Audi acaba de presentar Swarm, un concepto muy interesante de iluminación para el automóvil basado en tecnología OLED. Algo nos dice, sin embargo, que la vistosa creación de la compañía alemana, si llega a popularizarse es de esas buenas ideas que acaban generando una pesadilla visual de la mano de los conductores de gusto más dudoso.
Swarm consiste, básicamente, en sustituir los faros traseros del coche por una superficie curva OLED como la de un televisor. Convenientemente programada, esta superficie es capaz de replicar los intermitentes o las luces de freno mediante patrones de luz que cambian de dirección e intensidad siguiendo los movimientos del vehículo.
¿El inconveniente? Aparte del coste, que seguramente no sea barato, la objeción más evidente es que los bellos patrones que forman la luz pueden ser una distracción más que una mejora en la alerta de los conductores que nos siguen, al menos hasta que nos acostumbremos a verlos.
Audi comenta que el sistema puede mostrar todo tipo de imágenes y que la información básica de los focos tradicionales puede complementarse con indicadores sobre la velocidad o el estado del tráfico. Nos preguntamos cuanto tardarían en hackear Swarm para poder mostrar en la pantalla vistosas llamas azules o mensajes nada cariñosos a los conductores que no respetan la distancia de seguridad.
Vía | Gizmag
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