Hay diferentes manera de medir la inflación global, como analizando el IPC, pero no hay una manera tan surrealista y occidental de hacerlo que tomando como base el precio de las Big Macs. Hay pocas cosas que son tan sinónimos de la cultura de Occidente como la icónica hamburguesa de McDonald's. Inventada en 1957 por uno de los primeros franquiciados de la compañía en Pensilvania, el Big Mac sigue siendo el artículo de comida rápida por excelencia. Puedes comprarla en 70 países del mundo.
Sin embargo, su precio variará según el lugar donde se encuentre. Y ahí es donde entra nuestra nueva herramienta favorita, inventada por The Economist en 1986: el Índice Big Mac.
Puede entenderse como una guía alegre para saber si las monedas están en su nivel "correcto". Se basa en la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA), la idea de que, a largo plazo, los tipos de cambio deberían moverse hacia el tipo que igualaría los precios de una cesta idéntica de bienes y servicios (en este caso, una hamburguesa) en dos países cualquiera.
En otras palabras, ayuda a ilustrar la idea de que los tipos de cambio de mercado entre países pueden estar "fuera de control" en comparación con el coste de comprar la misma cesta de bienes y servicios en esos lugares.
¿Por qué te debería importar todo eso? Bueno, el precio de una Big Mac ha aumentado un asombroso 40% en los últimos 10 años. Y debido a que el precio incorpora múltiples factores económicos, incluido el coste de la mano de obra, el transporte, los alimentos y la inflación general, lleva a algunos a creer que esa comida es una forma de comprender las tasas de inflación actuales y el poder adquisitivo de nuestras monedas.
Abarcando desde 2004 hasta 2022, esta animación de James Eagle muestra el precio en dólares estadounidenses de una Big Mac en países seleccionados de todo el mundo:
Usando el precio de un Big Mac en dos países, el índice puede dar una indicación de si una moneda puede estar sobrevaluada o subvaluada. Por ejemplo, una Big Mac cuesta 24,40 yenes en China y 5,81 dólares en Estados Unidos. Al comparar el tipo de cambio implícito con el tipo de cambio real, podemos ver si el yuan está sobrevaluado o subvaluado. Según el índice Big Mac, el yuan está infravalorado en un 34%.
Más allá de la desalineación de divisas, el índice tiene otros usos. Por ejemplo, muestra la inflación en los precios de las hamburguesas a lo largo del tiempo. Si comparamos el precio de una Big Mac entre países en la misma moneda, como el dólar estadounidense, también podemos ver dónde las hamburguesas son más baratas o relativamente más caras.
El coste en los diferentes países del mundo
En la animación anterior, todos los precios de Big Mac se han convertido de la moneda local a dólares estadounidenses según el tipo de cambio vigente en ese momento. Suiza se lleva la palma por el Big Mac más caro, seguido de cerca por Noruega. Ambos países tienen niveles de precios relativamente altos, pero también disfrutan de salarios más altos en comparación con otros países de la OCDE.
Venezuela ha experimentado el mayor salto en los precios de las hamburguesas, con un aumento del coste de una Big Mac de casi un 250% desde 2004. El país ha estado plagado de hiperinflación durante años, por lo que no sorprende ver grandes oscilaciones de precios en los datos.
Si bien parece que el precio de una Big Mac ha disminuido en Turquía, esto se debe a que los precios se muestran en dólares estadounidenses. La nueva lira turca se ha depreciado frente al dólar estadounidense en más del 90% desde que se introdujo en 2005. Finalmente, vale la pena señalar que Rusia tiene el Big Mac más barato, lo que refleja los niveles de precios más bajos del país. Los costes laborales en Rusia son un tercio los de Suiza.
Podéis consultar la table en su máxima resolución aquí.
Las limitaciones de Burgernomics
Sin embargo, el índice tiene deficiencias. Algunos economistas han señalado que los servicios no comercializados pueden tener precios diferentes entre países. El precio de una Big Mac estará influenciado por los costes de factores como la mano de obra, pero esto no es un reflejo de los valores monetarios relativos. De hecho, The Economist ya publica una versión ajustada al PIB del índice Big Mac para ayudar a abordarlo.
Luego, McDonald's no está en todos los países del mundo. Esto significa que el alcance geográfico del índice tiene algunas limitaciones, particularmente en África. Además, carece de diversidad. Se compone de un elemento: el Big Mac. Debido a esto, carece de la diversidad de otras métricas económicas como el Índice de Precios al Consumidor.
A pesar de todas estas limitaciones, el índice Big Mac actúa como un buen punto de partida para comprender la paridad del poder adquisitivo. A través de la simplicidad de las hamburguesas, la teoría económica compleja es más fácil de digerir.
Gráficos: James Eagle | The Economist | Visual Capitalist