Pese a que se asume que internet es algo globalizado y de acceso mundial, no en todos los países existen las mismas condiciones con respecto al mismo. Y no por una cuestión técnica o de recursos, sino en relación a normativas y a la restricción de accesos por unos u otros intereses sociopolíticos. Es por ello que la Organización de las Naciones Unidas ha llevado adelante una resolución que busca acabar con los actos que van en contra del acceso libre a la red.
Según leemos en The Hill, la resolución se avaló por consenso de los 47 países que componen el Consejo de Derechos Humanos de la organización, yendo más allá de estas restricciones a la conexión. Sin embargo, se trata de una resolución no vinculante, es decir, que de momento no es de obligado cumplimiento. ¿Qué busca la ONU con algo así y para qué sirve en la práctica?
Una batalla de años con armas dudosas
Esta resolución llega unos cuatro años después de que la ONU declarase tanto la conexión a internet como la libre expresión mediante la misma uno de los Derechos Humanos. Un movimiento a favor de la libertad de uso, información y expresión que contaba ya con el apoyo de países como China, que precisamente hasta la fecha no predica demasiado con el ejemplo, siendo uno de los países que lleva a cabo restricciones nacionales a nivel de acceso y descarga de contenidos.
Ahora, tanto éste como el resto de países de dicho Consejo han acordado ir adelante con esta resolución no vinculante que condena toda acción suponga un cese en los servicios de conexión, en cuanto a la información (censura) o que suponga una violación de los derechos de libertad de expresión online. En el artículo se recogen 15 puntos a los que deben atender los países en cuanto a los derechos de conexión, entre los cuales se encuentra la especificación que casi lo resume todo: en términos de la conexión a la red, se han de proteger los mismos derechos que se protegen offline.
El documento recalca la importancia de que esto se cumpla no sólo por lo relacionado a las libertades y los derechos, sino en vistas a que haya una evolución y un progreso, y matizando el papel de la educación como algo básico en el proceso. El problema viene al hablar de una propuesta que no obliga a su cumplimiento, sino que es de nuevo otra acción que busca la presión de cara a que estos actos no se cometan. Es decir, una condena en forma de discurso, pero sin acciones legales que puedan ejecutarse, al menos de momento.
De hecho, la resolución inicial que citábamos al principio tampoco lo fue. Esta medida es por tanto otra manifestación de la organización en defensa de los derechos de los usuarios, pero que en la práctica podría repercutir más bien poco (la prueba es que los bloqueos han seguido tras haber incluido el uso de internet en los Derechos Humanos). Algo que recordaba Ken Roth de Human Rights Watch en el New York Times, en relación a que son actos que buscan hacer presión.
Incluso China, a pesar de la obvia hipocresía, se ha visto forzada a firmar cuando está públicamente disconforme, llevando a cabo un régimen de censura que insiste en mantener.
Los "peros" vienen ya de dentro
Como comentábamos la resolución se aprobó por consenso, pero según leemos en The Verge hubieron varias voces que sonaron en contra de la misma. Una de ellas de hecho ya la hemos mencionado: China, a la cual se unieron Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica e India.
Si bien no fue una oposición radical a toda la propuesta, lo que pedían era que se eliminase el fragmento que condena cualquier medida que bloquee el acceso o la diseminación de la información online. No obstante, el manifiesto no se tocó y finalmente se aprobó tal cual estaba, sin eliminar ninguna de las peticiones.
Como comenta Thomas Hughes, Director Ejecutivo de Article 19 (una organización en defensa de los derechos humanos) lo que se busca es que se condenen actos como los asesinatos de bloggers y otros crímenes y abusos relacionados con el ejercicio de las libertades en internet. Pero, ¿se logrará con una resolución no vinculante que esos actos y las censuras en países como Barhein, Argelia o la India dejen de existir? Un buen comienzo, por ejemplo, sería que la totalidad de los países que la firman lo aplicasen, y ya vemos que no es así.
Más información | UN
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