Canon 1100D, una réflex con complejo de compacta

Ya lo insinuamos hace unos meses: con la llegada de las cámaras sin espejo y la tendencia de las réflex de entrada a adoptar modos de ayuda y funciones automáticas, los modelos más bajos de este tipo de cámaras de algunas marcas traspasaban casi una línea que ya es muy difícil de colocar.

La Canon 1100D es un ejemplo más. Echando un vistazo a sus especificaciones, apenas el amplio catálogo de accesorios y objetivos de la compañía invitan a pasarse a ella, porque el perfil que buscan de usuario seguramente se de cuenta de que no tenía que haber dado el salto para lo que al final va a hacer con la nueva réflex.

Aunque la nueva Canon 1100D se mantenga en peso, tamaño y precio muy bajos, si luego optamos por mantener el objetivo del kit y usar el modo automático, apenas la velocidad de disparo nos supondrá mucha diferencia en este nivel respecto a una compacta más cómoda de llevar.

Canon 1100D, presumiendo de ayudas al fotógrafo

Como pasaba con la Canon 600D, la nueva réflex de entrada de la compañía japonesa se ha centrado este año en dotar de ayudas al fotógrafo en forma de más modos automáticos y menús muy descriptivos para que comprendamos qué efecto tiene cada ajuste en la fotografía final.

Pero si en una réflex pones un modo que mejore de forma artificial el desenfoque de una foto, la misión de cámara de aprendizaje se pierde. Pese a todo, seguro que los que buscan una réflex básica y asequible que llevar colgada del cuello y con la que se acordarán muchas veces de su compacta, encuentran encantadores los filtros, efectos y ayudas en los menús de la nueva Canon 1100D.

Volviendo a sus especificaciones técnicas, esta réflex Canon ofrece al fotógrafo un sensor APS-C CMOS de 12 megapíxeles, salida HDMI, ráfaga de 3 fotos por segundo, ISO de hasta 6400 y pantalla discreta de 2.7 pulgadas con resolución de 230.000 píxeles, la cual está fija al cuerpo ligeramente modificado en diseño de la Canon 1100D.