demostración o simplemente por aburrimiento. Eso se acabó”, escribe la ingeniera en una publicación de LinkedIn.
Imagen | Wikimedia Commons (Maurizio Pesce)
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