El océano es el origen de la vida. El aire que respiras hoy día lo crearon las cianobacterias que flotaban en él, y la mayor proporción de materia viva está en el océano, que conserva la mayor fuente de biodiversidad. También es una importante fuente de alimentación y de medicamentos, y las mayores reservas energéticas se encuentran en él (viento y oleaje incluidos).
Parte de los retos a los que se enfrenta nuestra especie tienen solución en los mares. Por eso la investigación científica europea busca aprender de ellos: cómo generar energía sin emitir CO2, cómo alimentar a la creciente población, cómo crear empleo… Potenciar el desarrollo científico es necesario y en la punta de lanza de la I+D oceánica está PLOCAN.
Un edificio científico en pleno Atlántico financiado por la Comisión Europea
Vista desde arriba, la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) es un imponente edificio de cinco plantas a 1,5 km de la Costa Canaria, en el Atlántico. Una torre de 30 m de altura que se apoya sobre el lecho marino y que está compuesta de varios niveles. Sus instalaciones abarcan todo tipo de desarrollos científicos y proyectos con el objetivo de aprender del océano.
Este ambicioso proyecto europeo, financiado parcialmente gracias al Fondo Europeo de Inversiones, es un espacio puntero en investigación científico marina. Para apreciar su importancia, podemos comparar PLOCAN con la Estación Espacial Internacional o las instalaciones para simular la vida en Marte del Desierto de Utah.
Los laboratorios ocupan casi 300 m2 y cuentan con aulas, cocina, un comedor y un salón. Esta plataforma será también la vivienda de los investigadores que trabajan en ella y cuenta con equipamiento tradicional en exploración marítima: una cámara hiperbárica, muelle flotante, su propio módulo de purificación de agua y robots submarinos, entre otros.
Todo este inventariado hace de PLOCAN un espacio de investigación que abarca decenas de proyectos: generación de energía renovable, observación oceánica, medición del cambio climático, acuicultura _offshore_, etc. La innovación científica y el conocimiento crecen gracias a cada una de estas apuestas orientadas al Crecimiento Azul o _Blue Growth_.
El crecimiento económico de la UE está estrechamente ligado a sus mares y masas de agua. No puede existir desarrollo sin sostenibilidad , por lo que toda línea de investigación del PLOCAN se enmarca dentro de la economía azul, que busca rediseñar todos los procesos desde cero para maximizar la explotación de los recursos naturales de una forma sostenible.
La generación de energía limpia depende del mar
Los parques eólicos suponen una importante fuente de energía renovable y gratuita, disponible en todo el planeta. A pesar de que el viento sopla en todo el mundo, es en el océano donde mejor podemos aprovechar la fuerza del aire, sobre todo si estos se encuentran lejos de la costa (offshore), lo que permite ‘cosechar’ más viento ya que no hay turbulencias y no pierden energía derivada del rozamiento.
Estudiar los océanos nos ayudará a minimizar nuestro impacto sobre el medio ambiente
A esto sumamos turbinas mucho más grandes, de 8 MW por generador, y generadores de 80 metros de pala, tamaño similar al ancho de un campo de fútbol.
Para poder instalar estas máquinas, primero necesitamos aprender con investigaciones punteras, ya que los emplazamientos offshore implican un mantenimiento costoso y materiales mucho más exigentes. Además, se investiga el impacto que puede tener sobre la fauna y la flora y, para ello, se requiere de una tecnología marítima consolidada en exploración de suelo oceánico.
Proyectos como Elisa soportan la futura generación eólica en ultramar
Todas estas investigaciones dieron lugar al proyecto Elican que, con tecnología Elisa (arriba), es el primer prototipo de torre eólica offshore y ya ha sido instalado en el puerto de Arinaga (Gran Canaria). Gracias a sus 5MW de potencia y al extraordinario recurso eólico de las islas Canarias, permitirá proveer de suministro eléctrico a más de 3.000 hogares.
Gracias a la tecnología Elisa, el aerogenerador Elican se ha ensamblado por completo en el puerto, convirtiéndose en el primero del mundo instalado en el mar sin requerir grandes buques o grúas marinas. Esto permite, además de abaratar costes, que la seguridad de los operarios sea mucho mayor.
