Sacarle una buena foto a una célula es complicado. Hacerlo en 3D era aún más difícil, pero un equipo de investigadores del EPFL han desarrollado una nueva técnica de microscopía con la que logran crear imágenes 3D de alta definición de células.
El sistema no solo captura fotos de hecho, y es capaz de monitorizar procesos biológicos con esa impresionante visualización a lo largo del tiempo.
A ver, célula, di 'cheese'
Los científicos han usado diversas técnicas para capturar imágenes de células, pero todas ellas tenían sus desventajas. La microscopía de electrones podía mostrar detalles espectaculares de la superficie de un especímen, pero no se puede usar en células vivas porque la intensidad del haz de electrones destruye la muestra.
Con la microscopía fluorescente se evita dañar la muestra, pero la resolución de esas imágenes es peor. ¿Qué hicieron los investigadores del EPFL? Combinar dos técnicas ya conocidas para resolver sus limitaciones.
La primera técnica fue la de usar microscopios de sonda de barrido, pero como ese método es invasivo para las células, estos investigadores sustituyeron la sonda con un nanoporo de vidrio que mide el flujo de iones sin necesidad de tocar la muestra. Llamaron a este método Microscopía de Conductancia Iónica de Barrido (SICM).
Esa nueva técnica fue además combinada con otra llamada Imágenes de Fluctuación Óptica Estocástica (SOFI) con la que es posible observar los procesos y moléculas que conforman las células. Al unir ambas técnicas lograron crear imágenes 3D tanto del interior como del exterior de las células.
Como explicaba uno de los responsables del estudio, esta técnica "permite a los investigadores analizar las disposiciones moleculares en el interior de la célula y determinar su correlación con la dinámica de la membrana", y hacerlo además a lo largo del tiempo. El resultado son "vídeos" en un formato similar a los timelapse que podemos hacer con nuestros móviles.
Vía | NewAtlas
Más información | ACS
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