Televisión pública: ¿ente informativo para todos o medio al servicio de los intereses del Gobierno de turno? Entra Pedro Sánchez y su equipo a la Moncloa, sale José Antonio Sánchez y cientos de trabajadores de Radio Televisión Española se manifiestan semanalmente llorando por la falta de independencia informativa de este órgano público. Y como ocurre muchas veces, la gente se acuerda de la BBC, la cadena nacional británica, una de las organizaciones audiovisuales más poderosas del mundo y, al parecer, el modelo de ecuanimidad y representatividad de discursos que muchos dicen que es.
¿Cuánto dista la realidad de esta idea? ¿Cómo se materializa esa independencia según su modelo organizativo?
Así funcionan las elecciones de presidentes y consejeros de la BBC
La BBC ha vivido muchos cambios organizativos en los últimos 15 años. Hasta este último año su modelo consistía en dos cámaras, por así decirlo: la BBC Board (el Consejo de Administración) y el BBC Trust (el Consejo Asesor u órgano que tutelaba el trabajo de la Board). El BBC Trust era elegido por el Gobierno a través del Parlamento Británico, y éste a su vez nombraba a los integrantes del BBC Board, en el que estaban puestos tan importantes como el Presiente o el Director general, que es el que se encarga de dirigir la redacción de los informativos.
Ahora bien, a raíz de unos escándalos en la gestión y selección de distintas coberturas informativas de los últimos directores generales, los políticos y el público se cuestionaron la fiabilidad del BBC Trust. Se eliminó entonces este Consejo Asesor y se trasladaron las funciones de sus representantes a la BBC Board, que ahora cumple dobles funciones en un solo organismo.
¿Y cómo se configura la BBC Board? El Consejo de Administración de la BBC lo forman 14 integrantes. Cuatro de los directores nacionales (consejeros que representan los intereses de Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales) son nombrados directamente por el Gobierno. Otros cinco consejeros son elegidos por esos mismos miembros de la junta. Otros tres consejeros, así como el Director general, son elegidos por miembros internos de la BBC. Por último, el Presidente de la BBC es elegido por la Reina “por recomendación del Secretario de Estado de Cultura, Medios y Deportes a través del Primer Ministro”.
De forma directa o indirecta, más de la mitad del Consejo de Administración lo ha decidido el Parlamento.
Este es el organigrama administrativo, por así decirlo, pero otra cosa distinta son las directrices ideológicas, las líneas constitucionales que se van a adoptar a la hora de redactar y configurar la parrilla informativa. ¿Quién decide todo esto en la BBC? La Royal Charter o la Carta Real, el equivalente al Libro Blanco de la redacción que se trata de un documento con más peso que en la mayoría de medios.
Este Libro Blanco recoge aportaciones de “192.000 ciudadanos, 300 organizaciones, las opiniones de otros 4.000 encuestados y dos informes de expertos independientes”. Su última revisión tuvo lugar a comienzos de 2017 y estará operativa durante una década, de forma que los Gobiernos entrantes no deberían influir en los enfoques y la agenda informativa.
Y así funcionan las elecciones en RTVE
RTVE ha vivido siempre bajo la sospecha de ser un organismo al servicio del PP o del PSOE, en función de quién estuviera en la Moncloa. Lo cierto es que Zapatero hizo un amago legislativo de “independización” de RTVE, una Ley de 2006 por la que, para que entrase cada uno de los doce consejeros entrantes en cada renovación, había que tener el apoyo de al menos dos tercios del Congreso o del Senado, según correspondiese al puesto (con esta nueva ley también se eliminó la programación de publicidad, entre otras cosas).
Con la llegada del Partido Popular en 2012 tramitó un cambio de ley para que estas elecciones se hiciesen por mayoría absoluta. Es decir, desbloquear la elección oportunista de los altos cargos. Ahora que la configuración del voto en España ha cambiado, y que no se prevé una mayoría absoluta en los próximos comicios, es más fácil que le interese a todos los partidos una RTVE más independiente. Tal vez por eso hace un par de semanas el Congreso votó de forma urgente y por unanimidad volver al modelo de Zapatero. Esta vez también con el apoyo del PP.
Entonces, ¿por qué hemos de creernos que la BBC es más independiente?
Porque, aunque no lo sea necesariamente en sus normativas, sí que lo es en su práctica. A lo largo de los años, y con algunas salvedades (como el Gobierno de Thatcher, que intentó meter mano) la mayoría de representantes del Parlamento acordaban nombrar como consejeros de la organización a personalidades que contaban con el apoyo tanto de laboristas como de tories. Hay voces, especialmente desde la izquierda, que siguen pidiendo otro modelo representativo, pero no son tan fuertes como en España. Si han de quejarse de algo, los británicos lamentan la progresiva dependencia de la BBC de los resultados de audiencia.
Uno de cada dos británicos elige la BBC como principal medio por el que informarse. No hay ningún otro gigante de la televisión pública de toda Europa que pueda decir lo mismo. Ocho de cada diez espectadores de la BBC confía en su programación, y sólo desconfían el 15%. Casi todos creen que su tele y radio está bien como está.
Muy sonado fue en el país la cobertura de su cadena nacional de la Guerra de Irak, en la que estaban metidos y que, dado lo que contaban los telediarios, le daba a Tony Blair grandes dolores de cabeza. Son este tipo de gestos los que han construido el aura de prestigio e independencia de esta cadena nacional, de este modelo de televisión de todos.
¿Y que opinan los españoles de RTVE? El 57% de ellos confía en su medio público, sí, pero hasta un 38% desconfía fuertemente de él.
Es decir, que lo más llamativo de nuestra radio y televisión es que, comparado con el resto de Europa, es el que muestra una mayor brecha de credibilidad entre espectadores de izquierdas y derechas, mientras que en el resto de potencias europeas (Gran Bretaña, Francia, Alemania o Italia) el sesgo ideológico del espectador no es un factor tan importante para apoyar o castigar a su ente público.
Así que una de dos, o las diferencias ideológicas en España polarizan nuestra valoración informativa mucho más que en cualquier otro país, o efectivamente RTVE está fuertemente ideologizada.