La compañía canadiense conocida inicialmente como RIM, a la que todos empezamos a llamar BlackBerry gracias al éxito de sus smartphones, pasa por uno de los momentos más complicados de su historia, desde el punto de vista de la identidad de la empresa, y del futuro incierto que tiene en un mercado demasiado competido. BlackBerry no ha muerto, al menos esta debería ser una noticia para felicitarnos.
Contra pronóstico, ayer os informamos sobre un hecho que parece que da alas a BlackBerry, a la que le ha llegado una inyección de 1.000 millones de dólares junto a un cambio de estrategia – el actual CEO deja su cargo -, cuando la mayoría pensábamos que terminaría siendo vendida al mejor postor. Algunos tenían claro que la operación de Fairfax no era más que un señuelo para conseguir ofertas mejores, que no han aparecido, pero este no es el objeto de debate de este artículo.
No sería justo quedarnos con estos últimos y movidos días, ya que esta aventura tiene momentos brillantes desde su creación a principio de los años ochenta, y vitales para entender la industria actual. Especialmente con la creación de un mercado de teléfonos inteligentes en la que ella fue pieza clave, y su proyección en el mercado empresarial.
Vamos a echar la vista atrás y repasar sus inicios, pasando por la exitosa etapa BlackBerry, o la llegada del iPhone y su apuesta por un teléfono inteligente para todos. También llegamos a la fallida respuesta con BlackBerry 10 – en pleno despliegue Android -, terminando con la última etapa en la que sus creadores no han tenido las riendas, y Thorsten Heins no ha sabido llevar a buen puerto las posibilidades de la empresa.
Los primeros años de RIM
Estamos ante una empresa relativamente joven que empezó su andadura en 1984, pero en el mundo de la tecnológica, comunicaciones, y electrónica de consumo, las velocidades son diferentes, por lo que podemos considerarla como una de las veteranas en el negocio de las telecomunicaciones. Lo que queremos decir es que no venía de otro campo de actuación, y la vida de sus creadores está ligada a la vida de la historia de RIM, como otro ejemplo más en empresas que nacieron en los últimos treinta años, en pequeñas oficinas y garajes.
La Research in Motion que Mike Lazaridis y Douglas Fregin crearon, dio sus primeros pasos trabajando alrededor de la conectividad y telecomunicaciones, algo que no han dejado hasta ahora. Mike con 23 años, estudiante de la Universidad de Waterloo, y su amigo Doug, ingeniero por la Universidad de Windsor, crearon e instalaron la empresa en Waterloo.
Su deseo inicial fue el de comercializar Budgie, un sistema que permitía mostrar información en la pantalla de televisión, sin cables. Los hizo hacerse famosos, pero la economía le llegó con otros proyectos paralelos. El primer contrato importante lo tuvieron en 1985 de un grande como General Motors, con 600.000 dólares destinados a crear pantallas que funcionaban en red. La fase de creación no fue buena, sirviendo únicamente cien unidades, y pasando la producción a otros, lo que le permitió seguir en nuevos proyectos.
Pero Lazaridis veía con claridad que el presente y futuro estaba en la tecnología inalámbrica que permitía enviar datos, por lo que entre 1987 y 1988 se convirtió en el primer desarrollador en América del Norte de productos basados en Mobitex de Ericsson. La línea de trabajo estaba relacionada con empresas, también con el proceso de las ventas vía tarjeta de crédito. Las operadoras Rogers o Bell contrataron a RIM para utilizar la tecnología de Mobitex.
No todo eran comunicaciones inalámbricas, en el 1990, RIM puso en el mercado un dispositivo llamado DigiSync Film KeyKode Reader, un lector de código de barras para la industria del cine, con el que llegaron a ganar un Emmy y un Oscar.
Nos tenemos que ir hasta 1992 para conocer al otro gran protagonista en la dirección de RIM, Jim Balsillie, que trajo mucha experiencia financiera a una empresa donde la ingeniería dominaba. Para entrar en la compañía, Jim puso 250.000 dólares de su fortuna. En ese año las ventas superaron el millón de dólares.
Una vez dominado Mobitex y haber ganado dinero con ello, llegaba el momento de crear hardware. Mientras Lazaridis miraba mucho más adelante con PDAs con conectividad inalámbrica, Jim creía que había que impulsar el desarrollo de mensáfonos que pudieran enviar – además de recibir – mensajes. En un término medio, Lazaridis pensó que en esos mensáfonos se podría mandar correo utilizando las redes de operadoras móviles.
