Además de una película "especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género", El ascenso de Skywalker, Episodio IX de Star Wars y cierre teórico a la larga historia iniciada en los setenta, es una película controvertida. Decepcionante, en el mejor de los casos. La peor de cuantas ha producido la saga, en el peor. Opina así parte de la crítica, y muy especialmente miles de espectadores cuestionados por CinemaScore a la salida del cine.
Encuesta. CinemaScore es un sistema de puntuación basado en las opiniones de los espectadores a pie de sala durante el fin de semana del estreno en Estados Unidos. Miles de encuestas que ofrecen un lienzo de relativa precisión sobre cómo de popular es una obra cualquiera. Pues bien, El ascenso de Skywalker se llevó un B+, por debajo de los A- y A entregadas a todas las películas anteriores de Star Wars.
Sí. Incluidas las precuelas.
¿Qué significa? De forma simple, que quienes acudieron al cine salieron insatisfechos. El dato es significativo porque apuntala una tendencia. El ascenso de Skywalker es hoy la película de la última trilogía con peor puntuación en RottenTomatoes, un 57%. En comparación, Los últimos Jedi obtuvo un 91%, y El despertar de la Fuerza un 93%. Ningún otro título ha tenido un recibimiento tan tibio desde la entrada de Disney en la franquicia. Ni siquiera Solo (70%).
Matices. RottenTomatoes, un agregador de críticas especializadas y populares, ofrece algunos matices, no obstante. La amenaza fantasma sigue por debajo (53%) y El ataque de los clones no está lejos (63%). Si nos fijamos en la puntuación de la audiencia, además, el veredicto cambia: un 86%, muy por encima del 43% de Los últimos Jedi, película aún hoy extremadamente conflictiva entre los seguidores de la saga, pero muy bien considerada por la crítica.
¿Y el dinero? Se suma otro factor: El ascenso de Skywalker está ganando menos dinero que sus dos predecesoras tras el fin de semana de su estreno. Disney se embolsó $176 millones, una cantidad mareante... Que sin embargo queda por debajo de los $220 millones del Episodio VIII y de los $240 millones del Episodio VII. Los factores de su flojo rendimiento en taquilla son variados, incluyendo un fin de semana de compras muy intenso en Estados Unidos.
Rentabilidad. Pese a todo, El ascenso de Skywalker sigue siendo una película muy rentable, y la reacción generalizada de crítica y público se puede resumir en un taimado "meh". Quizá floja, pero tampoco horrenda. Atributos insuficientes para que Disney replantee la lógica industrial detrás de la franquicia, sumergida en un frenesí productivo que le lleva desde spin-offs exitosos (Rogue One) a series bien consideradas (The Mandalorian).
En su destino pueden jugar un rol las expectativas (es el cierre a la saga Skywalker) y las limitaciones creativas de J.J. Abrams. Pero Star Wars sigue siendo una fábrica de hacer dinero. Con o sin el beneplácito de la crítica.