Cada cual tiene que librar sus propias batallas. Pero hay una de las mías particulares que ya la he dado por perdida. No me voy a rendir nunca, porque lucharla me proporciona infinitas satisfacciones. Pero sé que estoy condenado a perder. Mi batalla es leer todo '2000 AD', el veterano cómic británico de ciencia ficción donde han nacido personajes icónicos como Juez Dredd, Rogue Trooper, Robo-Hunter o Perro de Estroncio. Y sé que esa batalla está llamada al fracaso de antemano.
El motivo: en el momento de escribir estas líneas, con un número recién publicado el 20 de marzo, llevan 2373 números en marcha. Una cifra que excede con mucho mis energías y, sobre todo, mi tiempo disponible. Y no será porque no me he puesto metódico con el tema: desde hace meses estoy leyendo uno al día, así que ya llevo un par de cientos de ejemplares. Pero si cada mes me leo treinta, y también cada mes salen cuatro, con periodicidad implacablemente semanal... sí, puedo alcanzar el número actual, pero las distracciones son infinitas.
¿Porque según voy leyendo, me pregunto, "por qué no recuperar aquella historia que tanto me gustó hace cincuenta números"? ¿Por qué no empezar también con la revista hermana de 2000 AD, 'Judge Dredd Megazine' (¡466 números llevan, a razón de uno al mes!)? Rebellion, la editora actual de la revista, tampoco deja demasiado espacio para la concentración, y cada mes lanza volúmenes recopilatorios con aventuras completas de los personajes, para no tener que leerlas mes a mes. Una tentación constante, sobre todo ahora que las editan en formatos de lujo y con las páginas restauradas.
Asumamos la derrota: nunca dejaré de leer '2000 AD' porque es el mejor cómic del mundo (¡el mejor de la galaxia, como dicen ellos mismos!), y estoy contentísimo con que así sea. Veo a un John Tones jubilado, con la gente leyendo cómics mediante dispositivos de inmersión sensorial sofisticadísimos, y yo aún revisando las primeras aventuras de la Juez Anderson, una y otra vez, en pochísimo papel de pulpa retapado, como llevo haciendo desde que era adolescente.
Mi primer 2000 AD, chispas (cósmicas)
La primera vez que leí '2000 AD' no lo supe, porque lo leí... en un 'Mortadelo'. Durante un tiempo las 'Mortadelo Especial', allá por finales de los ochenta, incluían unas historias de cuatro o seis páginas, autoconclusivas, llamadas 'El tiempo en sus manos' (como la legendaria adaptación cinematográfica de 'La máquina del tiempo' de HG Wells). Un episodio me llamó especialmente la atención: era la vida de un hombre contada con pelos y señales, pero al revés.
La historia que me marcó empezaba por la muerte del hombre de un infarto, y a partir de ahí iba retrocediendo en el tiempo, este hombre volvía a vivir toda su vida, rejuveneciendo, convirtiéndose en un joven, en un niño, y finalmente, "desnaciendo" y desapareciendo. Repito, esto lo leí en una 'Mortadelo Especial'. Me obsesionó completamente, y un tiempo después descubrí qué era aquello.
Lo que había leído era un episodio de 'Future Shocks', una serie de gran tradición en '2000 AD' y que mutó de decenas de formas en los años posteriores: 'Twisted Tales', 'Future Shorts', 'Pulp Sci-Fi'... todas ellas autoconclusivas y con giro final, al más clásico estilo de las 'Historias de la cripta', pero en clave de ciencia ficción cachondona y para todos los públicos. El giro para mí aún estaba por llegar: el guionista de aquella historia había sido Alan Moore.
Históricos del cómic británico como Moore, Grant Morrison o Peter Milligan dieron sus primeros pasos en '2000 AD' en los ochenta, y 'Future Shocks' era el lugar perfecto para foguearse con su versatilidad temática y su rollo autoconclusivo. Más tarde, este tipo de historias las recopilaría la editorial MC en un cómic que me obsesionó durante años, 'Tiempo cero'. Pero para entonces yo ya había tenido mi primer contacto con el Juez Dredd.
