Ésta ha sido la semana de Photokina. La fotografía ha tomado el protagonismo del mundo de la tecnología y hemos conocido las principales propuestas de algunos de los fabricantes que no quieren dejar de mostrarse al mundo tecnológico.
Quieran o no las diferentes marcas, desde hace años una realidad acecha a este segmento: el smartphone. Los movimientos de diferentes compañías estos últimos años han sido numerosos, con nuevos protagonistas tomando posiciones y clásicas que no parecen encontrar su lugar ante este nuevo reto de la fotografía.
Más allá de quién ganará la convergencia fotografía móvil, la pregunta sería: ¿podrá una marca relacionada con la fotografía sobrevivir sin estar en el móvil?
Casi imposible luchar con el smartphone: las fotos se hacen con él
¿No has notado que en tu última visita a esa ciudad turística en verano o sin ir más lejos la fiesta de fin de curso de los peques, las réflex en modo automático de los últimos años quedaban ocultas por una horda de smartphones tratando de capturar una escena para el recuerdo?
La fotografía está cambiando, unos dirán que para mejor porque ahora podemos tener recuerdos casi de cualquier momento al instante, y otros se frotarán los ojos.
En Flickr, referencia fotográfica desde hace bastantes años, podemos ver una clara evolución de las cámaras más usadas para tomar fotos. En 2008 la propia compañía lo adelantaba: cada vez se usan más smartphones para subir y ver fotografías.
En 2010 y 2011, el smartphone estaba presente, pero las compactas y réflex dominaban el resto de puestos:
Pero si miramos los datos de lo que llevamos de 2014 en las estadísticas de Flickr, las imágenes hablan por sí solas. En primer lugar tenemos las cámaras más usadas, copadas por smartphones, y abajo, la tendencia de las cámaras compactas de apuntar y disparar, que no aparecen entre las ás usadas pero además siguen descendiendo:
Con la mejora de la calidad de las fotos que son capaces de tomar los smartphones actuales, tras su lanzamiento, las subidas se disparan rápidamente:
Y fabricantes con numerosas cámaras compactas y réflex como Sony también ha visto crecer la presencia de smartphones:
Las ventas de cámaras compactas, en caída libre
Esta tendencia no es algo que solo se note en la calle o en servicios online fotográficos. Las cifras de ventas también lo dejan muy claro.
En 2013, después de una década creciendo, las DSLR redujeron sus unidades vendidas a nivel mundial casi un 15%. Y en el resto de categorías, incluidas compactas y sin espejo, esa reducción de ventas también alcanza cifras de dos dígitos.
Frente a los 1.000 millones de smartphones vendidos en 2013 según IDC, un crecimiento del 38% respecto al mismo periodo del año anterior, el segmento de las cámaras compactas de entrada y media sufrió un varapalo de cerca del 40%. Esa caída ha sido la más dramática pero no hace más que seguir una tendencia que está pillando desprevenidos a algunos fabricantes:
Los resultados de las compañías lógicamente se han visto muy afectados. De las tres que aglutinan el 60% de la cuota de mercado (Sony, Canon y Nikon), Canon se dejó un 23% de las ventas por el camino, con Nikon cerca también del 20 % en reducción de ventas respecto al mismo periodo de 2012 y Sony por encima del 30 %. Otra compañía con una gran catálogo de compactas, Panasonic, vio como sus ventas se reducían en cerca de un 40%. Y las previsiones de IDC para 2017 no son muy positivas, pues estiman una reducción del negocio del 50%.
Ante esta situación, ¿qué están haciendo las principales marcas para enfrentarse a una nueva forma de entender la fotografía por parte de la mayoría de consumidores?
Samsung, la espía
Símbolo del extremo poderío del smartphone en los últimos años tenemos a los coreanos de Samsung. Con negocios en casi todos los campos de la electrónica de consumo, la fotografía ha sido desde hace unos años uno de sus retos. Ya no es solo que esté entre quienes lideran la fotografía en el móvil. Ya cuenta también como rival exclusivamente en el ámbito fotográfico. Y partía de la más absoluta nada.
Samsung no debe ser considerado un intruso en el mundo de la fotografía sino más bien una amenaza que además está bien posicionada. Y con recursos.
El comienzo importante fue con lo esperado: compactas ligeramente mejoradas en conectividad, edición in situ y aplicaciones para poder resultar atractivas y diferenciadoras respecto a las clásicas. En 2012 se lanzaron la MV900F o los modelos más completos de la serie WB, que en 2013 mejoraron bastante y también en 2014 tienen a sus representantes.
