No volver a destrozar la plataforma de lanzamiento era uno de los objetivos primordiales del segundo vuelo de la Starship, y SpaceX ha confirmado que lo cumplió con creces.
"¡Acabo de inspeccionar la plataforma de lanzamiento de la Starship y está en excelentes condiciones!", escribió Elon Musk el domingo junto a un par de fotos que lo demostraban. Eufórico con el resultado, el dueño de SpaceX se vino arriba y dio algunas pistas sobre el próximo lanzamiento: la tercera Starship debería estar lista para volar en tres-cuatro semanas.
Las estimaciones de Musk nunca son de fiar, pero hay tres prototipos de Starship en la etapa final de producción, y una de ellas bien podría estar lista para lanzarse en un mes.
Los cambios en la plataforma dieron sus frutos
Además de una enorme tormenta de polvo que preocupó a los reguladores, el primer vuelo integral de la Starship dejó un cráter en la plataforma de lanzamiento. El hormigón que levantaron los motores del cohete destrozó algunos coches cercanos, y la plataforma de seis patas en la que va montada la Starship (el Orbital Launch Mount) sufrió muchos daños.
SpaceX implementó varias mejoras para tratar de solventar el problema. Por un lado, añadió refuerzos en el hormigón. Por otro, instaló un deflector de llamas refrigerado por agua (unas planchas de acero con sistema de ducha inversa) que se activó diez segundos antes del despegue. Por último, cambió la secuencia de arranque de la Starship para que despegara en un tercio del tiempo: dos segundos después del encendido de los motores en lugar de seis.
Las reparaciones y mejoras, como suele ser habitual en una compañía comandada por Musk, se completaron a un ritmo frenético. En tres meses, la plataforma estaba lista para un nuevo lanzamiento.
Aunque el segundo lanzamiento de la Starship acabaría retrasándose otros cuatro meses, los cambios dieron sus frutos, y la plataforma sobrevivió aparentemente intacta al segundo lanzamiento. Aunque habían hecho pruebas del deflector de llamas, era la primera vez que este soportaba el calor de los 33 motores Raptor de la Starship a máxima potencia.
Lo que SpaceX solucionó y lo que le falta por solucionar
El lanzamiento del sábado marca la primera vez que la Starship despega con los 33 motores Raptor funcionando a máxima potencia. En la primera prueba habían fallado ocho motores, pero esta vez han funcionado los 33 del Super Heavy (hasta la separación de etapas) y los seis de la Starship (hasta que algún problema hizo que el cohete se autodetonara).
Esto da por solucionadas al menos las fases de despegue, separación de etapas y ascenso de la Starship hasta los 150 kilómetros de altitud. En la primera prueba, los cohetes no lograron separarse.
La etapa Super Heavy también completó con aparente éxito su maniobra de giro de 180 grados (conocida como 'boostback'), pero no logró reencender correctamente sus motores. De los tres del centro que ya estaban encendidos, uno se apagó. De los diez de la sección intermedia que debía reencenderse, uno no lo hizo. A continuación, fallaron otros dos. Y luego tres más.
En total quedaron encendidos seis de los 13 motores que debían estar empujando al propulsor en su maniobra de regreso a tierra. Se cree que esto activó el sistema de terminación de vuelo, causando una gran explosión.
La Starship también se autodetonó medio minuto antes del apagado programado de sus seis motores, cuando iba a poner rumbo a Hawái. Se cree que un gasto excesivo de oxígeno líquido, reflejado en la telemetría, pudo tener que ver.
Los restos del Super Heavy cayeron en el Golfo de México, mientras que los restos de la Starship fueron vistos reentrando al norte de las Islas Vírgenes Británicas.
Para el tercer vuelo del cohete, quedan por probar: 1) el reencendido del Super Heavy, 2) su amerizaje suave en vertical en el océano Atlántico, 3) el apagado de motores de la Starship, y 4) su reentrada atmosférica y amerizaje en el océano Pacífico, cerca de la costa de Hawái.
Hay dudas de que el escudo térmico de la Starship, formado por miles de losetas cerámicas, pueda resistir al frenado atmosférico. Varias losetas se cayeron del cohete tanto en el primer lanzamiento como en el segundo. Sin embargo, la Ship 28, que podría ser la siguiente en volar, lleva losetas cuya adhesión se ha verificado manualmente con ventosas.
Una nueva Starship lista para volar en un mes
La plataforma de lanzamiento en buenas condiciones despeja la hoja de ruta para una tercera prueba. La nave Ship 28 y el propulsor Booster 10 serían los elegidos, y a juzgar por las estimaciones de Musk, estarían listos para volar en un mes.
Dependiendo de lo que tarde SpaceX en implementar los cambios para el reencendido del Super Heavy y el vuelo de la Starship, el lanzamiento podría llegar en enero, si sumamos las pruebas en tierra (encendidos estáticos, ensayos de carga de combustible...).
La tercera prueba también necesitará una licencia de vuelo de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, que ya está investigando los problemas surgidos durante la segunda prueba. A menos que la reentrada de la Starship haya causado algún susto, no parece que vayan a tener que pasar otros siete meses para ver a la Starship alzar vuelo otra vez.
Imágenes | SpaceX
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