En términos astronómicos, 2015 fue el año de Plutón. La sonda New Horizons alcanzó al último planeta de nuestro Sistema Solar el pasado verano, y desde entonces se ha dedicado a enviarnos todas las fotografías en alta resolución que tomó de su superficie. La semana pasada, la NASA publicaba un collage de imágenes de la planicie Sputnik, uno de los elementos físicos más visibles y llamativos de Plutón. Se trata de la imagen más cercana que, por el momento, tenemos de Plutón, y es alucinante.
¿Por qué? Por varios motivos. Por un lado, ofrece un grado de detalle muy impresionante: la imagen retrata una franja de tierra de 80 kilómetros de ancho y 700 kilómetros de largo. Eso son alrededor de 80 metros por pixel. La sonda New Horizons tomó las fotografías poco antes de alcanzar su punto máximo de acercamiento a Plutón (alrededor de 17.000 kilómetros de la superficie). Desde entonces, se aleja.
Por otro, es Plutón, y todo lo relativo a un ignoto y desconocido planeta helado que ha entrado y salido del Sistema Solar es bastante fascinante. En la NASA aún no saben muy bien qué estamos viendo: a priori, lo que se observa más arriba es una superficie de diferente textura, siendo la llanura Sputnik (el nombre es informal) un gigantesco campo de nitrógeno solidificado. Los pequeños puntitos serían pequeñas rugosidades, y los bloques negros que aparecen y desaparecen sobre su superficie serían "icebergs" compuestos de agua sucia flotando sobre el nitrógeno, más denso.
Puedes ver la imagen a resolución completa aquí.
En Slate, Phil Plait, astrónomo y colaborador habitual del medio, teoriza sobre lo que podríamos estar observando. Según él, la textura extraña de la parte superior de la imagen podría ser una cordillera de agua congelada frente a la que habría chocado la llanura de nitrógeno. La planicie, por cierto, no sería estrictamente sólida, sino muy viscosa y densa. Para Plait, los bloques negros podrían ser elevaciones surgiendo en medio del nitrógeno, lo que no es del todo incompatible con la propuesta de la NASA. Unen las placas de la llanura, lo que le lleva a pensar que podrían ser montañas surgiendo del hielo.
Pero es todo suposición. Lo cierto es que no sabemos qué tenemos delante, dadas las diferentes condiciones de Plutón respecto a la Tierra: muy bajas temperaturas, una atmósfera muy fina, escasa luz solar y una composición de elementos químicos totalmente distinta a la nuestra. Es muy intrigante.
Desde que New Horizons llegara a Plutón, nos ha regalado imágenes fantasiosas. La más célebre es la que tenéis más arriba: una composición de color aproximada y artificial de la superficie de Plutón.
Un dato curioso: pese a que las fotografías se tomaron hace muchos meses, están llegando ahora. ¿Por qué? Por pura lógica: la sonda está a 5.000 millones de kilómetros del planeta Tierra, lo que reduce la velocidad de transmisión de las fotografías. Con todo, nos están llegando con una calidad que no tiene parangón en la historia de la exploración espacial. Como recuerda la NASA, las imágenes de esta semana son seis veces mejores que cualquier otra tomada por New Horizons, y cinco veces mejores que las tomadas por la Voyager 2 de Tritón, satélite de Neptuno, en 1989.