Todas las veces que metieron DRM a algo y salió mal: del caos con las impresoras al escándalo con los CDs

Todas las veces que metieron DRM a algo y salió mal: del caos con las impresoras al escándalo con los CDs

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Todas las veces que metieron DRM a algo y salió mal: del caos con las impresoras al escándalo con los CDs
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Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

El uso del DRM (del inglés, digital rights management) es polémico. Las empresas lo utilizan como protecciones anticopia, pero muchas veces el remedio es peor que la enfermedad. En su afán por evitar que los usuarios hagan un uso no deseado de sus dispositivos, las marcas acaban aplicando un DRM que falla por todas partes e incluso evita hacer un uso normal.

Esta es una recopilación de casos donde las compañías han tenido problemas con el DRM, desde impresoras que desactivan el escáner cuando se quedan sin tinta hasta empresas de cafeteras que se desploman en bolsa por añadir un DRM en sus nuevos modelos.

Como apunta la Electronic Frontier Foundation, no hay evidencias que el DRM ayude a proteger la seguridad o sea necesario para luchar contra el uso no oficial. Sin embargo, sí tenemos muchas historias sobre cómo el DRM provoca numerosos quebraderos de cabeza.

Las cafeteras 2.0 de Keurig

Keurig

La empresa de cafeteras Keurig decidió presentar un nuevo modelo 2.0, con un oculto pero importante cambio: la introducción del DRM para evitar que se pudieran utilizar cápsulas no oficiales. La decisión provocó el rechazo de muchos usuarios, hasta el punto que las acciones cayeron y las ventas fueron una decepción. Los usuarios acusaron a la compañía de avaricia, impidiendo utilizar todas las cápsulas que tenían del primer modelo. Un DRM para el café, que al final consiste en juntar granos y colocarlos en un envase de plástico.

Hoy en día, la competencia entre las distintas máquinas de café está precisamente en la compatibilidad de sus cápsulas, pero Keurig fue una de las primeras en introducir un DRM para evitar, mediante un sistema de infrarrojos, el uso de cápsulas de terceros con las que físicamente la cafetera no debería tener más problemas.

El DRM de las impresoras afecta más allá de los cartuchos de tinta

Canon

Los fabricantes de impresoras son bien conocidos por aplicar DRM a sus cartuchos. Una de las compañías que sorprendió a sus usuarios fue HP, quien en 2016 implementó un firmware preprogramado para dar un mensaje de advertencia aun cuando los cartuchos (de terceros) estuvieran en perfecto estado.

Curiosamente, el mensaje no aludía directamente a la marca del cartucho, sino que explicaba que "los siguientes cartuchos de tinta parecen no detectarse o estar dañados. Sustituya los cartuchos de tinta para continuar la impresión".

En el caso de Canon, en 2021 fue demandada por un grupo de cien usuarios por publicidad engañosa. Se explicó que el modelo de impresora Pixma MG6320 y otros modelos similares desactivaban la función de escaneo cuando la impresora se quedaba sin tinta, pese a que no tenía nada que ver. En su afán por detectar cartuchos de terceros, el bloqueo anticopia de las impresoras de Canon iba más allá incluso de los cartuchos.

Canon y la necesidad de explicar cómo saltarse el propio DRM

Canon Impresora

La escasez de chips ha tenido consecuencias imprevisibles. Una de ellas es la que ha afectado a Canon, que no está pudiendo incorporar los chips del DRM para los cartuchos de la impresora. Para salir del paso, está enseñando a los clientes cómo saltarse los mensajes que alertan de la falta de piezas originales.

A través de un correo, Canon explica paso a paso cómo quitar el mensaje de alerta. Un mensaje del DRM que estaba ahí para evitar que se utilicen cartuchos no oficiales, pero que con la falta de chips salta siempre, incluso con los cartuchos originales.