Fue unos años antes, en unos cómics de grapa de Zinco, cuando empezaban a publicar los héroes DC en España. Se trataba de aventuras extraídas de los comic books americanos del personaje, que no eran exactamente iguales que lo que se publicaba en la '2000 AD' británica. Estaban coloreados y con las páginas ocasionalmente remontadas o vueltas a rotular para que no se notara que cada entrega de Dredd tenía apenas cuatro o seis páginas.
Allí fue donde di con la primera aparición de los Jueces Oscuros, los villanos más aterradores de Dredd, y entre el carisma del Juez Muerte y los sensacionales dibujos de Brian Bolland, me enganché para siempre. Primero a Dredd, pero pronto fui picoteando en otros personajes de '2000 AD' y quedé cautivado por esa mezcla única de humor satírico, acción descerebrada ochentera, suciedad estética y personajes al límite.
2000 AD today
Excede de las intenciones de este breve artículo el resumir la larguísima trayectoria de '2000 AD' y la importancia de la revista en la cultura pop. Pero sí se puede decir que, como comentaba más arriba, cada vez es más complicado cumplir con mi propósito, ya en marcha desde hace meses, de leer todo '2000 AD'... y en el fondo es una suerte. Me explico.
Cada vez es más complicado porque los tiempos digitales y la revalorización del material clásico de la revista ha hecho que continuamente se esté recuperando material de años pasados, recauchutado para la venta. Buena parte de los lanzamientos de Rebellion cada mes son recopilatorios muy bien pensados de personajes o de sagas concretas de personajes que retoman a los autores o los momentos más importantes de cada icono de la revista.
Además, desde hace un tiempo se están reeditando con calidad superior a la original (no olvidemos que la '2000 AD0 original era una revista muy barata, impresa en un papel de calidad comparable a la altura de su precio), con tintas y colores restaurados, lo que hace que releer sea ya no un placer, sino una obligación. Es el material del que está partiendo, por ejemplo, la española Dolmen para sus ediciones de personajes clásicos, y que de momento ha revisitado a Dredd, Perro de Estroncio, Juez Anderson y el inclasificable Nemesis the Warlock.
Es decir, continuas y gozosas interrupciones a mi propósito original de releer en orden '2000 AD', a lo que se suma el muy saludable propósito de la revista original de publicar, cada cierto tiempo, un "número de enganche", en el que casi todas las historias arrancan sin continuarás, perfectas para acoger a nuevos lectores. Un suplicio, como decía, pero un suplicio extremadamente gozoso.
No me voy sin dar unas cuantas obras clave para adentrarse en '2000 AD', más allá de la revista original y los muchos recopilatorios de sus personajes (si queréis que os hagamos una selección de historias introductorias a Dredd, Johnny Alpha y compañía, solo tenéis que pedirlas en los comentarios y veremos lo que se puede hacer). Si os interesa la historia de '2000 AD', mucho ojo a:
- El documental 'Future Shock! The Story of 2000AD', rebosante de declaraciones jugosas y anécdotas a porrillo.
- El libro 'Be Pure! Be Vigilant! Behave!: 2000 AD & Judge Dredd - The Secret History' escrito por Pat Mills, fundador de la revista
- Si te apetece algo más visual, la potente '2000 AD Encyclopedia', que revisa de forma gráfica las nutridas primeras décadas de vida de la publicación hasta la actualidad.
- Y de propina, 'I Am The Law: How Judge Dredd Predicted Our Future', un ensayo que revisa las mejores historias de Dredd y analiza cómo han predicho, con imbatible ojo satírico, muchos detalles de la sociedad actual.
Y ahora, si me perdonáis, voy a ponerme con el número 267 de mi revista favorita.
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