La inmensa mayoría de placas con circuitos impresos que vemos en el mercado suelen tener ese característico color verde de todos conocido: lo hemos visto en las Raspberry Pi por ejemplo, pero también en muchas otras soluciones.
¿Por qué ese color verde y no otro? En realidad es posible encontrar placas con circuitos impresos en otros muchos colores, pero ese verde se ha convertido en un estándar de facto sin que nadie parezca tener clara la razón. Hay algunas teorías al respecto, no obstante.
Verde que te quiero verde
Ese color es el de la capa de soldadura que se sitúa en la parte más superior del ensamblaje de esas placas con circuitos integrados, y la idea es la de prevenir cortocircuitos y errores de soldadura.
Esa capa está compuesta de resinas y pigmentos que permiten proteger al circuito impreso del polvo, la humedad o la oxidación, pero lo que sigue sin estar claro es por qué el color más frecuente entre los fabricantes es el verde y no otro. Entre las posibles explicaciones están las siguientes:
- Aplicaciones militares: los primeros circuitos en Estados Unidos probablemente estuvieron destinados a aplicaciones militares, y puede que uno de los requisitos del ejército de los EE.UU. fuera que ese color externo fuera verde.
- Bajo coste, fácil acceso: puede que la razón fuera tan simple como que este tipo de material en color verde acabó siendo el que tuvo mayor disponibilidad y menor coste, lo que ayudó a su proliferación y a que se convirtiese en el estándar sin que nadie lo eligiese como tal.
- El color verde reduce la fatiga visual: algunos creen que la inspección manual de los circuitos imponía a los trabajadores una labor difícil y que acababa cansando mucho los ojos, algo que podría haber motivado esa decisión de usar el verde para aliviar esa fatiga.
En una de las primeras patentes en las que se habla de circuitos impresos en 1980 se menciona el uso de fotopolímeros sensibles a la luz UV para las capas de soldadura, y aunque en ella se indica que se utilizaban 3 g de tinte o colorante, no se revela el color del mismo.
Otras teorías explican cómo las máscaras de soldadura originales hacían uso de una resina base con un color amarillo-marrón que al mezclarse con el material que la endurecía adquiría un color marrón miel que no era demasiado atractivo. Eso acabó haciendo que se tratasen de aplicar distintos pigmentos de colorante hasta que dieron con ese color verde que era mucho más aceptable visualmente.
Vía | Seed Studio
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