El pasado 2 de mayo Activision publicaba el tráiler de presentación de ‘Call of Duty: Infinite Warfare’. 10 días después ya era el tráiler más odiado de la historia de YouTube. Hoy el juego llega a las tiendas presumiendo de un Metacritic de 81 en base a los análisis de la crítica, pero viene acompañado de una puntuación de usuario de 3,4.
Está claro que algo falla, o los usuarios la han tomado a destajo con el juego o la crítica no está haciendo bien su trabajo. De hecho puede que incluso ambos tengan razón, que lo peor de ‘Call of Duty: Infinite Warfare’ sea ser igual de bueno (para bien o para mal) que todas las entregas anteriores. ¿Lo convierte eso en un juego criticable?
Si volvemos a acudir a Metacritic nos sorprenderá ver cómo el único juego que mantiene una valoración positiva por parte del usuario es el primer ‘Modern Warfare’, desde ahí todo son medias de cuatro para abajo. Sin embargo los datos no son en absoluto fiables y las cifras de ventas, el voto con la cartera, refleja una realidad muy distinta.
Millones de unidades vendidas
El inicio de las críticas a Call of Duty
La debacle empezó con ‘Call of Duty: Ghosts’, título que no consiguió ganarse el apoyo ni del público ni de la crítica pese a estar desarrollador por el equipo (o lo que quedaba de él) de Infinity Ward, cuyo mérito es haber convertido a ‘Call of Duty 4: Modern Warfare’ no sólo en parte de la historia del videojuego, también en uno de los más vendidos, influyentes y alabados de la pasada generación.
Los creadores de Modern Warfare son ahora los que llevan la delantera con Titanfall
En el candelero estaba intentar conocer qué demonios pasaría después de un litigio entre los anteriores directores de Infinity Ward, Jason West y Vince Zampella, y Activision, que habían separado sus caminos debido al despido de los citados desarrolladores por un supuesto incumplimiento de contrato.
Curiosamente todo esto ocurre antes del lanzamiento de ‘Call of Duty: Modern Warfare 3’, con West y Zampella ya habiendo formado Respawn Entertainment para crear la saga ‘Titanfall’ junto con EA, pero por alguna razón se achaca más en ‘Call of Duty: Ghosts’ por parte del público.
Juegos anuales como sinónimo de malos
Para ser francos el problema entre Activision, Infinity Ward y los empleados de una y otra son meras anécdotas que sirvieron como detonante de lo que los usuarios veían como un problema: las franquicias con lanzamientos anuales no estaban a la altura y acababan lastrando la creatividad y el buen hacer de los estudios.
Sólo Ubisoft ha sabido frenar los problemas de las franquicias anuales
Las críticas a ‘Call of Duty: Ghosts’ y sus entregas posteriores no difieren demasiado de las recibidas por ‘Assassin’s Creed’, ‘FIFA’ o, para irnos aún más lejos manteniéndonos en la misma familia, los ‘Guitar Hero’ de Activision. Sin embargo mientras que en este último la fatiga de lanzamientos anuales, e incluso bianuales, acabó atacando a las ventas y se canceló la saga, en el resto de casos sólo Ubisoft ha salido al paso para alargar los desarrollos de su saga estrella.
La gran diferencia ahí es que la cantidad de variables que pueden reportar bugs escandalosos es mucho mayor que en un juego como ‘Call of Duty’, donde todo está más controlado que en un mundo abierto. Eso y que para Ubisoft la única solución era ceder a los comentarios de los usuarios porque las ventas de la saga se habían convertido en una sangría que no paraba de descender entrega tras entrega.
¿Estamos hablando de juegos malos? En absoluto, puede que sean mejores o peores a su manera o en comparación con lo mejor que ha aportado una saga en toda su historia, pero no se puede tacharlos de juegos malos. Digámoslo de otro modo, ¿qué valoración recibiría ‘Call of Duty: Infinite Warfare’ si ‘Advanced Warfare’ o ‘Black Ops 3’ no hubiesen incluido la posibilidad de movernos haciendo parkour o realizar ataques especiales, si fuese innovador? Es hablar por hablar porque realmente sí están esos juegos detrás, ¿pero apoyarse en ese legado lo convierte en un mal juego?
¿Es lícito que un juego se recicle año tras año?
Dejemos de hacer de abogado del diablo y centrémonos en lo que todos tenemos en la cabeza. Sí, ojalá ‘Call of Duty’ y el resto de sagas de lanzamiento anual nos sorprendiesen gratamente cada año, siguiesen arrastrando la misma cantidad de fieles y nos tuviesen a todos contentos. Y ahora bajemos de las nubes.
Si esta y otras sagas no ofrecen cambios radicales es por dos razones. La primera es que eso supone un riesgo grave en el que se podría destrozar la confianza puesta en la continuidad del juego para sus seguidores más fieles. La segunda es que no lo necesitan, los juegos se siguen vendiendo como churros y con unas cifras muy superiores a otros títulos estrella con mejores valoraciones de crítica y público.
Millones de unidades vendidas
Si queda alguien ahí detrás con un deseo oculto de que ‘Call of Duty’ se acabe pegando un guantazo brutal, puede estar tranquilo, es algo que ocurrirá más tarde o más temprano. No es una cuestión de odio, es una cuestión de lógica y puede aplicarse a cualquier franquicia que te venga a la cabeza, donde ni siquiera un gigante como ‘FIFA’ está a salvo de que llegue otra compañía y adquiera los derechos del mundo del fútbol para lanzar un juego que lo acabe supliendo.
Hasta entonces parecemos condenados (si es que puede tacharse esta situación como tal) a recibir nuevas entregas como la de este 'Call of Duty: Infinite Warfare' en las que la crítica seguirá diciendo que "mantiene la calidad sin inventar la rueda" y el público seguirá reclamando que es "lo mismo de cada año".
Ninguno estará equivocado: la campaña palomitera que te hace levantarte de la silla, el exigente multijugador y los modos adicionales para disfrutar en cooperativo seguirán siendo destacables para el analista, y la historia sin chicha, el online clónico y el cooperativo sin ideas seguirán estando ahí para el consumidor. Mientras la balanza siga equilibrada,** seguirá vendiendo**, y cuando no lo haga, ya estaremos más preocupados por cómo conseguirá sobrevivir otro juego.
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