Mucho se está hablando estos días de la neutralidad en la red. Esta semana la Corte de Apelación de los Estados Unidos tomó una importante (y potencialmente peligrosa) decisión: canceló un decreto de la FCC que evitaba que los proveedores de Internet pudieran favorecer o perjudicar ciertos tipos de tráfico a ciertos destinos.
Esa es la idea de neutralidad en la red: la de que todos los datos tengan la misma prioridad, sin importar de quién provengan y a quién vayan destinados. Ese decreto cancelado hace que en Estados Unidos ahora las operadoras estén en posición de luchar por ofrecer ciertos privilegios a cambio, por supuesto, de rentabilizarlos económicamente. Sin embargo, ¿es ese un peligro solo para Estados Unidos, o para todo el mundo?
Muchos análisis de la situación y una misma conclusión
Varios han sido los medios --y algún que otro humilde blog-- que han hablado del tema de forma detallada durante esta semana. Destacaría especialmente el análisis de Nilay Patel en The Verge en el que este editor destaca el hecho de que en los Estados Unidos todo este escándalo es, por increíble que parezca, el resultado de una mala elección de palabras.
En 2002 la FCC cometió un error fatal. En lugar de denominar a los servicios de Internet como "servicios de información" en lugar de calificarlos como "servicios universales". Las presiones de los gigantes de la telefonía fija y móvil --los que proporcionaban y proporcionan acceso a Internet-- hicieron mella en este organismo, que pensó que podría manejar la situación aún con esa peligrosa denominación.
El resultado ha sido una continua batalla para proteger esa neutralidad en la red que siempre ha estado muy politizada en Estados Unidos y que lógicamente para las operadoras era un obstáculo para poder recaudar ingentes cantidades de dinero. La cronología de los hechos a la que hacen referencia en el citado artículo de The Verge deja bien claro los problemas que ha tenido la FCC para mantener el tipo. Y también es concluyente al hablar del problema que tienen la FCC y los usuarios a partir del pasado 14 de enero, cuando la sentencia del gobierno dio la razón a Verizon y afirmó que no pueden imponer las reglas habituales de las operadoras a los proveedores de servicios de información.
Mal futuro para todos
Las consecuencias son brutales para todos. Para los usuarios en primer lugar, por el hecho de que todos podríamos tener que acabar pagando más por cierto tipo de tráfico, lo que nos enfrentaría a un mercado de oferta y demanda que haría que este bien universal que es Internet se convirtiera en una moneda de cambio y un gigantesco negocio. Atentos a esto:
Esta gigantesca imagen --disculpas por el tamaño, pero creemos que valía la pena incluirla en toda su extensión-- ha sido creada por un usuario de Reddit, y en ella se puede ver cómo cada tipo de información tendría un coste diferente. Es importante que os fijéis no solo en los logos y los precios, sino en la letra pequeña que ese usuario ha incluido en cada oferta y que está ejemplarmente presentada para indicar con más precisión las implicaciones de un mundo sin neutralidad en la red.
Lo explicaban también muy bien nuestros compañeros de Genbeta, que en un extenso artículo al respecto resumían dos de las conclusiones de esa neutralidad: por un lado, ese "págame y te doy más ancho de banda", y por otro, las tarifas de datos patrocinadas, que favorecerían a servicios que le pagan a las operadoras por poder ser accedidos sin coste para los usuarios. Por ejemplo, el acceso a redes sociales. Los usuarios podrían acceder gratis, pero Facebook o Twitter tendrían que pagar un impuesto revolucionario para ofrecer el mismo servicio que ofrecen ahora. Si no lo hicieran, otras que sí quisieran pagar tendrían esa posibilidad. La locura.