En 1996 apareció el mensáfono Inter@ctive Pager 900, que contaba con un pequeño teclado, y costaba 700 dólares. Con él se podían enviar mensajes, faxes, y correo electrónico, todo ello a través de redes de operadoras basadas en Mobitex. Dos años más tarde llegó el modelo 950. Ambos dispositivos no eran más que un germen de lo que tenía que llegar poco tiempo después bajo la denominación BlackBerry.
Nace BlackBerry
Además de la RIM 950, la compañía canadiense presentó la 850, la primera funcionando sobre red Mobitex, mientras que la otra lo hacía sobre DataTAC. En ellas se introduce la solución inalámbrica de correo electrónico que conoceremos como BlackBerry Enterprise Server.
RIM confío en Lexicon Branding, la compañía detrás de las marcas Apple PowerBook e Intel Pentium, para crear algo único, que entrara mejor que algo tan extenso como 950 Inter@ctive Pager, algo que también lo diferenciara de otros mensáfonos, ya que su producto era algo más. Lógicamente la primera diferencia estaba en el teclado, que relacionaron con la forma de una fresa – strawberry -, cada tecla una semilla.
Lexicon consideró jugar un poco con el prefijo hasta llegar a BlackBerry, que sonaba mejor. Incluso a Lazaridis le gustó el nombre. Lo que no sabían en ese momento es que muchos años después terminaría siendo el nombre de la empresa.
En los primeros días se estuvieron moviendo en fase de pruebas con periodistas, políticos, abogados, en general profesionales que podrían sacar partido de su sistema. El propio Balsillie los movía por Wall Street y Capitol Hill, para dar a conocerlo a todo el que tenía curiosidad por el servicio. Ya sabéis, prácticamente una PDA (calendario, agenda, tareas), que además podía enviar mensajes y correos encriptados, todo ello a través de la conectividad que daban las operadoras móviles.
Pasamos al año 1999, momento en el que RIM empieza a cotizar en Nasdaq – dos años antes en la Toronto Stock Exchange -, y la compañía recibe una inversión de 250 millones de dólares para desarrollar la tecnología que habría detrás de BlackBerry. Al año siguiente consiguieron otros 900 millones de dólares más.
En el año 2000 empezaría un largo e inesperado episodio relacionado con patentes, ya que una empresa llamada NTP apareció ofreciendo a RIM que licenciaría sus patentes, ya que consideraba que en su cartera estaba el “sistema de correo electrónico inalámbrico” en el que se basaba BlackBerry. Los canadienses no respondieron, por lo que se encontraron con una demanda en 2001, y al año siguiente, NTP ganó en los tribunales, recogiendo 23,1 millones de dólares de la jugada.
RIM no quedó conforme y a partir de ahí pasaron a un proceso de apelación que duró cinco años, con muchos gastos y tiempo perdido para los canadienses. Lo peor llegó cuando se propuso como medida cautelar el bloqueo de las ventas de BlackBerry en Estados Unidos, en 2003. RIM volvió a apelar, y finalmente en 2006 llegaron a un acuerdo con NTP, que recibió 612,5 millones de dólares.
Mientras todo esto ocurría, la evolución de los clientes BlackBerry era muy grande: en 2004 tenían dos millones, en 2005 doblaban por encima de los cuatro millones, y en 2006, ya eran más de cinco millones de suscriptores. El salto más importante lo tenemos en 2007, cuando los servicios BlackBerry tenían más de diez millones de clientes.
Los terminales fueron evolucionando lentamente en todo este tiempo, tanto en hardware como en software, ya que la prioridad estaba en seguir extendiendo la marca BlackBerry por el mundo. Por ejemplo, en 2007 consiguieron un acuerdo con Alcatel-Lucent para distribuir la marca en China. Sobre los terminales en sí, no queríamos que fueran los principales protagonistas de este artículo, creemos que podéis tener una buena idea de los principales modelos en este especial que preparamos.
Y llegó el iPhone
El momento BlackBerry era fantástico, pero conservador para lo que tenía que venir en pocos meses. Durante 2007 se pasaba de nueve a diez millones de clientes, algo que era posible al estar desplegado en 120 países, con más de 300 operadoras. La frontera entre lo profesional y los consumidores se estaba rompiendo, y claramente había un interés por este tipo de productos por todo tipo de público.
En ese mismo año Steve Jobs presentó el iPhone, y aunque no podía llegar y destrozar el mercado con un producto relativamente caro, puso las bases de lo que tenía que ser un smartphone, completamente táctil, con la mejor puesta a Internet móvil del momento, más allá de un lector de correos.
También un lugar ideal para crear aplicaciones y servicios. La historia y evolución de las ventas del producto de Apple no vamos a tratarla ahora, pero somos conscientes del éxito de cada generación que han ido poniendo en el mercado.