El cambio climático arranca en los océanos, y hemos de medirlo
Es posible que conozcas la importancia de las corrientes del océano Atlántico para regular la temperatura de nuestra parte del mundo, más cálidas de lo que corresponde por latitud. Uno de los últimos artículos científicos publicados en la revista Nature (febrero de 2018) nos informa sobre cómo la circulación termohalina ha cambiado debido a la mano de los seres humanos.
Medir el cambio climático es el primer paso para encontrar soluciones
Estudios como estos requieren de miles de millones de mediciones precisas de todo el océano a lo largo de años. Para conseguirlas, se necesitan tecnología y datos como los obtenidos por el Observatorio Europeo Multidisciplinar de los Fondos Marinos y de la Columna de Agua y el Consorcio de Infraestructuras de Investigación Europeas ( EMSO-ERIC , por sus siglas en inglés). Gracias a este observatorio, es posible monitorizar procesos ambientales en tiempo real, lo que incluye el calentamiento global y, como consecuencia, el cambio climático. La entidad representante de España en EMSO es PLOCAN.
Por ejemplo, observar el lecho marino mediante robots UAV (_autonomous underwater vehicle_) como los de la imagen de abajo es clave para comprobar la velocidad a la que avanza el calentamiento global. Las bolsas de gas del lecho marino ruso o noruego son un caso curioso: si el gas se libera muy rápido, el calentamiento global se acelera.
Si queremos comprender el equilibrio oceánico y el futuro de los mares debido a la presión humana, es muy interesante contar con un espacio en el que testar nuevos modelos de drones submarinos antes de que realicen el trabajo pesado para el que han sido construidos.
Acuicultura 'offshore', ¿cómo dar de comer a la población mundial?
La acuicultura busca aprovechar mejor los recursos alimenticios oceánicos
El cambio climático es una consecuencia derivada, en parte, de la alimentación humana. Dar de comer a la población mundial no es ni será fácil.
La población ya ha alcanzado los 7.585 millones de personas, y subiendo. Necesitamos cambiar nuestros patrones de alimentación, pero también la manera en que producimos la comida.
El proyecto TROPOS , coordinado por PLOCAN en el Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico (2015), sentaba las bases de soluciones multipropósito que integraban energías renovables, acuicultura _offshore_ y ocio.
El estudio buscaba aprender sobre las posibles relaciones entre las distintas actividades oceánicas mientras se resuelven problemas como los planteados más arriba. ¿Es posible cultivar comida y generar energía en el mismo conjunto de plataformas?
Sí, pero necesitamos nuevas técnicas pesqueras orientadas al crecimiento azul y explorar nuevas vías de alimentación. Reducir la presión sobre las poblaciones de peces, por ejemplo, lleva a otras soluciones como las instalaciones _offshore_, el desarrollo de la producción ganadera (_livestock_), el desarrollo de jaulas sumergibles o semisumergibles, entre otras.
El proyecto ENTROPI busca ir más lejos, afrontando desafíos críticos a lo largo de la cadena de valor para dar apoyo a plataformas multiuso. Es decir, llevar más lejos las técnicas combinadas y espacios espacios multiuso de acuicultura offshore y energías renovables, una sinergia que se ha demostrado interesante.
_Grosso modo_, se busca que las inversiones de capital se destinen a proyectos de renovación locales orientados al crecimiento azul. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio ambiente celebró en abril de 2018 una reunión con el sector de la acuicultura en Canarias y la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR). Además, la Plataforma Oceánica de Canarias desarrollará una serie de actuaciones relativas a la acuicultura _offshore_ en el marco de la Estrategia de Crecimiento Azul.
La Plataforma Oceánica de Canarias, financiada gracias a fondos de la Comisión Europea, es capaz de dar soporte a investigaciones como Elisa, los AUV, nuevas técnicas de acuicultura _offshore_, etc. Todos estos proyectos persiguen una menor dependencia de combustibles fósiles , una mayor calidad de vida y la creación de empleo, objetivos que le valieron el apoyo del Plan Europeo de Inversiones.
Imágenes | PLOCAN
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