SpaceX, la empresa creada por Elon Musk, no solo nos quiere llevar a Marte: también llevan tiempo trabajando en la puesta en marcha de Starlink, una gigantesca red de satélites de comunicaciones preparados para ofrecer conexiones satelitales a internet de banda ancha.
La idea no es en absoluto nueva y ya hace años que existe esa posibilidad aprovechada sobre todo en entornos rurales, pero la idea es la de ofrecer ahora esa opción de forma mucho más amplia. En SpaceX prometen que el servicio estará disponible en Estados Unidos en 2020, y será interesante ver si estas conexiones logran resolver uno de sus problemas clásicos: la latencia.
La banda ancha satelital tiene ventajas, pero una posible gran desventaja
Los satélites de la red Hispasat llevan años ofreciendo conexiones a internet como parte de sus prestaciones, aunque por sus características dicha alternativa estaba muy orientada a entornos rurales y "zonas desatendidas" por las redes móviles o las redes de banda ancha convencionales.
Con Starlink SpaceX busca cubrir todo tipo de zonas, no solo las rurales, y ofrecer una alternativa a las conexiones de banda ancha tradicionales. En España por ejemplo la implantación de las redes de fibra es muy notable y Movistar ya indicó que quiere que la cobertura en nuestro país sea del 100%, algo difícil sobre todo en zonas rurales.
Sin embargo las conexiones satelitales plantean una gran opción para países (desarrollados o emergentes) en los que la implantación de fibra o de otras tecnologías de banda ancha no está tan extendida. En Estados Unidos la enorme extensión del país hace que muchos usuarios critiquen el mercado de las conexiones a internet, y en un estudio de The Global Economy el país estaba el 43 del mundo en ancho de banda por usuario de internet (España en el puesto 27)
Así pues, StarLink plantea una opción muy interesante a esos países y regiones en los que las tecnologías actuales no dan respuesta o dan una respuesta pobre. La red satelital planteada por SpaceX no para de crecer, y de hecho hace poco solicitaban una nueva autorización para lanzar al espacio otros 30.000 satélites con los que completar esa gigantesca red.
Varios problemas con la latencia como protagonista
Dicha red no está exenta de problemas: hace unos meses SpaceX tuvo que admitir que había perdido contacto con algunos de los primeros satélites que tenía operativos, pero además están las críticas de los astrónomos, que avisan de cómo la empresa de Elon Musk está "ensuciando el cielo".
Sending this tweet through space via Starlink satellite 🛰
— Elon Musk (@elonmusk) 22 de octubre de 2019
Elon Musk, no obstante, no cree que la cosa sea para tanto y afirma que los satélites no emitirán luz cuando las estrellas sean visibles -también había argumentos en contra al respecto-, y estos días enviaba su primer tuit a través del servicio preliminar de Starlink. Esa prueba tenía éxito, lo que hizo que se respondiese a sí mismo con un "¡Whoa, ha funcionado!" que parecía demostrar que el servicio efectivamente va por buen camino a la hora de ponerse en marcha. El tuit inicial recibió más de 200.000 "Me gusta" en este servicio.
Que el servicio funcione, cuidado, no significa que lo haga bien en todos los escenarios. Las conexiones satelitales siempre han tenido varios problemas como su coste, la cuota de datos que permitían descargar -aquí se parecen mucho a los planes de datos en móviles- y sobre todo la latencia: el tiempo desde que enviamos una petición al satélite y recibimos la respuesta.
Esa latencia no es tan importante para ciertos ámbitos: navegar por internet e incluso ver una película o escuchar música se podrá hacer más o menos igual: tardaremos algo más en recibir el primer paquete de datos (en que la peli o la canción empiecen a reproducirse), pero a partir de ahí todo irá más fluido.
Sin embargo esa latencia puede ser un problema notable en otros escenarios. El retraso en la comunicación puede provocar que por ejemplo para emisiones en directo lo veamos todo más tarde (en partidos de fútbol oiremos al vecino gritar "¡Gol!" cuando todavía no ha pasado aparentemente nada en la jugada en nuestro televisor), y también es un problema en juego online, donde tener una buena conexión y una buena latencia es crucial para que los jugadores rivales no tengan ventaja y puedan adelantarse a nuestros movimientos.
Aiming for sub 20ms latency initially, sub 10ms over time, with much greater consistency than terrestrial links, as only ever a few hops to major data centers
— Elon Musk (@elonmusk) 27 de mayo de 2019
Elon Musk conoce el problema y ya indicó que esperaba contar con latencias por debajo de los 20 ms inicialmente y bajar de los 10 ms con el tiempo. Presumió además de la consistencia con respecto a las conexiones "terrestres" al evitar saltos entre centros de datos para que el paquete de datos llegue a su destino final, pero por ahora esa promesa es tan solo eso, una promesa.
Lo que sabemos es que la constelación de satélites de Starlink orbitará a una altura que será entre 1/30 y 1/105 la de los satélites geoestacionarios. Estos últimos tienen una latencia mínima de 477 ms que en la práctica suele rondar los 600 ms, una cifra elevadísima para esos escenarios de los que hablábamos.
Sin embargo la órbita de Starlink permitirá reducir esas latencias de forma notable, y los analistas estiman que podría estar entre los 25 y los 35 ms, no muy lejos de la promesa de Musk y desde luego no muy lejos de lo que se consigue con conexiones de fibra.
Eso, unido a velocidades que podrían llegar a 1 Gbit por segundo, plantearía una alternativa fantástica a las conexiones de banda ancha actuales, sobre todo como decimos en esas regiones en las que dichas conexiones no están disponibles. Ahora habrá que esperar a 2020 y a esa puesta en marcha inicial de un servicio que promete ser una pequeña revolución en el segmento de las comunicaciones si todo va como Musk pretende.
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