Una BlackBerry Pearl no podía aguantar la comparación en muchos sentidos, pero tampoco terminales de Motorola, Palm, o Nokia. Apple mandó al teclado físico a los libros de historia. RIM inicialmente se cerró en la idea de que no todo el mundo quería escribir sobre una pantalla, y de alguna forma estaba siendo víctima de su propio éxito, muy cómoda con su filosofía y número de clientes.
Lo más comercial que RIM tenía en el mercado eran las Curve y las Pearl, que no se olvidaban de incluir una cámara, buena autonomía y el inevitable teclado físico. En un nivel superior estaban las BlackBerry Bold, con la misma filosofía, que prácticamente les acompañó hasta 2010, y podríamos decir que fue el primer rival ideado para luchar con el iPhone.
Un episodio especial merecería las BlackBerry Storm, terminales completamente táctiles de RIM que no pudieron ser la respuesta esperada. Los análisis fueron negativos, especialmente por un software lento y con pocas posibilidades. También adolecía de falta de conecividad WiFi en la primera versión.
De ahí en adelante, Android y iPhone no pararon de comerle mercado en los principales territorios, especialmente en el norte del continente americano, acompañado de pérdidas dolorosas en el campo empresarial y gobiernos.
Pero la base de clientes a nivel mundial llegó a ser muy potente, se contabilizaban 75 millones de usuarios. A finales de 2011, el 60% del crecimiento estaba produciéndose fuera de Estados Unidos, con BBM como uno de los principales catalizadores.
El resto de la competencia también se estaba moviendo, lentos, pero ahí estaba Nokia con la intención de pasar de Symbian a Maemo – quién se imaginaba lo que venía por delante -, o la aparición de webOS por parte de Palm, además de los deseos de Microsoft de pasar de Windows Mobile a algo más actual, que luego conocimos como Windows Phone. La revolución también se gestaba en RIM, con el desarrollo del prometedor BlackBerry 10.
Empezaba una guerra que terminaría dominando Android, al menos en los días que estamos viviendo ahora. Una guerra en la que los socios fabricantes – como Samsung – marcaron las diferencias. El otro aspecto a tener en cuenta son los ecosistemas, algo que BlackBerry introdujo en 2009 con BlackBerry App World, como su repositorio de aplicaciones.
PlayBook y BlackBerry 10
En 2010 comenzó con la transición a una nueva plataforma, dejando por fin BlackBerry OS atrás. Aunque iban bastante justos de tiempo, los mimbres que iban eligiendo eran bastante buenos. En primer lugar tenemos la adquisición de QNX, creadores de una plataforma más moderna que se caracterizaba por su seguridad.
También se hicieron con los suecos de The Astonishing Tribe, unos diseñadores reconocidos en la industria, que serían los encargados de dar forma a la interfaz. La misión de todos ellos iba más allá de los teléfonos, también intentarían crear un sistema que estuviera dentro de las florecientes tablets.
BlackBerry OS no murió, mientras la nueva versión se gestaba fueron apareciendo hasta tres versiones importantes – 6, 7 y 7.1 – que trajeron a la plataforma muchas funcionalidades que intentaban igualar la que ofrecía la competencia: creación de puntos WiFi, llamadas vía WiFi, BlackBerry Tag (NFC), etc. En este periodo final aparecieron nuevos modelos, híbridos táctil/teclado, como las BlackBerry Torch. El número de suscriptores en 2010 estaba en torno a los 55 millones.
En septiembre de 2010 presentaron un poco sobre la tablet BlackBerry PlayBook, que es donde se estaba creando la nueva plataforma. Todo en ella era interesante y esperanzador, solo había que echar un vistazo a la utilización de gestos, la gestión de la multitarea, y un hardware a la altura de los mejores.
Finalmente apareció en abril de 2011, con nada de éxito, principalmente por estar a medio a cocinar, la falta de aplicaciones, y la imposibilidad de competir con el encanto del iPad. Entrando en el verano, RIM decidió que sobraban trabajadores y echó al 10% de la empresa (2000 empleados).
Este mismo año también será recordado por una importante caída del servicio durante tres días en octubre, a nivel mundial. Un problema que fue padecido por mucha gente, ya que el número de suscriptores en 2011 estaba en torno a los 75 millones.
Al margen del éxito que no cosecha la tablet, en paralelo la maquinaria seguía trabajando en teléfonos que contaran con el nuevo sistema operativo, que inicialmente se llamó BBX, para pasar a llamarse BlackBerry 10 por problemas legales. Desde muy temprano quisieron anunciar que podría utilizar aplicaciones Android, un apaño para arreglar un ecosistema pobre. La sensación que había en RIM en esos momentos es que los ingenieros y desarrolladores se querían ir a otras empresas, y era muy difícil reclutar nuevos talentos.
