Tras las filtraciones llega la confirmación. Con la feria Photokina a la vuelta de la esquina, la Nikon D7000 era de las pocas cámaras que nos quedaba todavía por ver. Y la espera ha merecido la pena. Si te gustaba la Nikon D90 y has disfrutado pensando en comprar una, ve sacando la tarjeta porque esta sucesora, pese al nombre, ha llegado para sustituirla de tus sueños.
La Nikon D7000 se va a plantar en los escaparates de todo el mundo con unos argumentos muy convincentes: acabado del cuerpo en aleación de magnesio, grabación de vídeo en FullHD y una combinación de nuevo sensor más procesador que promete grandes sensaciones con la cámara en mano, entre ellas, un nuevo enfoque de 39 puntos, 9 de ellos en cruz.
Nikon D7000, superando un modelo clásico
Si las cámaras compactas avanzadas y los nuevos modelos sin espejo están apretando mucho por abajo la gama de entrada al mundo réflex, la gama media también está tendiendo a desaparecer. Esta Nikon D7000, que rompe la denominación clásica de sus cámaras, no es que venga a sustituir a la Nikon D90 como estandarte de la marca para aficionados avanzados, sino que sube su calidad un peldaño más para colocarse como una alternativa compacta a modelos réflex más grandes y caros.
Esto lo podemos comprobar inmediatamente en el acabado de la Nikon D7000. Pese a que por su cuerpo compacto quedaría encuadrado en la gama de entrada de la compañía, el uso de un material como la aleación de magnesio y el sellado del mismo nos indican que es una cámara más seria, con más empaque a pesar de su reducido tamaño y peso.
El sensor de la nueva Nikon D7000 es un modelo CMOS de 16.2 megapíxeles que trabajando al alimón con el procesador Expeed 2 consigue mejorar el rango dinámico, la sensibilidad máxima con la que podemos trabajar (hasta 6400 ISO y 25.600 de manera forzada) y un ráfaga de 6 fotos por segundo que podemos almacenar en su nueva disposición doble de ranuras para tarjetas SD.
Sin pantalla abatible pero con vídeo en alta definición con enfoque continuo
El modo de vídeo en alta definición 1080p era algo muy esperado en esta nueva Nikon D7000 y no ha defraudado sobre el papel. Esta nueva cámara es capaz de grabar (durante 20 minutos seguidos como máximo) vídeos a 1080p y 24 fps, o a 720p con posibilidad de escoger entre 24 y 30 fotogramas por segundo. También contamos con una entrada de micrófono, aunque lo más llamativo y que valorara especialmente el consumidor al que le guste el vídeo en una réflex digital, hay enfoque contínuo para el modo vídeo aunque sin llegar al sistema usado por las recientes Sony A55 y A33.
Para la grabación de vídeo podremos usar la pantalla de 3 pulgadas y casi un millón de píxeles de resolución que Nikon ha olvidado hacer móvil, lo que hubiera supuesto un extra de valor para este modo. El visor sube su cobertura hasta el 100%.
Nikon D7000 y Canon 60D, huyendo de la gama media
Como acabamos de comentar, la gama media en el mundo réflex corre el riesgo de perderse. Las réflex básicas cada día son más completas y los nuevos modelos acogen características de equipos superiores aunque con cuerpos más contenidos. La Canon 60D que se presentaba hace unos días rebajaba sus aspiraciones profesionales a pesar de incorporar una acertada pantalla abatible y el modo de vídeo.
Ahora, esta Nikon D7000 sube el listón de nuevo con un cuerpo de acabado muy tentador para los que siempre han echado de menos calidad en este aspecto de una réflex, el modo de vídeo más avanzado que se puede encontrar en una réflex clásica y prestaciones que confunden sobre su estatus dentro de la marca.
La Nikon D7000 debería estar en los escaparates para el próximo mes con un precio de 1.000 euros para el cuerpo y 1.200 para los kits más básicos.
Más información | Nikon.
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