Pero que una compañía eminentemente móvil mezclara los conceptos de los que quería ser partícipe era cuestión de - poco - tiempo. En 2012 también llegaba la Galaxy Camera, básicamente una compacta a la que, ni cortos ni perezosos, le metieron un sistema operativo de smartphone en su interior. Con conectividad 3G claro.
La reciente NX1 es una demostración de poderío de Samsung en un segmento en el que hace un par de años no tenía nada que ofrecer
Pero había que dar opciones a todos los usuarios. Así que hay tuvimos también Galaxy NX, que mezclaba el sistema sin espejo con un interior basado en el sistema operativo Android.
Después de esta prueba, la compañía separó en cierta manera los conceptos de forma acertada, pues en los dos caminos salió ganando.
La NX300 nos gustó, cuidando especialmente el acacabado y haciéndola muy deseable, y de hecho, la recientemente presentada NX1 es una seria amenaza para las réflex de iniciación e incluso amateurs. Todo un portento bien cuidado. Pero también maduró la parte Android con las Galaxy Camera y para este 2014 tenemos la Galaxy Camera 2.
Si este ha sido el camino seguido por Samsung en la parte fotográficamente más pura, no ha estado precisamente quieta en el otro extremo. Ahí tenemos las propuestas del S4 Zoom y más recientemente, el interesante K Zoom.
Otro motivo para pensar en Samsung como una futura competidora en fotografía en todos los ámbitos lo encontramos en el interior de su más conocido smartphone de este año: el Galaxy S5. Como comprobamos en nuestra comparativa de cámaras de smartphones, su atrevido paso por colocar su propio sensor a un terminal tan importante le ha salido casi perfecto. Es una de las cámaras en móviles a tener en cuenta en este 2014 pero ante todo, una demostración de que tienen suficiente músculo para intentar estar en todos los mercados que quieran.
Sony, la mejor posicionada
Si Samsung ha realizado una concreta aproximación al mundo de la fotografía desde el mundo móvil, Sony es de todas las compañías la que mejor piezas tiene sobre el tablero. En los últimos años, ha sido una de las empresas que más y mejor ha leído el mercado.
Sony creció en fotografía a base de tratar de romper lo establecido y sus NEX son ya un clásico de la nueva fotografía
Proveniente de un catálogo de compactas muy reconocidas, su gran acierto de los últimos años ha sido arriesgar para conseguir un nombre en segmentos más altos donde las clásicas dominaban sin piedad. Sus apuestas en el campo de las réflex quedaron marcadas por el sistema de espejo translúcido que dejó en el sector la impresión de innovación y querer ir un poco más allá.
Pero su gran logro ha sido afianzarse y traspasar su gran catálogo de compactas de todo tipo al mercado que más importa ahora mismo entre los consumidores: compactas de gama alta (ahí son fuertes con sus RX) y sistema sin espejo. En esta última parte del catálogo ha sido la referencia un par de años, con la NEX 7 como dispositivo aspiracional al que han seguido modelos de parecido corte.
Haciéndose fuerte en las gamas que crecían en fotografía junto con su poderío en sensores de smartphones, Sony ha sido la que mejor parada ha salido del declive de las compactas básicas
Si la conectividad de las NEX o el uso de aplicaciones no fuera suficiente para esa unión de mundos, Sony es la dueña de los sensores más usados en cámaras de smartphones, incluyendo de hecho tecnologías que provienen del mundo más clásico, como las lentes o la estabilización.
La única pega que hay que ponerle a ese desempeño es que, pese a ser responsable de esos sensores, no es la que mejor los aprovecha en sus smartphones, que la compañía posiciona sin tapujos y conocedora de que deben estar ahí, como smartphones fotográficos importantes.
Pero el mejor ejemplo de que desde Sony se está intentando de todas las maneras ser considerada la referencia cuando se une fotografía y móvil es el de sus accesorios QX.
Canon y Nikon: las dueñas que no (parecen) reaccionar
Nombra una marca relacionada con la fotografía. Seguro que Nikon o Canon salen al instante de tu boca. Las clásicas, las dueñas ... pero las que peor lo tienen de todas por no creerse que el futuro es móvil ni tampoco tener la posibilidad de introducirse en ese mercado por sí mismas, como Sony, Samsung o incluso Panasonic pueden y de hecho están haciendo.
