El fenómeno 'Fortnite' ha sido uno de los más importantes del año. Según las previsiones, tiene una base de jugadores activos de más de 130 millones y ha sido capaces de generar más de tres millones de dólares al día. Sin embargo la explosión de este juego también está provocando varias quejas y problemas derivados en los colegios.
Tal es así, que centros como el Colegio El Limonar han emitido un comunicado apelando a que los padres controlen el tiempo de acceso a las pantallas y supervisen el juego que según ellos tiene enganchados a gran parte de sus alumnos.
El furor de 'Fortnite' preocupa en diversos colegios
'Fortnite' es un juego que consiste en un mapa donde los jugadores intentan que los demás mueran antes que ellos. Pero no es un juego propiamente violento. En parte gracias a sus colores llamativos, bailes divertidos y personajes que recuerdan a los dibujos animados. Aunque no son estos factores lo que preocupan al profesorado de algunos colegios. En el juego las partidas son cortas, normalmente de unos 20 minutos. Eso alienta a los jugadores probar suerte una y otra vez, lo que al final puede llegar a causar adicción. Un problema que la OMS ya reconoce como enfermedad.
En la carta realizada por el profesorado del colegio de Málaga se recogen algunas de las conclusiones de la comunidad educativa respecto a 'Fortnite'. Comentan que llevan un tiempo observando a su alumnado de Secundaria y el último ciclo de Primaria y "han detectado un deterioro significativo en el rendimiento académico y en sus relaciones con sus iguales". Un juego de moda que está arrasando entre pequeños y mayores, pese a que como comentan su temática no es especialmente novedosa.
Según recoge el comunicado del colegio, Álvaro Bilbao, Doctor en Psicología de la Salud del Hospital Johns Hopkins (Baltimore) y colaborador de la OMS, manifiesta que este tipo de juegos también afectaría al interés que los pequeños prestan a determinadas cosas:
Las nuevas tecnologías, los videojuegos sobre todo o estar mirando cosas en Internet continuamente, hacen que el niño esté constantemente estimulado y tiene menos oportunidad de ejercer autocontrol, porque todo el control lo lleva la máquina. Si los estímulos a los que está expuesto son muy intensos, muy rápidos, como en los videojuegos, el niño puede perder el interés por cosas que son un poco más lentas o menos intensas, como la maestra, la pizarra, un libro o jugar en la calle con los amigos; el niño se acostumbra a tener estímulos muy rápidos y cuando bajan de velocidad se empieza a aburrir.
Un caso relacionado que llamó la atención de los medios hace unos meses fue el del colegio de Devon, en el suroeste de Inglaterra. La escuela prohibió el baile más famoso de 'Fortnite', el "floss dance", porque intimidaba a los más pequeños. En aquel caso, algunos padres del centro y otros de fuera, se habrían colocado en contra de la medida.
Fortnite is like a drug. Don’t ever let your kids play it. You won’t come back from it. pic.twitter.com/76RPJNfhVb
— Katharine Birbalsingh (@Miss_Snuffy) 5 de diciembre de 2018
Otros colegios como el Widden Primary School ofrecen guías para padres acerca de 'Fortnite', donde se puede leer que el juego es tremendamente adictivo. Mientras que en escuelas como las de Gloucester o Cheltenham, en Reino Unido, ya se ha escrito a los padres para avisar de arrebatos de ira y enfados por el juego.
Exclusión y riesgo de engaños por parte de desconocidos
Además de su capacidad adictiva y poder jugarse gratis a través de todo tipo de dispositivos, hay otro elemento extra que está impulsando a 'Fortnite'. Muchos maestros, expertos y los mismos padres son conscientes de los nuevos referentes de los más pequeños. Algunos de los Youtubers más famosos promocionan el juego y hacen referencias a él, consiguiendo no solo ser el centro de la atención sino provocando que aquellos que no juegan se puedan sentir excluidos al no conocer el juego. Para hacernos una idea de su alcance, jóvenes jugadores profesionales de fútbol como Griezmann o Dembelé o de Basquet como Luka Doncic también son reconocidos jugadores de 'Fortnite'.
Esta popularidad ha llevado a colegios como el de Andalucía a escribir por carta alarmando a los padres sobre este fenómeno. Según la carta del colegio El Limonar, el juego estaría "generando dificultad de autocontrol, menos tolerancia a la frustración y normalización de conductas agresivas". De manera relacionada, desde el centro y otras plataformas como la NCA alertan que estos Battle Royale son una puerta abierta al "grooming", término que se utiliza cuando desconocidos se acercan a los niños para ganarse su confianza.
Otros educadores sin embargo ven 'Fortnite' como una oportunidad
¿Cómo pueden los padres evitar los peligros de este nuevo fenómeno? Es una tarea difícil, pero según recomienda Mora-Cantallops, "participando en el juego para entenderlo; no es tanto un control sobre lo que se hace como hablar un mismo idioma". Es decir, no sería tanto un problema de control sobre la tablet, el móvil o el ordenador sino entender a qué dedica el tiempo el niño y advertirle de los posibles problemas que podría encontrarse.
Además de establecer un control parental, algunos profesores y educadores ven en el auge de 'Fortnite' como una oportunidad más para enseñar los valores correctos. En la misma dirección se encuentra Chris Ferguson, profesor de psicología de la Universidad de Stetson y autor de estudios que muestran cómo el uso de videojuegos violentos no es un factor de riesgo para los más jóvenes.
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