Ganaderos en pie de guerra contra John Deere y sus tractores

John Deere

John Deere es la marca referencia de tractores y en 2015 afirmó que eludir el software de diagnóstico del tractor era ilegal. Es decir, los tractores tenían un DRM para evitar que los ganaderos realizaran todas las reparaciones por su cuenta. Esto provocó un conflicto que tuvo su siguiente episodio en 2018 cuando desde John Deere prometieron que ofrecerían las herramientas necesarias a la comunidad para realizar sus propias reparaciones. Lamentablemente, el conflicto todavía continúa.

La compañía asegura que el 98% de las reparaciones se pueden hacer por el granjero, sin embargo ese 2% debe pasar por un técnico de John Deere. Un porcentaje "protegido" por el DRM que genera polémica y dudas entre un sector que tradicionalmente en EE.UU siempre ha apostado por esta marca de tractores.

Sin poder jugar por culpa de problemas en los servidores del DRM

Marvels Guardians

Denuvo tardó poco en dejar de ser un sistema de DRM "incrackeable". Pese a ello, sigue siendo ampliamente utilizado en títulos de PC de primer nivel. Recientemente, Denuvo tuvo problemas con sus servidores, lo que provocó que miles de usuarios no pudieran jugar a títulos como 'Marvel's Guardians of the Galaxy', 'Tomb Raider' o 'Football Manager 2022' en Steam.

"El servidor no se encuentra accesible", mostraba el error que le aparecía a los jugadores. En unos juegos adquiridos oficialmente y donde el servidor no es el del propio juego, sino el del sistema DRM que revisa que no hayan sido crackeados. Una capa de seguridad que en vez de aportar, añade complejidad y problemas a la hora de jugar.

Los problemas de Denuvo no terminan ahí. No ha sido hasta los últimos días previos a su lanzamiento que Intel ha solucionado un problema con los procesadores Alder Lake de 12ª generación en Windows 11 y Windows 10.

Apple, su DRM FairPlay y la polémica del borrado de canciones

Itunes

iTunes ha cambiado mucho desde 2009, pero el caso con las canciones de los iPod es un claro ejemplo de cómo el DRM de las compañías está envuelto en polémicas. En los comienzos del iPod, Apple utilizaba un FairPlay DRM para las canciones que no permitía que éstas se usasen fuera del iPod ni que en el iPod se metiese música con DRM de otras tiendas. La demanda de un grupo de usuarios fue más allá y se acusó a Apple de borrar canciones de la competencia de los iPod.

Finalmente un juzgado de California dictaminó que Apple sí había borrado las canciones, aunque Apple fue declarada inocente de las acusaciones de monopolio. Steve Jobs reconoció en varios emails estar preocupado por estos programas que permitían imitar el DRM de Apple y desde la compañía afirmaban que en aquella época estaban "bastante paranoicos" con el asunto de la seguridad y por ello procedieron al borrado.

El gran escándalo de Sony BMG que abrió la puerta al malware

Sony Cd R

El de Sony BMG en 2005 es probablemente el caso más flagrante de un DRM que sale mal. La compañía instaló secretamente una protección anticopia (XCP) y el software MediaMax en millones de CDs de música. Lo que en principio iba a ser una capa de anti-spyware indetectable, se convirtió en una puerta abierta al malware con el que los ciberatacantes podían introducir malware en un PC sin detectarse.

Hoy en día todavía es posible conseguir uno de estos CDs y cuidado, porque incluso llegan a afectar a Mac, aunque en menor medida. La reacción de Sony también fue un desastre, llegando a negar la mayor y terminando en los tribunales.

La ironía de Amazon borrando el libro de '1984' en los Kindle

Kindle

El DRM de los Kindle de Amazon es otra protección que ha causado más de un susto. En 2009 ocurrió que Amazon borró remotamente las copias digitales de libros como '1984', dándose la ironía de aplicar una censura que precisamente se critica en la novela de George Orwell. El motivo fue que estos libros habían sido subidos a los Kindle de los usuarios tras comprarlos en una tienda de terceros. Cuando el sistema DRM los detectó, desde Amazon los borraron a distancia.

Como explica el New York Times, Amazon reconoció que eso había sido una mala idea. De hecho, en la política de uso de los Kindle no se especificaba que Amazon pudiera borrar un libro a distancia.

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