Si estáis junto a alguien, a ser posible millennial o lo que sea que vaya antes, jugad a algo: que cierre los ojos y que diga lo primero que le venga a la cabeza al oír "reloj calculadora". A muchas se nos ocurre "Casio" en la primera milésima de segundo, pero en realidad los honores de ser pioneros en este llamativo producto se los llevan otros, entre ellos Hewlett-Packard (cuando era uno solo.
Mientras que relojes como el Casio CA-50 (el de 'Regreso al futuro') surgieron a mediados de los 80, los fabricantes que iniciaron esta moda fueron Calcron, Pulsar (una marca de la actual Hamilton) y Hewlett-Packard (HP). Y de ésta última es representativo el HP-01 wrist instrument, porque se llamaba así, sin ni siquiera tener la palabra "reloj" en su nombre.
Tecnología a la última (de antes) a precio de dispositivo plegable (de ahora)
Desde la perspectiva actual, resulta muy curioso leer el folleto (bueno, el artículo del Hewlett-Packard Journal de diciembre de 1977) sobre el HP-01. Sobre todo leyendo que era "el primero de una nueva generación de "instrumentos de muñeca" (quizás el "tataratérmino" de wearables), cuando HP cortó el grifo en lo referente a este tipo de productos, que además eran más bien un producto de lujo.
De hecho, al parecer se fabricaron unas 50.000 unidades y la mitad fueron compradas por un jeque árabe. Aunque en este caso tampoco era algo prohibitivo como algunos artículos de coleccionista o ediciones limitadas de automóviles de lujo: el precio de partida era de 650 dólares, que si tenemos en cuenta la inflación serían unos 2.089,44 dólares actuales.
Es decir, quien ahora se pueda permitir un dispositivo plegable como el Samsung Galaxy Z Fold 2, en aquel momento se podría permitir un HP-01. Casi era "barato" teniendo en cuenta que el Hamilton Pulsar Time Computer, que mencionábamos en la introducción, costaba 2.100 dólares en 1972, es decir, unos 13.307,22 actuales teniendo en cuenta la inflación.
Seis funciones y cuatro tipos de números
¿Qué hacía el HP-01? Tenía seis funciones: dar la hora, alarmas, cronómetro/temporizador, calculadora, calendario y memoria. Disponía de un total de 28 teclas, y no es extraño que os parezcan muy pequeñas como para pulsarlas en el dedo porque había tan sólo seis pensadas para esto, el resto se accionaban con un puntero que se incorporaba en la hebilla de la correa, o bien con un bolígrafo que se entregaba junto con el reloj.
El microprocesador de este reloj disponía de 38.000 transistores (el Apple A14, el procesador de los iPhone 12, tiene 11.800 millones). Se le podían introducir cuatro tipos de datos: números decimales (desde".0000001" a "9999999.") y enteros, fechas, intervalos de tiempo y horas, de ahí que veamos teclas específicas para barras o los dos puntos.
La pantalla era un LED de números rojos sobre fondo negro (muy 'Coche fantástico' todo), en el que cabían nueve dígitos (podía mostrar potencias de diez con notación científica, con mantissa, la coma, el signo y el exponente, aunque no era una calculadora científica). Un LED porque el LCD aún estaba por venir, para acabar dominando el terreno en relojes digitales, calculadoras y otros muchos dispositivos.
En cuanto a sus funciones de cálculo, el HP-01 podía realizar cálculos algebraicos, aunque siguiendo paso a paso el procedimiento de introducción de operaciones. Y lo que destacaban mucho es que integraba un calendario de 200 años, el cual podrá ser válido si algún HP-01 sigue funcionando ya que recogía desde el 1 de enero de 1900 hasta el 21 de diciembre de 2099.
Pequeño, pero macizo
Pese a que en las fotografías puede parecer un reloj de dimensiones bastante estándar, era una buena pieza. El HP-01 pesaba 170 gramos y su volumen era de 16 centímetros cúbicos. Para que os hagáis una idea, en cuanto a dimensiones venía a ser algo más compacto que el Samsung Galaxy Watch 3 de 41 milímetros (tiene unos 16,7 cm³), pero era literalmente como llevar un Xiaomi Mi 11 5G en la muñeca (pesa 169 gramos).
Era de acero, pero las teclas mostraban distintos colores según el modelo. En éste de Keith Midson eran blancas y rojas, pero en el que aparece en el libro Core Memory de Mark Richards esas teclas funcionales son ámbar.
El HP-01 no fue el éxito en ventas que esperaban, pero pese a esto con el tiempo ha pasado a ser un objeto de coleccionista, del cual la propia Hewlett-Packard conserva algún ejemplar en su museo. Quizás es menos recordado que los Casio, pero en cierto modo hizo historia, llegando a ser considerado "el padre de los relojes LED de los 70".
Imagen | Iconeek
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