Fue hace justo cinco años cuando China ya empezaba a presumir del que se ha convertido en el radiotelescopio más grande del mundo. FAST, con 500 metros de diámetro, es capaz de ver a millones de años luz en busca de vida extraterrestre o lo que vaya a encontrar. Comenzará a hacerlo a partir de este próximo septiembre.
En 2016 comenzó sus pruebas y ahora finalmente en 2020 es cuando el radiotelescopio está listo para completar la misión principal para la que fue construido. Si bien desde este pasado mes de enero inició sus operaciones, la búsqueda de señales profundas se dará a partir de septiembre.
Púlsares, ráfagas de radio rápidas y hasta microondas
Los radiotelescopios tienen la particularidad de que a diferencia de los telescopios ópticos operan en longitudes de onda donde la atmósfera no interfiere. Esto los convierte en una de las principales herramientas para observar y entender el Universo. Consiguen captar ondas que están extremadamente lejos, cientos de miles o incluso millones de años luz.
¿Ondas de vida extraterrestre? Bueno, podría ser, pero hasta el momento no ha habido suerte con décadas de búsqueda. Todo lo que han captado los radiotelescopios son púlsares y ráfagas de radio rápidas. Algunas especialmente curiosas por los patrones que siguen, como la que proviene cada 16 días desde otra galaxia.
Otras veces la desilusión es aún mayor, como cuando en Australia se pasaron 17 años investigando una señal misteriosa que resultó ser de un microondas. Es por eso que los radiotelescopios necesitan estar totalmente aislados de interferencias humanas cercanas para no confundir a los astrónomos con las señales captadas.
El más grande de todos
FAST se ha convertido en el radiotelescopio más grande jamás construido. Gracias a sus 500 metros de diámetro supera con creces los 307 metros del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. Siguiendo con las comparativas con Arecibo, uno de los responsables del proyecto aseguraba en 2015 que FAST “será capaz de escanear el doble de cielo que Arecibo y tendrá entre tres y cuatro veces la sensibilidad" de este.
Construirlo no ha sido tarea fácil, la instalación de los 4.450 paneles que lo conforman se inició en 2001 y casi 20 años después finalmente se ha dado por terminada la mastodóntica obra de China. Por el camino ha supuesto considerables sacrificios como el desalojamiento de unas 10.000 personas de los alrededores para evitar interferencias humanas.
Vía | Daily Mail
Imagen | FAST
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