Desde 2015 aparecen esporádicamente en prensa artículos sobre el negocio de las reseñas o críticas “fake” en Amazon. Bolsas de individuos normalmente organizadas a través de grupos de Facebook que reciben una compensación (por ejemplo, una devolución de un 107% del coste del producto) por ponerle cinco estrellas a cremas faciales, cepillos de dientes eléctricos y cámaras espía. Seguía existiendo una duda: ¿de verdad son tan relevantes o influyen en nuestras compras si ya sabemos todos que existen? Ahora un grupo de evaluadores ha medido el impacto que tienen estas críticas en los bolsillos de los incautos.
El estudio: para a ver su análisis los investigadores de un par de universidades de California hicieron el seguimiento de 1.500 productos que sabían que habían incurrido en tácticas ilícitas en la gigantesca plataforma dentro de Estados Unidos, siendo normalmente tiendas de procedencia china. Dependiendo del ítem, miles de falsos compradores habían puesto miles de críticas positivas, con descripciones y fotos incluidas.
Los timadores no consiguen mantener las ventas altas durante toda la vida del producto, pero sí que éste sea atractivo para los compradores durante un tiempo más que suficiente (varias semanas antes de que el resto de usuarios pique y hunda la valoración con sus críticas legítimas o antes de que Amazon los termine detectando y bloqueando). En esa diferencia de tiempo hay, según los analistas, un gran negocio.
Hablamos necesariamente de más de 500 millones de dólares, ya que ese es el dinero que se gastaba la empresa de Jeff Bezos el año pasado en perseguir estas prácticas que, además de perjudicar a los usuarios, empeora la imagen de la plataforma. Si en 2015 contrataban a 1.000 vigilantes de este fraude, en 2019 las estimaciones dicen que hay ya contratados 8.000 empleados. A más gente es atraída hacia Amazon como único centro de compras, más sale a cuenta este tipo de acciones fraudulentas y más gente deberán tener vigilando.
Más de un 60% de reviews falsas en ciertos sectores: según estimaciones de The Washington post hechas a finales de 2018, eran falsas las puntuaciones del 61% de los productos de “electrónica”, el 64% de la categoría “gadget”, el 63% de “belleza” y el 59% de las “zapatillas”. Haciendo el balance del total de productos de todo su mercado, hay entre un 11 y un 30% de productos que tienen más de un tercio de reviews falsas. Eso sí, Amazon sigue avergonzada de esa práctica o directamente prefiere minimizarla: según su página web apenas el 1% de las críticas que puedes leer en sus páginas son fake.
Ciegos ante el timo: casi tan malo como esto es que apenas un 33% de los usuarios, al ser preguntados, sabía ver que en ciertas páginas de productos había críticas falsas, con lo que hay un enorme porcentaje de consumidores que son fácilmente engañados todos los días. Forma parte de la naturaleza humana: tendemos a fijarnos mucho más en las notas y en las estrellitas que a leer el contenido de los comentarios escritos.