Durante décadas, los artistas no han sido compensados equitativamente por su trabajo. Esto ha sido particularmente evidente en la industria de la música. Según Fortune, la división típica de ingresos suele ser 50/50, con solo el 50% de los ingresos destinados al artista y el resto compartido entre agentes, abogados y distribuidores. La realidad es aún más sombría cuando se trata de músicos que distribuyen su contenido a través de servicios de reproducción. La mayoría del 0,8% de los mejores artistas de Spotify ganan menos de 40.000 euros en ingresos por streaming.
Así es. Fácil no lo han tenido. Hasta ahora. ¿Spotify? Ya nadie quiere esa calderilla cuando existen las NFT.
Otra realidad en la web3. A los artistas se les pagan fracciones de céntimo por reproducción, y muchos luchan por encontrar audiencias considerables: los datos de 2020 muestran que el 90% de las transmisiones van al 1% superior de los artistas. Pero durante el último medio año, muchos han recurrido a un modelo diferente que les permite tanto libertad financiera como creativa: las NFT. Muchos artistas han estado utilizando la nueva frontera digital basada en blockchain, a veces conocida como web3, para hacer lo que siempre han soñado: ganar dinero haciendo música.
Los ingresos que obtienen son mayores que lo que obtienen de servicios como Spotify. "Hice que una persona comprara mi canción por la cantidad que hubiera necesitado un millón de reproducciones", contaba en Bloomberg Iman Europe, un cantautor que ha hecho 22.2 Ether (que ahora vale casi €60.000), vendiendo cinco sencillos y un video musical como NFT. Eso comparado con los aproximadamente €300 al mes que ganaba con Spotify, a pesar de haber obtenido unos 4 millones de escuchas.
Nuevo mercado. En Catalog, 140 artistas han vendido más de 350 discos por más de un millón. En el colectivo digital Songcamp, decenas de músicos de todo el mundo están formando equipos para producir creaciones musicales y multimedia. En conjunto, el objetivo de estos músicos basados en NFT no es encabezar las listas de éxitos, sino superar los límites tecnológicos y ganarse la vida fuera del sistema de sellos discográficos, que ha dominado la industria de la música durante décadas.
El tiempo dirá si las NFT musicales son un mero subproducto de un criptomercado alcista o una fuerza transformadora destinada a poner patas arriba la industria de la música. Mientras que los optimistas hablan de una nueva "economía del creador" y la autonomía artística, los escépticos expresan su preocupación por la utilidad y si el modelo actual de NFT musicales escalará más allá de un puñado de artistas.
Pero ya es tendencia. Músicos como Iman Europe han obtenido 83 millones en ventas a través de NFT, según Water & Music. Los artistas independientes representaron el 70% de esos ingresos. Es una tendencia que está atrayendo la atención de grandes inversores, incluido el ganador Grammy, John Legend. Con un grupo de empresarios y capitalistas de riesgo, anunció a principios de este mes que lanzará una plataforma para que los artistas moneticen su trabajo utilizando la tecnología.
La popularidad entre los artistas independientes puede explicarse en parte por el hecho de que el mundo de los NFT es mucho más accesible que conseguir un lucrativo contrato discográfico corporativo. Para lanzar un NFT, los artistas adjuntan sus medios, como una canción o un video, a un token digital verificable y luego lo subastan en un mercado online como Nifty Gateway u OpenSea.
¿Pueden las NFT reemplazar a los sellos discográficos? La pregunta realmente es "¿quién está gastando miles de euros en discos que solían costar 99 céntimos en iTunes?". Muchos de los primeros compradores de NFT son entusiastas de las criptomonedas que invierten financieramente en ver que estos espacios tengan éxito; sus compras son tanto activos especulativos como posiciones ideológicas. Algunos artistas están recaudando dinero sin precedentes de estos fanáticos adinerados.
Pero para muchos artistas, igualmente importante para la ganancia financiera inesperada ha sido el surgimiento de bases de fans dedicadas que se unen en grupos en Discord, la plataforma preferida para NFT. Los artistas se están pasando de 6 a 8 horas al día interactuando con sus fans en su Discord, donde ofrecen aliento, comentarios y memes. Debido a que muchos de ellos le han comprado una parte de sus masters, están involucrados emocional y financieramente en su éxito.
Qué ganan los compradores. Los compradores obtienen la propiedad del activo digital, así como el caché cultural de tener algo lanzado a un número finito de personas, en algunos casos solo a una persona. A veces, la música solo está disponible como NFT; es un poco como tener la única copia de un CD de tu artista favorito. Sin embargo, con las NFT, los músicos y otros creadores no necesitan ceder la propiedad de su contenido a las plataformas desde el principio. Aunque pueden optar por renunciar a los derechos de una canción o un álbum cuando acuñan un NFT, también pueden conservar esa propiedad.
Entonces, cuando los músicos venden contenido, pueden recibir una compensación directa y más justa. Si un propietario de NFT decide revender el NFT, el creador original puede recibir regalías automáticamente, y este proceso puede continuar cada vez que se vende el NFT. Todo esto es gracias al hecho de que hay un registro de propiedad integrado en los metadatos.
Los tiburones, al acecho. La oportunidad de cambiar las compras por un precio más alto es uno de los incentivos financieros más claros para los compradores. Daniel Fowler, un estratega de la industria de la música con sede en Londres, explicaba que existe una preocupación por las ballenas, entidades o individuos con grandes sumas de criptomonedas, que compran NFT de música: "Entras en un mundo en el que la gente está ocupando la cultura, de la misma manera que la gente trataría de aspirar propiedades y, literalmente, extraer rentas de eso"
Un estudio concluyó que el 10% superior de los comerciantes de NFT realizan el 85% de todas las transacciones y comercian con el 97% de todos los activos al menos una vez.
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