Canon mira para otro lado y solo Nikon admite que tienen que hacer algo, peroy se lo plantean de aquí a 4-5 años
Esta inmovilidad de Canon y Nikon, o más bien el ritmo diferente - y creo que demasiado lento - respecto al resto de marcas relacionadas con la fotografía, queda patente en sus apuestas por las compactas avanzadas y sin espejo. Aquí todavía las cifras le dan la razón, y con las ventas de compactas bajando año tras año, y las sin espejo todavía moviéndose por debajo del 12% de cuota de mercado en todos los mercados menos el japonés, tiene margen de maniobra. O eso deben de pensar.
Pero, ¿y el mundo móvil? Por ahora, sus únicas concesiones han ido en la conectividad. Por lo demás, todo ha sido desprecio hacia el hacer fotos con un smartphone. Incluso Canon lo ha aprovechado para campañas publicitarias.
Nikon es la única que no ha dejado cerrada la puerta ha evolucionar. Su presidente ya dijo el año pasado que en cinco años podrían tener algo no relacionado directamente con una cámara para poder contrarrestar el empuje evidente y por ahora imparable de la fotografía desde el móvil.
Panasonic: de conectividad a juguetear con móviles
Reina del mundo de las compactas hace no mucho, Panasonic fue de las primeras en realizar una aproximación interesante en sus compactas: conectividad Wifi. Con ello trataban de retener a los usuarios que querían hacer fotos y que al instante estuvieran disponibles en sus redes sociales o compartirlas con amigos o familiares sin esperar a llegar a casa. Pero el paso intermedio no acabó de cuajar, y pese a mantener esa funcionalidad en muchas de sus nuevas cámaras, han tratado de jugar de nuevo en la liga de los smartphones.
Con alta presencia en su mercado nativo, no fue hasta bastantes años después de la llegada de los smartphones que Panasonic volvió a intentarlo en el segmento de los móviles. Pero su Eluga apenas se hizo notar en 2012.
El último intento nos parece más jugoso, pero con un precio prohibitivo por ahora. Se llama Panasonic CM1 y es prácticamente una cámara embutida en un smartphone. O al revés. Veremos qué recorrido consigue.
El consumidor no quiere saber de segmentos y no espera a nadie
El gran gadget, a nivel de consumidor, del futuro más cercano (de hecho ya lo es en el presente) es el smartphone. Lo es para la comunicación y cada vez más para la navegación web.
Desde el smartphone se espera alcanzar este año un 50% de todo el tráfico web mundial, cuando hace dos años era de solo el 30%. Y el parque de smartphones no para de crecer año tras año, habiendo pasado en España por ejemplo del 18% en 2010 a un 80% el año pasado según IAB Spain.
El futuro de la fotografía a nivel de consumidor es el smartphone, y quien quiera sobrevivir deberá hacerlo entrando en el mercado, para lo que llegan ya tarde, o aportando tecnología y desarrollo en alianza con los gigantes del mundo móvil
Y precisamente ese gadget que llevamos siempre con nosotros y cada vez usamos más, mejora con cada generación un poco más la cámara de fotos, ya presente en cualquier smartphone.
Mira esta comparativa que realizamos entre un Galaxy S5 y una compacta de gama alta. ¿Son las diferencias básicas suficientes para que un consumidor que visualizará sus fotos en un dispositivo portátil o compartirá por redes sociales se plantee renovar su cámara de fotos "clásica"? Las cifras dicen que no.
El consumidor se está decantando por aglutinar en el smartphone más y más tareas, y la fotografía es una de ellas. La facilidad para tomar la foto, editarla y compartir, unido a equipos como el Lumia 1020 que mira principalente sensor y calidad de imagen, son una combinación ganadora.
¿Y quiénes están respondiendo mejor? Pues solo aquellas que ya tienen una presencia en el mundo móvil, ya sea dominando el mercado como Samsung, o con interacciones potentes como Sony con sus smartphones y sensores para otros fabricantes. No parece que haya futuro, al menos en el segmento de consumo, para las marcas que no entren en el mercado del smartphone, ya sea con sus propios dispositivos o aliándose para llevar parte de sus desarrollos y tecnologías al teléfono.
Al final, el consumidor no mirará la marca o el segmento de su máquina para hacer fotos, solo las tomará. Y el smartphone está ganando sobradamente la guerra en la calle, y no espera a nadie.
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