Pocos casos pueden tener los ingredientes necesarios para convertir la vida de Alejandro Cao de Benós en una trama digna de película de espionaje. Hoy, lo tenemos todo: FBI, criptomonedas, blockchain, el embajador extraoficial de Corea del Norte en España y un sistema secreto de "lavado de dinero". Pero ojo, porque la broma podría costarle muy cara. Cao de Benós ya es una de las personas más buscadas por el FBI y podrían caerle nada menos que 25 años de prisión.
El caso. La Fiscalía de Estados Unidos ha presentado cargos contra el español Alejandro Cao de Benós por participar en una supuesta trama para evadir las sanciones impuestas por este país contra la dictadura de Corea del Norte, con el uso de criptomonedas. Cao de Benós es un activista español a favor de Corea del Norte, que que hizo célebre hace unos años por representar los intereses del régimen de Pyongyang en Europa, y que dispone de doble nacionalidad norcoreana.
¿De qué se le acusa? La Fiscalía dice en el auto que Cao de Benós y otro acusado, el británico Christopher Emms, de 30 años, facilitaron que un ingeniero estadounidense, Virgil Griffith, viajara a Corea del Norte con escala en China, en abril de 2019, para participar en un congreso conocido como Conferencia Pyongyang de Blockchain y Criptomonedas, que ellos mismos organizaron.
Según el FBI, la policía judicial norteamericana, que ha investigado el caso, Emms y Griffith aleccionaron a representantes de la dictadura de Corea del Norte y a otros asistentes sobre cómo usar tecnología de cadena de bloques y criptomonedas para evadir la sanciones de EEUU y "lavar dinero". El cargo del que se le acusa en un juzgado de Nueva York es el de conspiración para violar y evadir las sanciones de EEUU, que conlleva una sentencia máxima de 20 años de prisión.
Los planes de Benós. Apuntan a que tanto Emms como Griffith expusieron en la conferencia en Pyongyang cómo la dictadura norcoreana puede usar proveedores de criptomonedas de venta libre en transacciones para evadir las sanciones de EEUU, impuestas por violaciones de derechos humanos y el desarrollo de armamento nuclear, con pruebas desde 2006.
Según el fiscal federal Damian Williams, ambos supuestamente aconsejaron a los funcionarios de Corea del Norte cómo con el uso de la tecnología de las criptomonedas se puede transferir dinero a cualquier país del mundo, independientemente de las sanciones que se impongan". El documento judicial añade que Cao de Benós siguió en contacto con el otro imputado y el ingeniero norteamericano para desarrollar una posible infraestructura de criptomonedas dentro de Corea del Norte. Como parte de estos esfuerzos, Cao de Benós planeaba una segunda conferencia sobre criptomonedas en Corea del Norte en 2020.
¿Quién es? Alejandro nació en Tarragona. A los 15 años comenzó a mostrar gran interés por el pensamiento comunista, llegando a ser secretario de la Organización de los Colectivos de Jóvenes Comunistas en la década de los 90. Así empezó a ofrecer charlas y conferencias sobre el país asiático. Hasta el punto de crear la actual Asociación de Amistad con Corea. Creó diversas páginas webs donde expone información sobre el país de un modo que resulte más amigable para el exterior.
Con el tiempo, se fue convirtiendo en una pieza muy importante para Piongyang. Sin embargo, muchas dudas han sobrevolado a esta figura. Algunos investigadores afirman que Alejandro apenas tiene relación con funcionarios de segunda línea, quienes le facilitan información, aunque él siempre defendió su peso dentro del gobierno de Kim Jong-un.
Lo niega. Lo más curioso de todo esto es que Benós sigue, como de costumbre, retransmitiendo en su canal de Twitch noticias acerca de Corea del Norte. Hace unos días explicaba: "Me difamaron con la intención de destruirme publicando un ‘Tráfico de armas’ totalmente falso. Volvieron a hacer un montaje en película que se demostró una farsa tras las investigaciones de la ONU. Ahora me señalan desde el corazón del imperio. Seguiré luchando sin descanso". Solo en Twitter cuenta con 84.000 seguidores.
Un pasado no muy claro. Cao de Benós tiene un cargo honorífico como delegado especial del Comité de Relaciones Culturales con países extranjeros. Sin embargo, lleva seis años sin poder viajar porque la Justicia española le retiró el pasaporte. Se encuentra investigado tras la operación Vulpes, en la que la Guardia Civil desarticuló una trama de venta ilegal de armas a la que él compró varias pistolas.
Según la agencia Efe, se ha dedicado a acompañar a periodistas e inversores extranjeros a Corea del Norte. En 1991 fue a la residencia en Madrid de un agregado de turismo norcoreano para ofrecerse, según diría él mismo en entrevistas, como “soldado” del régimen del dictador Kim il Sung, al que admiraba. En 2018 fue detenido en Tarragona en una operación contra el tráfico de armas, y después puesto en libertad.