La climatología marciana nos ha dado una nueva sorpresa. Hace ya tiempo que sabemos que en el planeta vecino es posible encontrar nieve en sus polos. Nieve semejante a la de la Tierra pero con una importante diferencia en su composición: dióxido de carbono. Ahora unos investigadores han encontrado agua helada en el planeta rojo, pero lo más sorprendente es su ubicación.
Cráteres helados. Los nuevos parches de hielo hallados en Marte se encuentran en cráteres como los del monte Olimpo, el mayor volcán del sistema solar. Lo sorprendente sin embargo es que algunos de estos parches de hielo se encuentran lejos de los polos, en el cinturón ecuatorial del planeta.
“Creíamos que era improbable que [el hielo] se formara alrededor del ecuador de Marte, ya que la mezcla de luz solar y la fina atmósfera mantiene las temperaturas diurnas relativamente altas tanto en la superficie como en la cumbre de la montaña (a diferencia de lo que vemos en la Tierra, donde puedes esperar ver cumbres heladas),” explicaba Adomas Valantinas, de la Universidad de Brown, en Providence (Rhode Island).
¿Nieve o escarcha? Sin duda resulta tentador reimaginar estos volcanes marcianos como si habláramos del Teide: un solitario pico volcánico nevado. Sin embargo el estudio habla más probablemente de algo más parecido a la escarcha.
Según los primeros análisis realizados sobre esta capa de hielo, se trataría de una finísima capa de escarcha con un grosor equivalente a la centésima parte de un milímetro o 10 micras (µm). Aun así, el área cubierta es tal que el volumen sería el equivalente al que albergan 60 piscinas olímpicas, una masa de 150.000 toneladas de agua.
Toda esta agua se congela durante la noche marciana para después derretirse cuando las temperaturas suben por la mañana, cree el equipo.
¿H2O o CO2? Cuando hablamos de nieve en Marte solemos hablar de lo que a veces denominamos hielo seco, es decir, dióxido de carbono helado. La atmósfera marciana contiene una alta presencia de CO2. En los polos, las bajas temperaturas pueden hacer que este CO2 acabe helándose sobre la superficie, generando vastas áreas de nieve.
¿Cómo sabemos que el hielo detectado es de agua y no de dióxido de carbono? No es que nadie haya podido comprobarlo in situ. Sin embargo, los modelos empleados por el equipo señalan que estos cráteres no son lo suficientemente fríos para helar el dióxido de carbono (ya resulta sorprendente que pueda existir hielo de agua).
Mars Express y TGO. El análisis se realizó combinando la información compilada por varios instrumentos, como la sonda TGO (Trace Gas Orbiter) de la Agencia Espacial Europea (ESA). A bordo de esta sonda se encuentra CaSSIS (Colour and Stereo Surface Imaging System), el instrumento que captó algunas de las imágenes del amanecer en los volcanes de Marte
El equipo validó estas observaciones mediante otros instrumentos como el Nadir and Occultation for Mars Discovery spectrometer a bordo de la misma sonda, o la cámara de alta resolución de la sonda Mars Express.
En total el equipo tuvo que estudiar un total de 30.000 imágenes de la superficie de Marte. Los detalles del trabajo fueron publicados en un artículo en la revista Nature Geoscience.
Un “remanente” climático. El equipo explica que este puede ser uno de los pocos remanentes que queden del ciclo del agua en Marte, un planeta que probablemente perdiera sus océanos hace miles de millones de años.
Hay mucho aún por aclarar sobre el pasado de este hielo pero también sobre su presente. Según explica el equipo, la aplicación de nuevos modelos podría revelar algunos de los secretos de Marte, como dónde está el agua que aún queda ahí y cuáles son sus dinámicas. También puede aclararnos algunos aspectos clave de cara a futuras misiones tripuladas al planeta vecino.
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