Aunque varios países del mundo están tratando de desbancar a Arabia Salud como el hogar de los rascacielos extravagantes (Brasil acaba de presentar la torre residencial más alta del mundo), hay varios proyectos en marcha en Medio Oriente que, cuando se completen, tardarán en ser desbancados. Uno es un proyecto que hay que definir: una torre de dos kilómetros de altura. El otro es el imponente, más terrenal y conflictivo rascacielos de Jeddah. Y también tenemos The Line, pero hay que ver cómo acaba.
La Torre Jeddah de más de 1.000 metros de altura lleva estancada desde 2018 debido a la purga de Arabia Saudí, pero oficialmente las obras se acaban de reanudar y parece que, ahora sí, van en serio.
Ciudad vertical. El objetivo De la Torre Jedda es simple: mirar por encima del hombro al Burj Khalifa de Dubai con sus 828 metros de altura. Conseguirlo… ya no es tan sencillo. En 2011 se anunció que el arquitecto del Burj Khalifa -Adrian Smith- sería el encargado de superar su anterior obra, pero ahora en Arabia Saudí. La intención era construir una torre de 1.500 metros de altura en Yeda, pero tras unos análisis del suelo, se llegó a la conclusión de que había que reducir la ambición a unos nada desdeñables 1.008 metros.
La idea es que sea el corazón de un nuevo distrito en la ciudad y será un edificio que albergará un hotel Four Seasons, apartamentos de alquiler, oficinas de alta gama y viviendas de lujo. También tendrá tiendas, una plataforma de observación (que será la más alta del mundo) y el objetivo es convertir la torre en una especie de ciudad vertical autosuficiente a la vez que funciona como motor comercial del suelo a su alrededor.
Un reto. Smith repetirá la planta triangular que ya diseñó para el Burj Khalifa, pero más que un simple capricho, es una decisión de para aportar estabilidad al edificio. Y, a diferencia del orgullo de Emiratos Árabes, la forma de la Torre Jeddah será cónica. Esto permitirá que sea más aerodinámica, algo muy importante de cara a gestionar de mejor forma los vórtices de viento que se producen a cierta altura.
Se estima que el edificio tendrá 59 ascensores, cinco de ellos de dos pisos y la intención es utilizar las diferencias de presión de aire en el desierto para enfriar el edificio de forma eficiente, así como una orientación en la que ninguna de las fachadas estén orientadas directamente al Sol. El objetivo era tenerla lista para 2018. Cuánto se equivocaron en las predicciones.
La purga. Con todo el proyecto en firme, la construcción comenzó el 1 de abril de 2013. La construcción no fue a mal ritmo y, para finales de 2017, ya tenían construidos 252 metros. Sin embargo, en 2018, los planes se vinieron abajo cuando, con un tercio de la torre ya completado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman creó un comité anticorrupción con la intención de centralizar el poder político en lugar de que estuviera compartido por las élites saudíes. Una de las detenidas fue Fahda bint Falah, madre del propio Salman.
Esto se conoció como la purga de Arabia Saudita de 2017-2019 y terminó con 381 arrestos de empresarios, ministros gubernamentales y príncipes acusados de soborno, extorsión a funcionarios y lavado de dinero. En paralelo, parece que un grupo de la muerte operaba para asesinar a los disidentes de manera silenciosa.
Ahora sí, vuelta al tajo. Tras varios años con las obras en pausa, en septiembre de 2023 parecía que se iban a reanudar debido a el promotor había invitado a importantes contratistas tanto locales como internacionales a presentar su candidatura para poder terminar el edificio. No supimos más del tema… hasta ahora. De forma oficial, la Torre Jeddah sigue adelante, algo que han comunicado con un vídeo renderizado en el que se muestra el diseño de la misma.
En un principio, se estimaba que el edificio tendría un costo de 1.230 millones de dólares, pero anuncios recientes indican que la cifra habría aumentado hasta los 1.900 millones de dólares, de los que ya se habían pagado unos 290 millones. Queda mucho, muchísimo por hacer.
2028. Con el corazón del Jeddah Economic City, un macroproyecto de 20.000 millones de dólares, en marcha de nuevo, se espera que las obras avancen rápidamente. En esta ocasión, la previsión es tenerla lista de cara a 2018, 10 años después de la fecha planteada originalmente.
Cuando esté lista, veremos a qué nivel está desarrollada la ciudad a su alrededor y si este coloso rascacielos con fachada totalmente de cristal se queda como una planta del desierto (su diseño está inspirado por ellas) o si, realmente, es el núcleo de algo mayor. También, para ese punto, habrá que ver cómo está The Line, cuya fecha prevista de finalización es 2030 y que no va demasiado bien.
Imágenes | Omarnizar05
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