El hogar conectado se está convirtiendo en una realidad a un ritmo que se acelera casi de mes a mes. Hacer que los dispositivos del hogar “hablen” con Internet y entre ellos mismos es cada vez más económico y más sencillo y, paulatinamente, nos estamos acostumbrando a que una parte de la configuración de la electrónica de consumo pase por la conectividad de Internet. Ahora bien, tener objetos conectados pero sin una lógica en común no es sinónimo de tener un hogar conectado. Para ello, se necesita que estos objetos tengan una coherencia en forma de hilo argumental que facilite a los usuarios su manejo y configuración.
Samsung es un ejemplo de trabajo serio en esta dirección, con años de investigación construyendo las piezas del rompecabezas del Internet de las Cosas en forma de su sistema operativo Tizen, de su ecosistema IoT denominado SmartThings o en la de su interfaz para las televisiones inteligentes denominada Smart Hub.
A la espera de que llegue al mercado el ecosistema SmartThings, Samsung sigue uniendo piezas. Y el resultado se deja ver, por ejemplo, en la integración de la gestión de múltiples dispositivos diferentes directamente desde la interfaz de los televisores Samsung con Smart Hub.
La televisión, el centro del hogar conectado
Para Samsung, la televisión es el centro de operaciones ideal para gestionar el hogar conectado. También se puede hacer desde aplicaciones móviles o desde un navegador web, pero, en el día a día, la televisión en la sala de estar es el punto de encuentro perfecto para el ocio digital y para llevar, de paso, el seguimiento de los dispositivos conectados que lleguen más adelante tales como cámaras de vigilancia, sensores de presencia, luces, termostatos, o cualquier otro que podamos imaginar en un futuro cercano.
Para que este escenario tenga éxito y funcione, es vital que el acceso a estos dispositivos, así como las alertas de funcionamiento estén perfectamente integradas en la experiencia de uso del televisor. Ya hemos visto que el Smart Hub de los nuevos televisores de Samsung ofrece rapidez de respuesta, así como integración entre las funciones Smart y el visionado de series, películas o la televisión.
Samsung Smart Control, el secreto está en el mando a distancia
El hogar conectado, además de sus connotaciones positivas, presenta algún efecto colateral que otro. Por ejemplo, incrementar enormemente el número de dispositivos que tenemos que manejar. Ante este panorama, la opción de usar un mando a distancia para cada dispositivo se antoja inviable. Y aumentar el número de botones de un mando tradicional tampoco ayuda.
Los mandos tradicionales, de hecho, necesitan un manual por sí solos para explicar qué hace cada uno de sus botones, por no hablar del tiempo que invertimos tratando de encontrar el botón que nos interesa entre decenas de ellos. Los mandos a distancia tradicionales, lejos de facilitar las cosas, tienden a solucionar las cosas añadiendo botones y más botones para manejar más y más funciones. Pero aquí Samsung ha decidido romper con la tradición, desarrollado un mando a distancia con una filosofía opuesta a la anterior.
El mando a distancia Smart Control integra sólo 10 botones y un micrófono. Y lejos de reducir las posibilidades del mando, hace que sea mucho más ágil e inmediato acceder a las funciones que queremos cuando queremos.
A la medida del Smart Hub
Parte del secreto del Smart Control es la propia interfaz Smart Hub del televisor. Su estructura permite navegar a través de sus menús usando las teclas de cursor, o directamente dictando comandos de voz o de búsqueda en el micrófono integrado.
Este mando, además de manejar la propia televisión, es capaz de convertirse en el mando de los dispositivos y equipos que se conecten al televisor mediante HDMI, así como de aquellos que se manejen desde aplicaciones dentro del Smart Hub. De este modo, se simplifica en muchos órdenes de magnitud el manejo de la propia televisión, así como de las aplicaciones y dispositivos que estén conectados a través de la Smart TV.
La ergonomía del mando permite un agarre que facilita el acceso a todos los botones casi sin mirar. Los botones de cambio de canal y volumen son de tipo basculante hacia arriba y abajo, y el botón de control de voz es rápido y nos entiende bastante bien en la mayoría de las ocasiones.
Los menús de Smart Hub conviven con la pantalla principal, de modo que no hace falta salir de la emisión para acceder a las funciones más comunes de cambio de fuente o selección de aplicaciones. Y además, la respuesta del sistema es rápida, inmediata, sin demoras en la respuesta a nuestras acciones.
Si en algún momento queremos escribir texto, podemos recurrir a la aplicación móvil Smart View, desde la que podemos usar el teclado de nuestro smartphone para introducir el texto que sea menester. Con todo, el mando es más cómodo que la propia aplicación, y en un uso normal de la televisión, prácticamente podemos prescindir del mando a distancia tradicional para usar únicamente Smart Control.
Integración y control al servicio del usuario
Al final, la experiencia de uso de los televisores SUHD se ha visto mejorada enormemente con la introducción de la nueva gama de 2016. Tanto por calidad de imagen como por tecnología y también por su interfaz de usuario que gira alrededor de dos ejes sincronizados: Smart Hub y el mando a distancia Smart Control.
El resultado es un ecosistema preparado para dar vida al hogar conectado tan pronto como empiecen a estar disponibles los dispositivos y se vayan integrando en el ecosistema Smart Hub, ya sean cámaras, sistemas de iluminación, sensores, termostatos o cualquier otro que encuentre su sitio en este escenario de conectividad.
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