Cuántos más árboles, menos tarda el bus: así percibimos los tiempos de espera en nuestras cabezas

Dos personas esperan al autobús en una parada.
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A nadie le gusta esperar al autobús. Por las mañanas hace frío, nos sentimos desprotegidos y si llueve, es un fastidio. Afortunadamente, hay algunas cosas que las empresas de transporte público pueden hacer para que la espera se sienta menos brutal. Y no, no es ampliar el número de vehículos. Los paneles de llegada en tiempo real o las aplicaciones pueden aliviar un poco el tormento, al igual que una marquesina de autobús básica. Pero lo que pocos podían imaginar es que la existencia de árboles alrededor de la parada podría ser la solución perfecta. Y lo confirma una investigación.

El estudio. Para este análisis, realizado por académicos de la Universidad de Minnesota, se recopilaron datos de 822 pasajeros en 36 paradas y estaciones de autobuses y trenes en Twin Cities (el área metropolitana de Minneapolis, EEUU). Cada parada fue auditada para varios servicios y características del entorno circundante. Después, los investigadores recopilaron los tiempos de espera reales de los pasajeros a través de imágenes de video y los compararon con las encuestas a bordo de los tiempos de espera percibidos o estimados por los pasajeros. Es decir, cuánto tiempo se sintió esa espera.

Gráfico que muestra el tiempo de espera real con el tiempo percibido por los pasajeros. Gráfico que muestra el tiempo de espera real con el tiempo percibido por los pasajeros.

Resultados: Los pasajeros tendían a sobrestimar los tiempos de espera, especialmente las esperas cortas, quizás una señal de su frustración. En toda la investigación, una espera de unos dos minutos y medio se percibió como una de casi cinco minutos y medio, con una sobreestimación promedio del 19%. Mientras que una espera de unos 10 minutos se sintió más corta: de unos nueve minutos. Hubieron tres factores notables que cambiaron esa percepción de manera significativa:  la contaminación del aire, el tráfico en la carretera y los árboles.

La contaminación del aire y el tráfico de automóviles tuvieron un impacto negativo en las esperas, especialmente las más largas. Unidos, estos dos factores hicieron que una espera de 10 minutos pareciera una de 12 minutos. Pero lo impactante es esto: una gran cantidad de árboles cerca de una parada o estación hizo que la misma espera de 10 minutos se sintiera como de siete minutos. Los beneficios de la vegetación fueron suficientes para compensar las desventajas del tráfico y la contaminación, según los investigadores. Vamos, que algunos ya podemos visualizar verdaderas selvas en las estaciones del futuro.

La solución. Plantar árboles o mover una parada problemática para aprovechar la cobertura arbórea existente y compensar los efectos negativos de la contaminación y el tráfico puede mejorar significativamente la experiencia del usuario con unos costes muy razonables. Ni tecnología punta ni decorados extrambóticos. Con un arce o un cedro nos vale. No obstante, que existan compañeros vegetales ahí o no, no depende de los propios proveedores de transporte, sino de los ayuntamientos.  Es decir, los consistorios necesitarían realizar un trabajo en conjunto con las empresas de transporte para implementar estas soluciones. Así que ya saben, Madrid, Valencia y todos los municipios de España: a plantar más árboles que el tiempo es oro. En nuestras cabezas, claro.

Imagen: Pixabay

Gráfico: University of Minnesota

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