La cultura anglosajona no destaca por su maestría frente a los fogones. Cualquiera que haya convivido con alguna familia norteamericana o británica habrá podido comprobar que, salvo excepciones, cocinar en casa es o bien una tarea poco común o bien una tarea de dudoso gusto. Por ese motivo, muchas publicaciones en inglés llevan de un tiempo a esta parte publicando en YouTube y Facebook vídeos-tutoriales para platos sabrosos, rápidos y baratos de hacer.
Es una forma de fomentar el arte de la cocina en casa. El problema es que, lejos de lo que podamos encontrar en nuestros programas televisivos, que hacen de sustitutos al uso, BuzzFeed o Mashable recomiendan recetas inauditas. Revuelto de Cheetos machacados empanando queso fundido o tacos de bacon rellenos de macarrones con queso son sólo dos de entre las múltiples atrocidades (para un mediterráneo) recomendadas a los lectores y espectadores anglosajones.
Nos hemos dado un paseo por el corazón de las tinieblas de la gastronomía viral del siglo XXI y estos son los horrores que nos hemos encontrado.
1. El sándiwch de helado de bacon
Ingredientes: todas las calorías del universo. ¿Recuerdas todas aquellas ideas absurdas que se te ocurrían mientras vivías en tu piso de estudiante? La nevera está semivacía. Lo único que tengo son lentejas, un bote de atún en escabeche, helado y bacon. Mmmmmm, no se me ocurre nada mejor que freír el bacon, crear dos obleas con él y meter una tarrina entera de helado entre ambas. Por el precio de uno, tienes dulce (helado) y salado (bacon). ¿No es maravillosamente espantoso?
2. El taco de bacon relleno de macarrones
¿Demasiado refinado para la explosiva mezcla de helado y bacon? No te preocupes, BuzzFeed aún tiene más recetas con bacon por todas partes para tu degustación. Si tienes pasta, por ejemplo, una excelente idea es freír el bacon, moldearlo y crear un tacon con él, cocer la pasta, mezclarla con queso y rellenar la pasta dentro del taco de bacon. Hipercalórico, hipercerdo e hipersabroso. No hay prácticamente nada que un americano no pueda hacer con bacon.
3. Palitos de queso empanados con Cheetos
El sueño de todo niño despreocupado por su futura salud. La obra en cuestión pertenece a PerezHilton, aquel bloggero norteamericano que obtuvo una inaudita fama hablando de famosos. Ahora, aparentemente, se ha pasado al mundo de la gastronomía. Una de sus grandiosas recetas: cortas mozzarella en tiras, la empanas con una masa de harina y Cheetos machacados y salpimentados y lo fríes en una olla llena de aceite. Hay una fiesta en tus arterias.
4. Una vulgar forma de cocinar pescado
Procedimiento: compras pescado. Lo reconocerás en el supermercado porque es esa cosa envasada con bandejas azules que nadie más compra. Compras verduras: es eso que no es carne y tampoco pescado. Abres los recipientes: lo echas todo de forma indiscriminada sobre la sartén. Pones el fuego al máximo de potencia. Le colocas una especie de papel celofán por encima (porque no se han inventado las tapas). Y a los veinte minutos, voilá: el pescado con menos gracia de tu vida.
5. Sección consejos prácticos: el rallador
Además de crear algunos de los peores platos que la humanidad jamás haya visto, los medios norteamericanos también tiene tiempo para enseñarte a utilizar los utensilios que pueblan tu cocina. Un elemento al parecer exótico y raro dentro de los cajones anglosajones es el rallador, el elemento que el resto de la humanidad utiliza para rallar queso. No todo el mundo está al tanto de ello: Mashable hizo este vídeo mostrando que no, que el rallador no es útil para rallar hamburguesas (!).
6. Pizza con masa de coliflor
¿Se puede hacer mal la pizza? No: desde sus orígenes se ha podido hacer con ella todo lo que hemos querido. Y aunque la respuesta es obvia, en BuzzFeed están empeñados en poner contras las cuerdas a milenios de lógica histórica. Sí: la pizza se puede hacer muy mal. ¿Cómo? Empleando como masa un pastiche de coliflor y queso horneado. COLIFLOR. Tiene un mérito indudable hacer de uno de los alimentos más simples y atractivos del mundo algo indeseable.
7. Salsas para las ensaladas: cómo no hacerlo
¡Ensaladas! Por fin vamos a hablar de algo sano, ¿verdad? Craso error. Si algo caracteriza a la auténtica gastronomía popular norteamericana es que no hay plato en este mundo que no pueda llenarse de grasas saturadas y azúcar. En este vídeo de PérezHilton tenemos: noodles, miel, manteca de cacahuete, yogur, vinagre de arroz, limón, fresas y melocotones. Porque una mera combinación de lechuga, tomate, pepino, cebolla, aceite, vinagre y sal es demasiado poco atroz.
8. Fríe un huevo sobre un bol de bacon
No hemos acabado contigo, bacon. BuzzFeed siempre está presto a producir un sinfín de recetas de todo tipo que llevan bacon. Da igual que sea muy sencillo (y muy placentero) freír un huevo en la sartén, sin más condimento ni adorno, y ponerlo sobre el plato con un buen mendrugo de pan. Si puedes freír los huevos sobre pequeñas tazas de bacon frito, ¿por qué no hacerlo? Es más: échale queso por encima, espolvorea Doritos y báñalo en salsa de Oreo. ¿Qué puede salir mal?
9. El soñado helado de cerveza
La cerveza es uno de los hallazgos más antiguos y brillantes de la historia de la humanidad. Al igual que el vino, cualquier intento de modificar su tradicional fórmula sólo podrá ser considerado como una herejía (sí, nos referimos a ti, cerveza con vodka). Sin embargo, Mashable considera oportuno mostrarnos cómo hacer un helado de cerveza casero. Por supuesto, el helado ha de empaquetarse de forma necesaria en dos cookies gigantes. Porque esto es América. O algo así.
10. Tortilla francesa for dummies
Al igual que en el caso del rallador, no se trata tanto de que sea una mala idea (la receta es, afortunadamente, bastante convencional: no lleva bacon), sorprende que llegados a este punto de evolución gastronómica sea necesario explicarle a alguien algo tan elemental como una tortilla francesa. No dice gran cosa sobre la dieta diaria de los anglosajones. Pero nada que no sepamos ya.
11. Extra: rompemos una lanza en su favor
Porque de vez en cuando sí tienen buenas ideas. Véase estos filetes de pechuga de pollo al horno condimentados con tomate, queso gratinado y salsa de pesto. Ok, quizá no es la versión más refinada de cualquier plato con pollo que puedas imaginar, pero es sano, todo combina bien con todo lo demás y ofrece una solución divertida y apetecible a la tradicional y algo sosa pechuga de pollo a la plancha. Rompemos una lanza en su favor (pero no demasiadas más).