La realidad es que había cierto optimismo, con imágenes del sistema y prototipos sufriendo filtraciones que avivan la espera, pero empezó a esfumarse la positividad cuando llegaron retrasos mortales, que colocaron a la BlackBerry Z10 en las tiendas en enero de 2013. Pero antes de todo esto nos tenemos que parar en un episodio tan importante como el del cambio de dirigentes en 2012, con Thorsten Heins a la cabeza.
RIM es ahora BlackBerry, una nueva era
Enero de 2012, la compañía está en crisis tras el peor año de su historia, y la solución pasa por cambiar a los que manejan el barco. Parecía complicado que llegara un momento como este, pero Jim Balsillie y Mike Lazaridis, dan un paso atrás – siguen siendo miembros de la directiva - y ceden el mando a Thorsten Heins. El nuevo CEO llega con una línea continuista de trabajo, y mucho optimismo.
La estrategia desde ese momento era la de poner en el mercado la versión 2.0 de PlayBook OS lo antes posible, en febrero. En lo que respecta a los teléfonos, se esperaban para finales de año. Como os adelantamos en el apartado anterior, RIM anunció en junio de 2012 que BlackBerry 10 se iba a retrasar al año siguiente.
Si ya iban tarde con respecto a unos devoradores iOS y Android, saltarse la epóca navideña era algo que no se podían permitir. A pesar de que iba a ocurrir así, había algunos signos positivos en resultados financieros del tercer trimestre, en los que anuncian que hay dos millones de suscriptores más.
Enero de 2013. Llegan cambios en denominaciones, la tienda de aplicaciones pasa a llamarse BlackBerry World, y vende contenidos multimedia, como la competencia. RIM pasa a llamarse simplemente BlackBerry, aprovechando la marca más valorada que poseen.
En el mismo periodo comienza el despliegue de BlackBerry Enterprise Service 10, y presenta sus dos primeros terminales: BlackBerry Z10, completamente táctil, y Q10, con teclado QWERTY. No será hasta el mes siguiente cuando la Z10 llegue realmente a los primeros mercados. Todo el mundo coincide que han llegado demasiado tarde, de hecho, la Q10 no se venderá hasta mayo.
En marzo llegan resultados financieros mejores de lo esperado – 94 millones en beneficios -, y Mike Lazaridis deja de formar parte de la directiva de la empresa. Los problemas vuelven a dar la cara en los resultados de junio, con 84 millones en pérdidas. El problema no está en que se pase una mala temporada, ya lo hemos visto en otras empresas, es que no se ve posibilidad de salir adelante con la estrategia actual. En mayo ya conocíamos que Windows Phone les había superado.
Nos vamos hasta agosto para conocer que la empresa estudia posibles asociaciones, incluso la venta, entre las posibles estrategias para salvar la situación. Mientras esto ocurre la empresa reconoce que pierde terreno en mercados emergentes, donde se consideraba fuerte, y en septiembre presentan la BlackBerry Z30.
Pero el episodio más llamativo en estas últimas semanas lo tenemos en la puesta de largo de su servicio BBM en la hasta ahora competencia, iOS y Android. Nosotros tuvimos la oportunidad de conocer la aplicación mientras el servicio funcionó, pero no llegó a implantarse a nivel mundial, ni las aplicaciones estuvieron oficialmente disponibles. BlackBerry culpó al mal funcionamiento que provocó una versión de la aplicación Android que estaba en circulación. Afortunadamente ya está operativo, con buen éxito.
El momento final de toda esta historia estaba cercano a su fin, ya que BlackBerry recibió una oferta de compra por 4.700 millones de dólares por parte de Fairfax Financial. Os hablamos sobre las razones de la compra, y conocemos mejor quién es el posible comprador.
Unos días antes anunciaron el despido del 40% de la plantilla, unos 4500 trabajadores. A pesar de que BlackBerry tendría que pagar una indemnización por cambiar de comprador, nombres importantes como Qualcomm, Lenovo, Facebook, Samsung, LG, Google, Intel o LG, aparecen en escena.
BlackBerry no se vende, adiós a Thorsten Heins
El final de la historia os lo contamos ayer: fracasa el plan de venta de BlackBerry a Fairfax, y Thorsten Heins abandona como CEO. Si estáis interesados en conocer la última piedra del proyecto que intentan sacar adelante, os dejamos con el análisis de la BlackBerry Z30.
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