Esa realidad no solo implicaría a los usuarios finales: las empresas --y los centros encargados del desarrollo y la innovación-- se verían probablemente también muy perjudicadas en su acceso a ciertos servicios. Eso complicaría la vida a los emprendedores, que tendrían mucho más difícil el acceso al mercado, algo que explicaba fantásticamente Fred Wilson en su conocido blog A VC:
Esto es la Internet 3.0. Con la sentencia del juicio de ayer que indica que la FCC no puede implementar las reglas de neutralidad en la red que adoptaron hace tiempo, la pesadilla es probablemente una realidad. Las operadoras escogerán sus partners preferidos, costearán los costes de datos de esas aplicaciones mediante subsidios, y harán mucho más difícil que nuevos participantes puedan competir con los titulares de esos servicios.
No todo está perdido, no osbtante. Lo comentaba en una entrevista en Re/Code Susan Crawford, profesora en la Harvard Law School y autora del libro "Captive Audience" que precisamente estaba dedicado de forma íntegra a este tema. Teóricamente el gobierno y el congreso podrían volver a recalificar esos servicios, aunque eso no será fácil con las presiones de las operadoras que tras esta batalla ganada no cederán terreno a no ser que sea absolutamente inevitable. Esta publicación realizaba un estudio adicional a cargo de Bradford Cross, CEO de Prismatic y que también analizaba la situación y sus peligros con gran detalle, y que finalizaba con la misma conclusión: la de que la pérdida de la neutralidad en la red sería un desastre. Al menos, para la mayoría, no para las operadoras y para algunos gigantes capaces de sacar provecho de ese nuevo mercado de oferta y demanda de datos.
La guerra por la neutralidad en la red no ha acabado
Mucho hemos tratado el tema de la neutralidad en la red en Xataka y otras publicaciones de Weblogs SL, con debates que se pusieron muy de moda en 2010 --incluso bastante antes, con un primer acercamiento en enero de 2009--ante una posible amenaza a la forma en que algunas operadoras se rumoreaba que se planteaban gestionar los servicios de datos fijos. Aquella amenaza en junio de 2010 hacía que hubiéramos podido ir hacia atrás, como los cangrejos, aunque afortunadamente --y eso que poco después, en septiembre, la amenaza parecía cada vez más real-- la cosa no pasó a mayores, como certificábamos en Xataka On con otro artículo que destacaba la relevancia de esa neutralidad en la red.
De hecho, en aquella época se comenzó a publicar un blog específico sobre el tema, Nación Red, que finalmente se integraría con Genbeta bajo la etiqueta activismo online y que en su trayectoria trató repetidamente este tipo de sucesos.
Precisamente este 2014 empezó agitado en este sentido con la noticia de que AT&T quería comenzar a comercializar esos datos patrocinados (ni siquiera intentaron disfrazar el nombre, el servicio se llama realmente sponsored data), y este último suceso que como indicábamos detallaron nuestros compañeros de Genbeta en el reportaje especial titulado "¿Es el final de la neutralidad de la red en Estados Unidos?" repasaba todo lo sucedido y los peligros que esas decisiones supondrían.
Precisamente en las conclusiones de ese artículo se explicaba algo importante: en Europa la Comisión Europea "planea regular más adecuadamente la neutralidad en la red, aunque hace unos meses aún había desacuerdos en cómo hacerlo entre los comisarios".
No es que en el viejo continente todo vaya sobre ruedas: un estudio del BEREC, la agencia reguladora del mercado de las telecomunicaciones en la UE, demostraba que había bloqueos y limitaciones en el tráfico P2P, VoIP y streaming tras rastrear a 400 compañías que operan en los países miembros. En nuestro país ya se estudiaron esas acciones de "capado" que realizaban algunas operadoras en nuestro país, y los datos eran singulares.
Aún así, la situación es bastante más favorable a priori que la que existe en Estados Unidos. Esperemos que se confirme en los próximos meses y años, y que en Estados Unidos el gobierno logre llevar por el buen camino un debate que al fin y al cabo resulta crítico para el futuro de Internet.
Imagen | Flickr
Ver 26 comentarios